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Jóvenes se desempeñan en las áreas de investigación y administrativa

Equipo internacional de misiones espaciales análogas suma a estudiantes locales

Dos alumnos de la carrera de Ingeniería Aeroespacial de la Universidad de Concepción son parte del proyecto Asclepios, iniciativa liderada por estudiantes y para estudiantes cuyos objetivos estén en investigar y viajar por el espacio.
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Por Diana Aros Aros

Para todos los amantes de las ciencias espaciales, viajar al exterior de la tierra es parte de un sueño que la tecnología hace posible. Desde simulaciones hasta viajes no tripulados son algunas de las aventuras que profesionales y apasionados del área pueden experimentar.

Este sueño, cuyos cimientos están en ser un aporte al desarrollo científico, fue la motivación de Nicolás Ortega García (22) y Nicolás Sepúlveda Estrada (22), estudiantes de cuarto año de Ingeniería Aeroespacial de la Universidad de Concepción, para postular al equipo Asclepios, proyecto que busca organizar misiones análogas espaciales, simulando los comportamientos que ocurrirían en una misión real.

Estos jóvenes amigos decidieron postular para medir sus conocimientos, capacidades, que mezclaron con sus ganas de aprender, hacer cosas diferentes e innovadoras. Nicolás Ortega García comentó que "la pandemia significó un estancamiento para nosotros, pero siempre quisimos buscar hacer otra cosa (…) por eso cuando surge esta oportunidad postulamos al equipo científico donde existe el diseño de modelos y gestión".

ASCLEPIOS

Este proyecto nace en el año 2019 encabezado por la Agencia Espacial Europea (ESA), como una iniciativa que tiene por objetivo organizar misiones espaciales análogas, dirigida por estudiantes y para estudiantes de todo el mundo, trabajando en colaboración con instituciones académicas, científicos y la industria en general. Además, Asclepios busca constantemente hacer de las ciencias espaciales un área de conocimiento accesible para todos.

La organización tiene un sistema de selección para cada una de sus áreas, en las que se encuentran equipos de logística, ciencias, astronautas y un equipo de comunicaciones y prensa.

Los jóvenes debieron enfrentar una entrevista completamente en inglés, formularios, currículums y una carta explicando sus motivaciones para ser parte del proyecto. Nicolás Sepúlveda señaló que "en la entrevista me di cuenta de que independiente del cargo al que postuláramos, las decisiones se tomaban dependiendo de las motivaciones que tuviéramos (…) ellos se encargan de buscar el lugar para ti y tus habilidades".

Nicolás Ortega García posee el cargo de Oficial de Diseño Científico del Área de Sistemas, destinados a ensamblar los experimentos. "Me preguntaron por mi experiencia en software de diseño 3D, mis enfoques y qué me gustaría hacer en la misión", detalló Nicolás Ortega.

Por su parte, Nicolás Sepúlveda Estrada fue incorporado al proyecto como Asistente al Equipo Científico. "Trabajo en la parte administrativa, revisión de documentos, procedimientos, en las minutas y reuniones.", explicó.

Asclepios es un proyecto pionero en misiones espaciales análogas, principalmente por ser liderada por estudiantes, la cual espera abrir sus puertas a más participantes.

MOTIVACIÓN CIENTÍFICA

Estos estudiantes de Ingeniería Aeroespacial comparten desde pequeños el interés por crear, innovar y desarrollar diferentes habilidades basadas en conocimientos y aplicaciones científicas.

Nicolás Ortega contó que "en las primeras semanas de integración estuve hablando con todos los integrantes, tuve reuniones con Claude Nicollier, el primer astronauta suizo, entonces fue impresionante. Estaba hablando con un astronauta a quién le hice una pregunta y me respondió, eso es algo que uno no se imagina, va a pasar el tiempo y voy a seguir anonadado con la experiencia".

La aventura a bordo de la Misión Asclepios será indefinida, debido a que el principal foco está en tener diferentes generaciones de estudiantes que participen del proyecto.

"El próximo año en abril será Asclepios 1, el año siguiente será la misión número 2 y creo que pretenden llegar hasta el 4 pero no se sabe. Entonces cada cierto tiempo se hace una reelección de cargos, pero para quienes ya están dentro, lo más seguro es que conserven sus puestos", explicó Nicolás Ortega.

Además de su trabajo en esta organización internacional, los jóvenes amigos tienen una cuenta en Instagram que suma más de mil seguidores, llamada Misión Atenea, en la cual publican contenido de divulgación científica y ciencias espaciales, con el fin de involucrar a las personas en estas disciplinas.

"La idea de esta iniciativa es acercar a las personas a la ciencia de manera entretenida, por lo que tratamos de todas las semanas publicar contenido para que todos puedan aprender", afirmó Nicolás Ortega.

En cuanto al nombre de este proyecto, ambos explicaron que "para este tipo de cosas hay que ser valiente y mirar con sabiduría, de ahí el nombre Atenea, como la diosa griega y ese mensaje nos gusta, que esto no se trata solamente de saber mucho, sino de poder comunicar de manera integral todos los conocimientos".

Misión Atenea es una iniciativa que tanto Nicolás Sepúlveda como Nicolás Ortega comparten con su compañera Tatiana López Miranda, alumna de la misma carrera que fue seleccionada para el equipo de nuevos astronautas análogos de la Misión Asclepios.

