Cipa avanza en creación de materiales antimicrobianos con la nanotecnología
En el último tiempo los esfuerzos de las comunidades médicas y científicas en el mundo están centrados en conocer más sobre la nueva cepa de coronavirus denominada covid-19, en hallar tratamientos efectivos para la enfermedad que causa y también herramientas o fármacos que contribuyan a prevenir su contagio. Cada paso que se da en este ámbito, cada nuevo saber, es un gran avance.
Si bien queda mucho por investigar, muchos aspectos que comprender para generar desarrollos particulares en relación a este agresivo agente viral descubierto recientemente, desde hace largo tiempo que en Concepción se está avanzando en innovaciones de materiales con atributos antivirales y antibacterianos, de la mano del uso de la nanotecnología.
Y las aplicaciones médicas, en específico mascarillas, guantes y desinfectantes, son los potenciales usos de estos desarrollos, afirma el científico que trabaja en esta temática, doctor Varaprasad Kokkarachedu, investigador indio que se desempeña en el Centro de Investigación de Polímeros Avanzados (Cipa), alojado en la Universidad del Bío-Bío.
NANOPARTÍCULAS
QUE CUIDAN LA SALUD
El doctor en Ciencias explica que la nanotecnología aplicada en la creación de materiales se basa en la incorporación a distintas matrices de partículas tan minúsculas que son invisibles al ojo humano, de ahí el término "nano", pero que el potencial que tiene su aplicación no se condice con su pequeño tamaño, pues pueden generar cambios a gran escala. En este caso, contrarrestar la acción negativa de microorganismos patógenos, foco del trabajo científico de Kokkarachedu que comenzó en 2014, cuando llegó a Cipa para integrarse al área de valorización tecnológica, con el fin de generar nuevas alternativas tecnológicas para solucionar problemas de salud pública, luego de realizar una estancia de postdoctorado en la Universidad de Concepción.
Distintos elementos y sus propiedades se desafió el investigador a estudiar desde ese momento en los laboratorios del centro; con hallazgos que llevaron a que la cúrcuma, el óxido de zinc y el óxido de cobre sean parte de las materias primas que destaca con "un rol clave" de los innovadores materiales. Esto, asevera, "debido a sus propiedades físicas, químicas y biológicas avanzadas, ya que pueden retardar el crecimiento de un patógeno, incluso frente aquellos que son resistentes a los fármacos actuales utilizados para el cuidado de la salud".
En específico, precisa que el efecto se potencia a través de la fabricación de nanopartículas compuestas por un núcleo de óxido de zinc cubierto por una coraza de óxido de cobre. En concreto, estas nanopartículas pueden intervenir microorganismos, intoxicarlos y alterar su ADN para producir su muerte.
POTENCIAL ROL
El científico cuenta que además de insumos médicos, donde impulsar su salida al mercado es hoy uno de los horizontes de las investigaciones como la que lidera a raíz de la crisis sanitaria del covid-19, esta nanotecnología también se puede aplicar al desarrollo de productos cosméticos, textiles y otras áreas donde se desea contar con materiales eficientes para controlar la acción de patógenos.
Mascarillas, guantes, vendas, desinfectantes, protectores solares y también elementos de la infraestructura hospitalaria son parte de las aplicaciones de estas nanopartículas. Esto quiere decir que podrían estar presentes en gran parte de los insumos que en el actual contexto sanitario han aumentado la demanda y también cree que podrían redefinir el estilo de vida de la población post-pandemia.
De hecho, se puede prever que en los próximos años exista una clara tendencia a disminuir los riesgos sanitarios mediante el uso de prendas y artículos elaborados a partir de materiales inteligentes, antipatógenos, y no solo por un uso especializado en el sector salubrista, sino que a nivel general. Y ante esto, cree el experto y quienes trabajan en el ámbito de las revolucionarias innovaciones con nanotecnología, ésta jugaría un rol relevante en la contención y protección del virus que es hoy la gran amenaza para la salud pública y de otros patógenos. Sobre esto, destaca que la tecnología en la que trabaja es de fácil escalamiento, es decir, pasar desde la innovación en el laboratorio a uno a escala productiva-industrial.
Y para que el desarrollo de investigaciones y proyectos materializados como productos innovadores, con cualidades basadas en evidencia, lleguen realmente al mercado y beneficien a la comunidad, la colaboración entre el mundo científico y el sector productivo o industria para transferir conocimiento y tecnología es clave, resalta el doctor Claudio Toro, director ejecutivo de Cipa.
Es ese el desafío que se proponen con cada estudio que ejecutan y la meta del trabajo que tienen, por lo que siempre están buscando socios estratégicos en la academia e industria con los que se puedan llevar productos al mercado, masificándolos, para impactar en el bienestar de las personas.