Las lecciones y tareas que deja Erede 2020
Cada año, la realización del Encuentro Regional de Empresas (Erede), que organiza Irade, es la oportunidad de tomar el pulso al rol que cumple el sector privado en el desarrollo local, en particular en el territorio de Biobío.
Este año no fue la excepción, con la particularidad que debido a la emergencia sanitaria la actividad se realizó de manera íntegramente remota, con participación del Presidente de la República, los ministros de Hacienda y Obras Públicas, además de analistas y representantes de gremios regionales.
Así, fue posible conocer la sana y necesaria autocrítica con la que la presidente de Irade, Patricia Palacios, abordó el rol que debe cumplir la empresa privada en la etapa que se viene para el país una vez que la pandemia comience a controlarse: la reactivación económica y social.
En esa línea, la dirigenta planteó que "ya no es suficiente cumplir la norma en materia laboral, ambiental y social; debemos ir más allá de los mínimos que nos impone nuestra legislación, y no por obligación, sino por convicción. La crisis de confianza que embarga al mundo empresarial tiene que ver, en buena medida, con la actitud de ceñirse solo a cumplir el mínimo exigido por la ley".
Añadió que "no se puede criticar al otro sin primero intentar ser un modelo de rol (..) no basta con responsabilizar a la burocracia estatal por la tardanza en la aprobación de permisos o a las comunidades y actores sociales por oponerse a los proyectos de desarrollo. Las empresas estamos llamadas a crear y promover buenos proyectos, bien planteados y que cumplan a cabalidad con las condiciones ambientales y sociales necesarias para su aceptación y aprobación".
Aunque no es lo habitual, es importante que los liderazgos gremiales consideren -como lo hace Palacios- una visión mucho más crítica de su propio quehacer. Especialmente cuando lo que suele primar en el ámbito público es una actitud autocomplaciente y basada exclusivamente en la defensa de intereses propios, que termina por acrecentar la brecha existente entre empresariado y sociedad civil.
Por ello, resuena con especial fuerza el mensaje de la líder gremial, quien planteó que "los ciudadanos ya no solo esperan que tengamos una misión y una visión, sino también un propósito. Así que seamos responsables con la naturaleza, con cada metro cuadrado sobre el que generamos algún impacto, ya sea en tierra, aire o mar; con o sin pandemia. Ello también implica responsabilidad con quienes viven y transitan el territorio que intervenimos. No nos limitemos a compensar; conectémonos con las alegrías y los dolores del entorno, con los anhelos y necesidades de nuestros vecinos; conozcamos su historia, contémosles la nuestra y proyectemos juntos un futuro basado en el respeto y el valor compartido".
Durante el desarrollo del encuentro surgió también otra arista en la que el sector privado regional tiene mucho que decir. Fue a propósito de lo planteado por el Presidente de la República, Sebastián Piñera, quien a la hora de dar a conocer la inversión pública del plan "Paso a Paso, Chile se Recupera" -que considerará una inversión de 568 millones de dólares en la Región- precisó que éste contará con una mesa regional de coordinación público-privada, "para ir haciendo el seguimiento y las correcciones que este plan requiera".
Al día siguiente, el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, profundizó en la forma en que se trabajará esa articulación público-privada en el seguimiento de los proyectos: "No queremos perder ni un segundo en lograr que estas cosas se realicen, y los que mejor conocen las realidades son las personas del Biobío. Por esa razón formamos en cada región un equipo de gente con las autoridades, el sector privado, los dirigentes gremiales y sociales, y los académicos, de tal manera de poder juntar a todas las personas que pueden aportar en que esto se pueda llevar a la práctica lo antes posible. Mientras antes podamos lograr que estos proyectos sean una realidad, antes vamos a poder ofrecer trabajo a una persona y una oportunidad a una empresa".
El secretario de Estado indicó que la mesa de coordinación público-privada será liderada por el intendente Sergio Giacaman, a modo de colaborar con el MOP y el resto de los ministerios en la concreción de las iniciativas.
Es indudable que -si se cumple de forma efectiva el compromiso de las autoridades- esta será una excelente oportunidad de avanzar en la gobernanza regional, necesaria para hacer efectiva la mayor participación del mundo privado en las decisiones que marcarán el futuro de nuestra zona. Si aquello se ejecuta realmente, será un paso muy importante en la descentralización del país, proceso que muchas veces se concentra en el aparato estatal, pero no considera la relevancia capital que tiene asignar mayor poder de decisión a los actores locales, en este caso la empresa, sociedad civil y academia regional.
Es indudable que la pandemia y sus consecuencias hace más urgente que las tareas planteadas en el marco del encuentro Erede 2020 tengan un impacto real y significativo en la Región y no queden sencillamente como declaraciones de buenas intenciones frente a una situación que amerita dar lo mejor de cada uno por el bien de Biobío y su gente.
Aunque no es lo habitual, es importante que los liderazgos gremiales consideren una visión mucho más crítica de su propio quehacer. Especialmente cuando lo que suele primar en el ámbito público es una actitud autocomplaciente y basada exclusivamente en la defensa de los intereses propios.