La organización tiene un sistema de selección para cada una de sus áreas, en las que se encuentran equipos de logística, ciencias, astronautas y un equipo de comunicaciones y prensa.

CAPACITACIONES

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Los jóvenes estudiantes han tenido diversas clases y capacitaciones en preparación a sus nuevos roles.

Dentro de los expositores, se cuentan astronautas, como Claude Nicollier, el primer astronauta suizo, además de tener una master class con Paolo Ferri, quien fue Director de Operaciones de Naves Espaciales (SOM) de Rosetta y ahora es el Jefe de Operaciones de Misión de la ESA en el Centro Europeo de Operaciones Espaciales, ESOC, en Darmstadt, Alemania.

A esto se suma una serie de contactos con investigadores y académicos de diversas universidad de Tokyo, Sidney y Estados Unidos, entre ellos el Instituto de Tecnología de Massachusetts, más conocido como MIT.

Se encuestaron 1.600 personas sobre posibles políticas públicas

Holanda evalúa entregar pases vip a discotecas y museos a quienes se vacunen

También para conciertos y partidos de fútbol. Debate se centra en si entregar recompensas para obligar a la inoculación podría ser visto como una medida coercitiva que podría favorecer las teorías conspirativas.
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El 71% de los holandeses opinaron en una encuesta que se les debería recompensar con un salvoconducto especial cuando reciban la vacuna del covid-19, otorgándoles más libertad para moverse en lugares públicos que a los que rechacen el fármaco, pero en La Haya temen que esto se transforme en una "presión implícita".

La Universidad Tecnológica de Delft y el Instituto de Salud Pública de Países Bajos (RIVM), encuestaron a 1.640 personas -representativos en edad, género y nivel educacional- para elegir entre nueve posibles políticas destinadas a aumentar la cobertura de la vacuna contra el coronavirus, con opciones como la imposición de restricciones a quienes rechacen vacunarse, o la recompensa a los vacunados.

Aunque se trata de una problemática de salud pública que exige que un Estado, como Países Bajos, vacune al menos al 70% de sus ciudadanos para controlar la pandemia, recibir una inyección contra el covid-19 seguirá siendo voluntario porque es complicado, legalmente, obligar a alguien a vacunarse si desconfía, influenciado por teorías de la conspiración.

Sin embargo, el 71% de los holandeses dijo que se vacunaría a cambio de un certificado que le de permiso para reunirse en grandes grupos -con otros vacunados -sin mantener la distancia social de metro y medio, como en conciertos, festivales y partidos de fútbol.

El 73%, además, señaló que está a favor de que las personas que reciban la inyección tengan otra variante de salvoconducto que les de acceso a tiendas, residencias de ancianos y transporte público cuando haya un brote de coronavirus en la zona donde viven.

Esto supondría en la práctica que, de haber un brote de covid-19 en La Haya, por ejemplo, discotecas, bares y restaurantes de la ciudad continuarían abiertos sólo para aquellos que tengan el comprobante de vacunación, rechazando a las personas que no lo tengan, sea porque aún no les haya llegado el turno, o porque se nieguen a ello.

Repartir certificados sería justo y posible sólo cuando todos los ciudadanos hayan tenido la oportunidad de vacunarse, razón por la que el 64% de los encuestados señaló que el Gobierno debería tratar de convencer a la mayor cantidad posible de personas para que se vacunen. Esto, en contraposición al 13% que no ve con buenos ojos una campaña que haga presión.

Los defensores de la introducción de un comprobante de vacunación lo perciben como una "recompensa" por su comportamiento social y la responsabilidad que, por otro lado, también brinda a sectores económicos como la hotelería la oportunidad de permanecer abiertos en un ambiente seguro, al tiempo que se protege la libertad de quienes no quieran vacunarse debido a sus convicciones.

ECONOMÍA

No todos los que se oponen a la idea de las recompensas lo hacen porque no se vacunarán: un porcentaje importante está preocupado por su privacidad, la susceptibilidad al fraude y la viabilidad legal de un certificado de este tipo, señaló a la cadena de televisión holandesa NOS, Niek Mouter, investigador de Delft y uno de los autores del estudio.

"Los holandeses prefieren ser incentivados y recompensados, que obligados y castigados por no vacunarse", agregó el académico sobre la investigación que concluyó que más de la mitad de los ciudadanos estarían en contra de la vacunación obligatoria, mismo porcentaje que negaría a los no vacunados el ingreso a áreas de los hospitales que alojan a personas graves.

Mouter destacó además que sólo los convencidos antivacunas están contra la introducción del certificado, mientras la mitad de quienes aún dudan sobre si inocularse están a favor del salvoconducto, ya que eligen una opción "aplicable sólo a su persona" y que, aunque acaben sufriendo efectos secundarios del fármaco, dijeron entender que "es importante que la economía siga funcionando".

El ministro de Salud, Hugo de Jonge, aclaró que no planea convertir la vacunación en una obligación, ya que "no queremos que se convierta en una presión implícita o, incluso, una forma de coerción", lo que, según él, podría elevar el número de antivacunas.

73% apoya salvoconducto especial para que los inoculados puedan movilizarse e ir a locales comerciales incluso en rebrotes del virus.

13% contra campaña del Gobierno para vacunarse contra el coronavirus, ya que lo interpreta como una medida de presión.