Es secretario general del Partido Progresista y anteriormente militó en el Movimiento Amplio Social (MAS), donde también fue dirigente nacional. Es director ejecutivo del Foro Latinoamericano de Derecho Humanos y esta es su primera elección popular.

-Considerando que este es el primer cargo de elección popular a nivel regional, ¿cómo es su conocimiento del territorio y cómo focalizará su campaña en terreno?

-Durante mi vida he podido conocer todas las comunas de nuestra Región, cada una de ellas enfrenta realidades muy diferentes y requiere que las prioridades sean definidas desde la misma comunidad; para ello es fundamental entender que necesitamos un Gobierno Regional con participación efectiva y vinculante, eso implica abandonar el modelo de participación testimonial, de reuniones de café y galletas, y avanzar a un gobierno colaborativo con enfoque de territorio, donde los diversos actores del mundo público, privado y social se transformen en corresponsables en la toma de decisiones. Mi campaña se ha enfocado en esto, respetando las medidas sanitarias hemos recorrido más de 20 comunas, escuchando, aprendiendo y construyendo propuestas con la ciudadanía, y esperamos completar las 33 comunas antes del 29 de noviembre, lo que sin duda es una señal significativa del tipo de Gobierno Regional que tendremos, del Biobío que queremos.

-Desde su sector hay más candidaturas que irán fuera de este pacto. En caso de ganar la primaria, ¿qué trabajo realizará para poder unir los apoyos y evitar una dispersión de votos en relación al candidato de Chile Vamos?

-Creo que la victoria del Apruebo es un claro mensaje: la gente, la gran mayoría de los chilenos y chilenas, quiere cambios profundos. Para ello es fundamental refrescar las papeletas electorales con caras nuevas, de otro modo nos seguirán gobernando los mismos. Muchos de los candidatos ya tuvieron su oportunidad y no hicieron esos cambios, no es lo mismo ser un funcionario de La Moneda que un representante de nuestra comunidad. Los cinco candidatos y los partidos de Unidad Constituyente somos muy diferentes, representamos mundos distintos, pero nos une la firme convicción de proponer a nuestra Región un programa común y de eso se trata, que cada uno de nosotros apoye decididamente a quien gane la elección primaria. Por ello lamento profundamente que los demás aspirantes al Gobierno Regional no se sumaran, ya que evidencia que hay proyectos individuales sobre los colectivos, favoreciendo así mismo la opción de la derecha conservadora. De todas formas, no tengo duda que el vencedor de la primaria del 29 de noviembre será el próximo Gobernador Regional del Biobío.

-¿Cuáles son las principales dificultades que advierte desde el punto de vista de las atribuciones que tendrá el gobernador regional y cómo espera que sea su relación con el delegado presidencial?

-Todos sabemos que este será un período de ajuste, en que el voto popular por primera vez en nuestra historia elegirá a la principal autoridad de cada región, y el delegado debe someterse a ello, pues será la gente y el millón y medio de habitantes del Biobío quienes decidirán a quien quieren liderando a la Región, por cierto no a un representante de La Moneda, sino a quien luchará por más recursos, más presupuesto, más obras, más empleos y más médicos para la gente, en vez de simplemente obedecer los mandatos del Presidente de turno. Esta vez no se trata de designar una autoridad, esta vez elegimos un representante de nuestra comunidad.

-¿Cómo definiría su sello si llega a ser elegido como gobernador regional y en qué aspecto o áreas orientará su trabajo?

-Nuestro Gobierno Regional estará enfocado en la dignidad de la persona, en el progreso y desarrollo sustentable, en asegurar el derecho a la salud, el trabajo, la vivienda y la educación digna, con respeto a los Derechos Humanos y con descentralización efectiva. En cuatro años crearemos 120 mil empleos por medio de una alianza público-privada y en el corto plazo una política de emergencia social para la reactivación post pandemia para ir en auxilio de las familias, los pequeños y medianos comercios y la industria. Tendremos un programa de becas de especialidad formando 100 médicos especialistas cada año, bajo el compromiso de que se queden en la Región. Le daremos dignidad a las más de 15 mil personas que viven en campamentos, lucharemos por sus viviendas, fomentando la economía a través de su construcción y con el compromiso de utilizar materias primas y mano de obra de nuestra zona.

