Regreso seguro a clases presenciales
El Ministerio de Educación ha informado que hasta la semana pasada 1.014 establecimientos educacionales han solicitado retomar las clases presenciales. Alrededor de 450 ya se encuentran en funciones, especialmente con alumnos de cuarto medio, y otros comenzarán a funcionar en forma presencial en los próximos días. La mitad de las peticiones corresponden a colegios de la Región Metropolitana.
El ministro de Educación, Raúl Figueroa, ha señalado que las escuelas que han ido abriendo sus puertas lo han hecho con todas las medidas de seguridad que se han dispuesto para las comunidades educativas, por lo que han servido como ejemplo para que otras instituciones se sumen y puedan volver a las clases presenciales. En nuestra Región del Biobío, la semana pasada el seremi Fernando Peña indicó que hasta entonces había ocho colegios en funciones, con alta asistencia de alumnos y que había otras 17 solicitudes que se estaban analizando para determinar si cumplían con los requisitos.
En América Latina, donde la mayoría de los alumnos permanecen fuera de las aulas, la Unicef, la Unesco y el Programa Mundial de Alimentos han llamado a los gobiernos del continente a intensificar la preparación de las escuelas para una eventual reapertura segura y ayudarles en este proceso. Las tres agencias de Naciones Unidas han puesto a disposición de los ministerios de educación, así como de los administradores y directores de centros educativos, dos guías de orientación que contribuyen a facilitar la planificación e implementación de un proceso de reapertura segura, de acuerdo con las normativas y protocolos elaborados por las autoridades de salud de cada país. Han señalado que el retorno a la escuela debe darse de manera segura, planificada, gradual e inclusiva, sin discriminar a nadie ni exponer la salud de los alumnos, los profesores y los funcionarios.
Desde que en marzo se declaró la emergencia sanitaria por la pandemia de covid-19, Latinoamérica se ha destacado por los esfuerzos significativos realizados por los distintos países para garantizar la continuidad educativa a través de la educación a distancia, sea ésta en línea, por televisión, radio y distribución de materiales impresos. Incluso algunos países ya han iniciado la preparación de protocolos para el regreso a las aulas, y ahora también han comenzado la reapertura progresiva de las escuelas mediante modalidades mixtas que combinan presencialidad con educación a distancia, las que gradualmente se van ajustando según la evolución de la pandemia.
De acuerdo con la ONU, estamos ante la disrupción educacional más grande de la historia, con escuelas que debido a la pandemia se han mantenido cerradas este año en más de 160 países, una medida que ha afectado la vida estudiantil de niños y jóvenes. Millones de niños han visto interrumpida su formación en pleno período de educación preescolar, que es una importante etapa igualadora de oportunidades. Y si bien la educación se ha realizado a distancia, por Internet, o con apoyo de la televisión o la radio, han quedado muchos alumnos atrás.
De acuerdo con estos tres organismos dependientes de las Naciones Unidas, es prioritario que las autoridades educativas, tomadores de decisiones en salud y servicios sociales básicos, así como administradores, directores y docentes, emprendan la planificación para el retorno a clases presenciales con miras a fortalecer los sistemas educativos de conformidad con las condiciones sanitarias adecuadas de cada nación. Este proceso es fundamental para los más vulnerables, quienes antes de la pandemia ya estaban fuera de la escuela o en riesgo de abandonarla, y para aquellos más marginados por razones de pobreza, discapacidad o residencia en zonas rurales distantes. Las dos guías elaboradas ofrecen una mirada estratégica y práctica a la vez para tener un regreso seguro a las aulas, con recomendaciones e insumos técnicos para planificar, preparar e implementar gradualmente la apertura de los colegios.
En nuestra Región del Biobío, la semana pasada el seremi Fernando Peña indicó que hasta entonces había ocho colegios en funciones, con alta asistencia de alumnos y que había otras 17 solicitudes que se estaban analizando para determinar si cumplían con los requisitos.