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El proceso se realizará el domingo 25 de octubre bajo nuevos protocolos para evitar los contagios

Los desafíos que suma el covid-19 al plebiscito sobre la Constitución

Las autoridades involucradas en la coordinación del evento coinciden en que si los electores cumplen con los protocolos, el uso de la mascarilla y la distancia física, no deberían generarse brotes de coronavirus. La Seremi de Salud prepara una fuerte fiscalización para esa fecha.
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Por Alma Canales Silva / alma.canales@diarioelsur.cl

El plebiscito del domingo 25 de octubre va a ser histórica. No sólo porque la ciudadanía se pronunciará sobre si quiere mantener la actual Constitución o elaborar una nueva (y de ser así, quiénes la redactarán), sino porque es la primera votación que se hace en un contexto de emergencia sanitaria, en una región que, hasta ahora, tiene a 13 de sus 33 comunas en cuarentena.

En Biobío hay 1.325.880 personas habilitadas para sufragar.

Francesca Parodi, seremi de Gobierno, reconoce que planear una actividad donde, además de asegurar el derecho a voto hay que tomar los resguardos para que no se produzcan contagios de covid-19, presenta un desafío extra. "Tiene complejidades mayores, y no sólo para el trabajo del Servel en el local de votación, sino el trabajo que se hace día a día para controlar las medidas restrictivas, como el uso de mascarillas, tenemos comunas en cuarentena. Requiere de esfuerzos especiales, pero se están coordinando para que tengamos una elección segura", plantea.

Agrega que las instituciones que participan del proceso han fijado medidas para evitar contagios de coronavirus. No obstante, recuerda que para que no se generen brotes es necesario que la ciudadanía ponga de su parte.

"Esperamos que no se le pierda el miedo al covid-19, porque eso hace que recordemos todas las medidas de autocuidado que son fundamentales para no contagiarnos ni contagiar a los demás. Si seguimos las medidas sanitarias que nos va a imponer el Servel dentro de los locales de votación deberíamos tener un plebiscito seguro y participativo", afirma.

Para que esto no ocurra, este año se incrementaron los locales de votación. Si en 2017 hubo 216 (se consideran las tres provincias que actualmente conforman la Región del Biobío) y 3.893 mesas, este 25 de octubre habrá 4 mil 87 mesas repartidas en 260 locales. La idea es que haya menos personas por mesa, para así evitar las aglomeraciones, menciona Pamela Manríquez, directora (s) regional del Servicio Electoral, Servel.

"Estamos todos preocupados de que el proceso salga bien. La Seremi de Salud va a tener fiscalizadores para el cumplimiento de las resoluciones sanitarias", afirma. Esto se complementará con el trabajo de los facilitadores, cargo nuevo creado para reforzar las medidas de protección entre los electores, que incluye el uso de mascarillas y la distancia física.

Los ajustes del servel

El primer ajuste que tuvo que hacer el Servel fue el protocolo para el manejo del material electoral. Pamela Manríquez, directora (s) del Servel Biobío cuenta que tuvieron que generar dos grupos de trabajo, conformados por el equipo del servicio más una empresa externa que los apoya en estas tareas. Con ello adicionan 40 personas.

El cambio más profundo se relaciona con el proceso en sí. El uso de mascarillas será obligatorio para todos quienes asistan. Además, los vocales de mesa tendrán elementos de seguridad adicionales (como guantes o escudo facial), los que serán aportados por el Servel.

Junto con preocuparse de corroborar la identidad de los electores, de registrarlo adecuadamente y de contabilizar las preferencias, estas figuras deberán sanitizar regularmente las urnas y el espacio a utilizar.

Manríquez indica que está coordinada con los municipios la higienización de los colegios que funcionarán como locales de votación, lo que se hará antes de la elección y posterior a ella. También ayudarán a mantener limpios los basureros, sobre todo aquellos donde se depositen elementos personales de protección.

Para reducir al mínimo la posibilidad de aglomeraciones, Manríquez recuerda que se extendió a 12 horas el horario de votación y también se fijó una franja exclusiva para adultos mayores, entre las 14 y las 17 horas.

Como los locales aumentaron de 216 a 260, invita a las personas habilitadas a sufragar a revisar sus datos electorales, para corroborar el lugar donde tendrá que emitir su voto.

