La necesaria activación laboral
Osvaldo Luengo Cerda, Director Zona Sur Fundación Emplea,
En Chile, hoy existen más de 600 mil personas mayores de 18 años que viven en situación de pobreza y se encuentran desempleadas o inactivas. De ellos, 285.000 están en situación de pobreza monetaria y multidimensional.
Son migrantes, fueron excluidos del sistema escolar y no completaron su educación, son adultos mayores, padecen alguna discapacidad mental, viven en situación de calle, han tenido problemas con la justicia o han tenido consumo problemático de drogas. Por lo tanto, no cuentan con redes, autoestima, habilidades interpersonales o la capacidad de escribir un currículum. Si conseguir trabajo puede ser complejo para cualquier persona, para ellos, es casi una misión imposible.
Lo anterior, es una preocupación constante para la mesa social de la Red Apostólica Ignaciana (RAI), de la Región del Bío Bío, por el contexto a que se ha visto enfrentado la región, en donde existe un aumento sostenido de la población en riesgo sumado a pérdida de empleo desde octubre del año 2019, y es por ello que junto a las instituciones que componemos la RAI nos parece relevante visibilizar la situación regional ante la opinión pública.
Es por esto que Emplea se ocupa, además de la inclusión, de la activación laboral de los muchos grupos que hoy se encuentran fuera de un sistema que no incorpora al que es diferente.
La activación laboral de personas desempleadas o inactivas es un gran desafío como país en nuestra lucha por superar la pobreza, y a su vez también una oportunidad para nuestra economía. Logrando enlazar el cargo y la empresa con el potencial y capacidades de los candidatos, todos se benefician: las empresas, sus trabajadores y la sociedad en general impulsando organizaciones más seguras, trascendentes y productivas.
Para lograrlo, ellos necesitan potenciar y desarrollar sus trayectorias laborales mediante dispositivos y políticas innovadoras.
En países desarrollados, por cada peso que el estado invierte en capacitación, se suma también uno para intermediación laboral. Se trata de preparar, orientar y acompañar a la persona en su proceso de búsqueda y mantención de un empleo a su medida en donde tenga la oportunidad de desplegar sus talentos y capacidades, en condiciones dignas e inclusivas.
Para avanzar en esta activación, es clave asimilar el concepto de trabajo decente, que la OIT definió en 1999 como "el desarrollado en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana".
Trabajo es entregar seguridad y estabilidad, es realización y plenitud personal, por el hecho de ser capaz de ganarse la vida, no sólo en términos económicos, sino como vehículo de transformación social.