PICADA BENEFICIADA

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Margarita Grandón heredó el negocio de su mama, La Picada de Puchacay, que lleva 36 años de funcionamiento. Le iba bien, pero por la pandemia tuvo que cerrar. Trabajan 12 personas ahí y el local se lo pasaba lleno, entre comensales asiduos y eventos.

En septiembre postuló a uno de los llamados del Reactívate. Se adjudicó 3 millones de pesos, los que le permitieron comprar mercadería para preparar platos dieciocheros, los que pudo vender. "Justo salió esto cuando estábamos muy mal. Esto nos ayudó a reactivarnos", afirmó.