Parte operativa

Por ley, son las Fuerzas Armadas las que asumen el control del orden público durante las elecciones. Custodian los locales de votación, resguardan el material que se va a utilizar en el proceso y que éste se lleve a cabo sin inconvenientes. Aunque este año harán lo mismo, a diferencia de procesos anteriores, el contingente ha cumplido labores de seguridad y control del orden público desde mediados de marzo, cuando se decretó estado de excepción producto de la pandemia por covid-19.

Sobre esto, el contraalmirante Carlos Huber, jefe de la Defensa Regional, afirmó en varios puntos de prensa que están preparados para asumir este desafío.

El contraalmirante expone que la contingencia sanitaria establece un escenario distinto a los actos electorales anteriores; sin embargo, manifiesta, "tal como lo hemos realizado durante los siete meses de estado de excepción constitucional de catástrofe decretado por la pandemia del coronavirus, el día del plebiscito los efectivos de las Armada, Ejército, Carabineros y PDI continuarán colaborando en la fiscalización del cumplimiento de las medidas sanitarias dispuestas por la autoridad de salud".

Además, menciona que todos los establecimientos educacionales habilitados como locales de votación dispondrán de un contingente de efectivos que permita resguardar la seguridad.

"Las tareas de orden público estarán a cargo del personal de Carabineros de Chile y PDI y todos en su conjunto continuarán contribuyendo a fiscalizar que la comunidad cumpla con las medidas sanitarias dispuestas para ese día", puntualiza.

En el caso de la Seremi de Salud, también consideran un despliegue para supervisar que se cumpla lo dispuesto en el "Protocolo Sanitario Plebiscito Nacional 2020", que fue publicado en el Diario Oficial.

Un nuevo actor

A diferencia de elecciones anteriores, esta vez la Seremi de Salud participará y tendrá un rol muy importante. El secretario regional ministerial, Héctor Muñoz, detalla que la función de la Autoridad Sanitaria será verificar el cumplimiento de las resoluciones y los protocolos establecidos por el Ministerio de Salud.

"Esta semana hemos estado trabajando con los municipios que son los responsables de los locales de votación, para revisar de manera conjunta indicaciones para variables sanitarias de infraestructura y controles de vectores de interés sanitario en los recintos, además de lo que exige el protocolo respecto a la limpieza y sanitización para los días 23 y 24 de octubre, previo a la votación del 25", explica.

También participarán en la capacitación de los vocales, que se hará la jornada anterior a la elección. Iván Cárcamo, encargado de Emergencias y Desastres de la Seremi, comenta que el protocolo del Servel tiene un ítem especial para el cumplimiento de las capacitaciones.

El seremi de Salud agrega que entre las cosas que verificarán está la distancia mínima entre personas, el uso obligatorio de la mascarilla en el momento de la votación. También recomienda el lavado de manos después de sufragar y portar alcohol gel para higienizar las manos en el local de votación.

El jefe del Departamento de Acción Sanitaria de la Seremi, Hugo Rojas, indica que se está elaborando un procedimiento de trabajo para el actuar de ese día en caso de presentarse casos sospechosos de covid-19 en locales de votación.

El fantasma de los brotes

Las reuniones masivas son vistas con cuidado, porque son posibles focos de contagio. Así lo manifestó el gobierno y el Parlamento cuando, a inicio de año, cambiaron de abril a octubre la fecha del plebiscito.

No obstante, como ya hay experiencia acumulada sobre el virus, las autoridades afirman que si se toman las medidas adecuadas, esta votación será segura.

Pamela Manríquez, directora (s) del Servel Biobío, plantea que "todos estamos preocupados de que el proceso salga bien y la Seremi de Salud va a tener fiscalizaciones".

La seremi de Gobierno, Francesca Parodi, reconoce que las aglomeraciones son un riesgo, pero asegura que si todos adoptan las medidas fijadas para la elección no debería haber problemas.

Cecilia Soto, jefa del Departamento Salud Pública de la Seremi remarca que el incremento o disminución de los casos depende de factores como el comportamiento social, el uso de mascarilla, el distanciamiento mínimo entre personas, la higiene de manos, el retorno directo la domicilio, evitar reunión o aglomeraciones y otras conductas.

De todas formas, añade, "el impacto sanitario podremos evaluarlo tras el período de incubación del virus, es decir, 12 a 14 días después del plebiscito".