El legado de una gesta histórica
En tiempos en que reinan el descrédito y la desconfianza, la figura de héroes del pasado aparece con más fuerza y contenido, cuando se conocen los episodios gloriosos de quienes ofrendaron sus vidas al servicio de la Patria. Hoy 21 de mayo recordamos a Arturo Prat y a aquellos marinos que en 1879 murieron en la rada de Iquique, donde la valentía y las convicciones superaron el amargo momento de enfrentar un combate desigual.
Arturo Prat Chacón, un abogado sencillo, capitán de la Esmeralda, es recordado hoy junto con toda esa tripulación, por la forma valiente como encabezó el abordaje del monitor peruano Huáscar. Ese hecho de la Guerra del Pacífico es un símbolo de entrega a la Patria y por eso hoy se recuerda este episodio como el Día de las Glorias Navales. Allí sellaron su compromiso marinos que eran gente honesta, trabajadora, responsable, respetuosa y con gran sentido del deber.
Las actividades habituales de celebración con público de esta fecha y del Mes del Mar han sido suspendidas, para que el personal de la Armada se dedique por completo a las tareas que se desarrollan para enfrentar la emergencia sanitaria por la pandemia de covid-19. Por lo tanto, tal como ha ocurrido con muchos otros eventos en el país y el mundo, debido a estas circunstancias extraordinarias, se trata de una ocasión para recordar, pero sin una celebración pública en esta oportunidad.
El comandante en jefe de la Armada, almirante Julio Leiva, ha reconocido el trabajo que han desplegado los integrantes de la institución, que apoyan las medidas dispuestas por la autoridad sanitaria frente a la pandemia de coronavirus. Las dotaciones de la Escuadra Nacional de Valparaíso y Talcahuano se encuentran desplegadas en éstas y otras ciudades, incluidas la Antártida y zonas insulares, cumpliendo tareas de resguardo de la soberanía y vigilando los espacios marítimos. El personal ha asumido el control de la seguridad durante el toque de queda y cuando se han dispuesto cordones sanitarios, como el que se inició ayer a las 18 horas y se prolongará hasta el domingo a las 22 horas en el Gran Concepción, para evitar desplazamientos de familias, que pudieran acentuar los contagios. Asimismo, la institución ha dispuesto sus instalaciones hospitalarias y de salud para ayudar a superar la emergencia.
La Armada de Chile se siente depositaria del legado de heroísmo, valentía y entrega a la Patria dejado por el capitán Arturo Prat y de los marinos que lo acompañaron al ofrendar sus vidas. Esta fecha tiene un significado muy especial, pues es un reconocimiento a quienes desde los primeros días de nuestra Independencia vislumbraron lo que nuestra dilatada costa podía significar para la riqueza nacional. A la Armada se le ha encomendado la misión del resguardo de la navegación, de la policía marítima y del combate contra la contaminación. La importancia del Chile marítimo se le debe también a aquellos visionarios que supieron aquilatar, en la distancia del tiempo, lo que significaría. José Miguel Carrera tal vez fue el primero que lo demostró, al adquirir con su propio patrimonio los buques que debían formar una escuadra que le diera a la patria el dominio del mar. Bernardo O'Higgins, que con esas "cuatro tablas" logró conquistarlo. Asilado en Perú, siempre estuvo abogando ante las autoridades chilenas para extender nuestra costa hasta el fin del continente americano y crear una empresa de remolcadores a vapor en el Estrecho de Magallanes. Manuel Blanco Encalada le dio a Chile los primeros triunfos en el mar, mientras Arturo Prat y Carlos Condell terminaron con las pretensiones peruanas, sellando la hegemonía marítima chilena, durante la Guerra del Pacífico.
Es bueno mirar hoy lo que hicieron ellos y tantos otros, de forma silenciosa y sin pedir nada a cambio. El espíritu y legado de Arturo Prat y sus marinos sigue más vivo que nunca y representa un ejemplo para nuestra Nación.
Tal como ha ocurrido con muchos otros eventos en el país y el mundo, debido a las circunstancias extraordinarias vinculadas a la pandemia, se trata de una ocasión para recordar, pero sin una celebración pública en esta oportunidad.