Tendremos un Gobierno Regional paritario, con equilibrio entre mujeres y hombres en la contratación, ante igual funciones igual remuneración. La democracia colaborativa es posible, convocaremos al mundo público, privado y la sociedad civil de la Región, unidos saldremos adelante. Promoveremos ciclovías en las 33 comunas, la vida sana y por cierto, ¡la Región del Biobío no será nunca más una zona de sacrificio!

Fue administrador municipal en Hualpén bajo la administración de Marcelo Rivera, además se desempeñó como seremi de Economía en el primer gobierno de Bachelet y como seremi de Transportes en la segunda administración. Nunca se ha presentado a una elección popular.

--Considerando que este es el primer cargo de elección popular a nivel regional, ¿cómo es su conocimiento del territorio y cómo focalizará su campaña en terreno?

-Conozco la Región del Biobío gracias a 20 años de trabajo en servicios públicos, apoyando microempresas urbanas y rurales. Cuando me correspondió ser seremi de Transporte, recorrí principalmente territorios con mayores problemas de conectividad desde Tirúa hasta Alto Biobío y desde Antuco a Cobquecura (antes que fuera parte de Ñuble). En ese trabajo diseñamos decenas de servicios de transporte público subsidiados para zonas rurales entre muchos. Ahora el despliegue territorial lo realizo a través de la estructura de mi partido, presidentes provinciales, directivas comunales y gran apoyo de independientes. Las redes sociales juegan un papel fundamental.

-Desde su sector hay más candidaturas que irán fuera de este pacto. En caso de ganar la primaria, ¿qué trabajo realizará para poder unir los apoyos y evitar una dispersión de votos en relación al candidato de Chile Vamos?

-Cada pacto y partido está definiendo sus candidatos de distintas maneras. Nosotros en el pacto tomamos la opción más democrática que es una primaria legal, la única en la Región. Dentro del pacto tenemos un compromiso de apoyar a quién sea el elegido por la ciudadanía. Además, personalmente focalizaré el trabajo con autoridades locales, principalmente concejales, independientes, dirigentes sociales. La estructura de nuestro programa está diseñada principalmente en principios fundamentales que debemos instalar. Creemos que con esto lograremos conquistar confianzas, generar unidad, promover tolerancia y poner por sobre todo por delante el desarrollo de nuestra Región.

-¿Cuáles son las principales dificultades que advierte desde el punto de vista de las atribuciones que tendrá el gobernador regional y cómo espera que sea su relación con el delegado presidencial?

-El delegado presidencial no me preocupa. Creo que por el bienestar de la Región no tendremos problemas en coordinarnos, a pesar de que él tendrá atribuciones mínimas, no hay que olvidar que Seremis y Directores de Servicios dependen de ministros y directores nacionales, no del delegado. Me preocupa más hacer un llamado a los vecinos y vecinas de nuestra Región a participar tanto en estas primarias como en las elecciones de gobernadores en abril del 2021. El gobernador en ejercicio necesitará el mayor apoyo ciudadano y político para tempranamente ajustar presupuesto y orientarlo a urgencias de la región, desempleo por ejemplo, y solicitar al Presidente de República traspaso de atribuciones.

-¿Cómo definiría su sello si llega a ser elegido como gobernador regional y en qué aspecto o áreas orientará su trabajo?

-Mi sello principal será humanizar la política, generar confianzas, promover tolerancia, generar un pacto por el desarrollo regional con todas las tendencias políticas e independientes. Eso se hace con mucho trabajo en terreno de cara a la gente, estrechar relaciones con alcalde, concejales y consejeros regionales. Procesos participativos vinculantes, presupuestos participativos, ventanillas únicas para servicios tan importantes como fomento productivo etc.

Fue consejero regional cuando el cargo no era de elección popular, sino que designado por los concejales. En el segundo mandato de Michelle Bachelet asumió como seremi de Gobierno y terminado el periodo se desempeñó como Encargado de Seguridad de la Municipalidad de Chiguayante. Es su primera elección popular.

