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-¿El "estallido social" les dio la razón a los "solidarios"?
-Sin duda. Los solidarios han demostrado una mayor capacidad de sintonizar con las demandas sociales. Pero si adherimos a la tesis de que las protestas se explican por la paradoja de la modernización, el estallido social no implica necesariamente una derrota de los subsidiarios, sino demandas de una versión más justa del liberalismo. Es lo que parecen indicar las encuestas de opinión cuando muestran que los chilenos piden una mayor presencia del Estado en la economía para proveer derechos en pensiones, salud y educación pero valoran a la vez la economía de mercado. Si esta tesis es la correcta, se trataría de encontrar un punto de convergencia entre libertad económica y justicia social, una de las propuestas de lo que llamamos en el libro el "liberalismo renovado" de Evópoli.
-¿Quiénes podrían ser "solidarios" en la UDI? ¿Lavín, por ejemplo, que se ha declarado socialdemócrata?
-Las posiciones solidarias son siempre las más moderadas tanto en materias redistributivas como en relación a las cuestiones valóricas, incluido el cambio a la Constitución. Los solidarios en la UDI son por lo tanto quienes adoptan las posiciones más centristas sobre esos temas. En varios países, la derecha se ha apropiado ciertas tesis de la socialdemocracia (Merkel tomó por ejemplo medidas para acercarse a los sindicatos, planteó la reducción de la edad de jubilación para ciertos sectores…), por lo que las declaraciones de Lavín no deberían sorprender, teniendo en cuenta además sus propias posiciones desde que disputó la presidencia en 1999-2000.
-Los temas valóricos, ¿han sido desplazados en importancia en la división entre posturas de la derecha?
-El liberalismo cultural es lo que diferencia fundamentalmente a Evópoli de sus socios de coalición, salvo en lo que respecta a la "despenalización" del aborto a la que los dirigentes de ese partido se oponían también mayoritariamente en 2016. Para crecer hacia el centro y reconectarse con sociedades cada vez más liberales en el ámbito moral, la derecha en el mundo tendió a optar por una renovación en el eje sociocultural. Sucedió, entre otros, con el partido conservador británico durante Cameron. Incorporó a su agenda nuevos temas como el matrimonio de personas del mismo sexo o la protección del medio ambiente. Pero esto no tocó los fundamentos del liberalismo económico. Al revés, se puso el énfasis en la sociedad civil más que en el Estado cuyo rol se buscó reducir fomentando el asociativismo y al voluntariado con un foco de transferencia del poder desde el nivel central hacia el local. Actualmente en Chile lo que está en juego es la renovación de la derecha en el eje redistributivo, lo que plantea desafíos de otra envergadura a la coalición, pues implica realizar cambios estructurales haciéndose cargo de las demandas sociales.
-Evópoli había adquirido tras el estallido cierto protagonismo, con Blumel y Briones, pero el cambio de gabinete puso al UDI Víctor Pérez en Interior. ¿Cómo debe interpretarse?
-El cambio de gabinete respondió a la necesidad de reordenar la coalición para evitar una crisis de gobernabilidad. Contribuyó por cierto a reestablecer ciertos equilibrios entre las diferentes sensibilidades permitiendo que la representación de Evópoli en el gabinete sea más acorde a su peso real. También buscó reconciliar al gobierno con los sectores más duros de la derecha que desde el estallido social en adelante tendieron a dejar solo al Presidente, con consecuencias negativas para la coalición de gobierno.
-¿Puede "desactivar" a una figura el estar en el gabinete? Mario Desbordes, quien había tenido fuerte presencia conectando con las demandas sociales, la ha perdido al ser ministro de Defensa…
-El Ministerio de Defensa efectivamente no suele ser un lugar desde el cual se habla mucho de política interna. Pero en el contexto particular del plebiscito hay que recordar que son las Fuerzas Armadas las que vigilarán el proceso completo, lo que otorga al ministro un rol clave e histórico.
-¿Qué significa el proceso constituyente para la coalición "Chile Vamos": una prueba que hará más fuerte su unión, un aviso de divorcio, un altibajo más?
-En ningún momento el proceso constituyente ha polarizado a la coalición en torno al clivaje autoritarismo-democracia. Ambas posturas han sido presentadas desde el principio como legítimas, incluso con la idea del "Rechazar para reformar", que instala la idea de que nadie se cierra a algún grado de revisión de la Constitución.
-¿Cambiará el resultado del plebiscito las posiciones relativas de las sensibilidades que identificaron dentro de los partidos?
-Es probable que se siga reforzando la sensibilidad solidaria, dependiendo del resultado de las elecciones de convencionales constituyentes de abril próximo.
-¿Podrá la derecha avanzar en reformas contrarias a su programa tradicional, como pensiones o salud?
-Ya lo está haciendo con la idea de pensión universal a la que cualquiera podría acceder sin necesidad de haber contribuido, que extiende al 85% de la población más vulnerable los beneficios de la Pensión Básica Solidaria o a través de los cambios estructurales a las AFP. Estas decisiones reflejan en parte la sensibilidad solidaria presente al interior de la coalición.