-Considerando que este es el primer cargo de elección popular a nivel regional, ¿cómo es su conocimiento del territorio y cómo focalizará su campaña en terreno?

-Tengo la fortuna de conocer las 33 comunas de la Región del Biobío y a sus habitantes, gracias al trabajo que realicé como consejero regional, como dirigente político, como autoridad de gobierno y hoy como candidato. A mí me gusta dialogar y ese es el foco de mi campaña: conocer en profundidad los dolores y los sueños de las personas, ya sea en reuniones presenciales o a través de las herramientas que ofrece la tecnología. Pero siempre con el foco en conversar con mujeres y hombres y, desde ahí, construir políticas públicas junto a ellos.

-Desde su sector hay más candidaturas que irán fuera de este pacto. En caso de ganar la primaria, ¿qué trabajo realizará para poder unir los apoyos y evitar una dispersión de votos en relación al candidato de Chile Vamos?

-La unidad de la política se debe hacer desde las convicciones, las posiciones y las miradas frente a los desafíos de la Región. Nunca seré un obstáculo para la unidad y siempre la promoveré. Por eso valoro la decisión de cinco partidos de poder definir nuestro candidato de manera participativa, siendo coherentes con nuestro discurso de mayor participación y mayor democracia en este nuevo Chile.

-¿Cuáles son las principales dificultades que advierte desde el punto de vista de las atribuciones que tendrá el gobernador regional y cómo espera que sea su relación con el delegado presidencial?

-La derecha ha demostrado no creer en la descentralización. No sólo ha demorado las normativas para la concreción de la institucionalidad de los gobernadores regionales, sino que ha enviado un proyecto que decide los fondos regionales, que no es el que las regiones esperábamos. Debemos solicitar nuevas competencias y mayores recursos para las regiones y eso se hace no sólo dialogando con el delegado del Presidente sino articulando una posición regional amplia, que permita traer nuevos recursos y competencias al Biobío, porque acá están los profesionales capacitados para ocupar bien esos recursos conociendo los anhelos y los desafíos regionales.

-¿Cómo definiría su sello si llega a ser elegido como gobernador regional y en qué aspecto o áreas orientará su trabajo?

-Trabajo transversal, con participación ciudadana y con énfasis en crear empleo invirtiendo bien los recursos públicos regionales. Debemos articular la gestión de nuestra academia con el sector productivo para incentivar proyectos estratégicos e innovadores, que posicionen a la Región del Biobío en el mundo, trayendo desarrollo, generando empleo y mejorando las condiciones de vida de las mujeres y hombres que habitan el Biobío.

Faltan dos meses para la inscripción oficial de candidaturas a gobernador regional y el partido Unión Demócrata Independiente aún no tiene listo el nombre del candidato que irá en la papeleta del domingo 11 de abril.

La consejera regional Flor Weisse presentó su precandidatura en julio del año pasado, lo que le ha permitido sumar más meses en campaña, especialmente en redes sociales. Incluso, Weisse renunció el pasado 2 de octubre a la presidencia del Consejo Regional para poder focalizar sus esfuerzos en su campaña.

Sin embargo, el mismo día el exconsejero regional Jaime Vásquez anunció que había inscrito su precandidatura ante las entidades internas del gremialismo. Vásquez, quien fue candidato a alcalde de Lota el 2016 y durante un par de meses presidió regionalmente el partido, es cercano a la senadora y presidenta nacional de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe.

Como Renovación Nacional y Evópoli descartaron llevar cartas para este cargo, la dirigencia de la UDI debe elegir entre Weisse y Vásquez, para llevar en la papeleta de abril. La primera cuenta con una clara ventaja respecto al avance y conocimiento de su campaña.

El presidente regional de la UDI, Patricio Kuhn, indicó que la decisión sobre quién será finalmente el candidato es del comité electoral "que trabaja en base a información más bien técnica. Pueden haber sondeos o algún tipo de medición que nos diga y nos despeje el panorama sobre cuál es nuestra mejor carta en el sentido electoral".

Consultado sobre la fecha en que se tendrá una definición, aseveró que "en los próximos días". Además aclaró que dicho comité está conformado por los presidentes regionales, la directiva nacional y miembros del comité político del partido.