Cómo estimular el aprendizaje en escolares desde el hogar
Para nadie es desconocido que el regreso a clases 2020 será, probablemente, uno de los más convulsionados a nivel de movilizaciones sociales, afectando claramente el normal desarrollo de nuestro año escolar. Es por ello que cada familia debería contemplar una serie de medidas para abordar de la mejor forma posible el regreso a clases de sus hijos, mitigando los efectos que las movilizaciones podrían tener en el normal desarrollo escolar.
Cabe destacar que marzo es uno de los meses más complejos también para todos quienes vuelven a la rutina laboral y académica, siendo un proceso de transición debido al tiempo de readaptación de los horarios de los estudiantes. Este regreso y adaptación, y cuánto tiempo tomen, dependerán netamente de cuánto hayamos alterado la rutina del año escolar.
Cabe destacar que los niños, niñas y jóvenes en este período están más relajados y suelen no contar con horarios determinados, lo que también ocurre con los padres. Por ello es importante que en este contexto, padres e hijos, puedan por lo menos con una semana de anticipación comenzar a incorporar las nuevas rutinas que demanda el colegio, incluyendo también los periodos de descanso, uno de los más importantes en la vida escolar.
Es preciso destacar que niños y adolescentes tienen distintas rutinas, siendo probable que se necesiten tiempos de descanso variables para cada uno de ellos, considerando siempre su gasto energético y las actividades que realizan diariamente. Sin embargo, como tiempo base de descanso es recomendable que tengan alrededor de unas ocho horas de sueño en ambos casos y se vayan añadiendo horas dependiendo de las actividades realizadas durante el día, sin dejar de lado el tiempo de dedicación diaria a los compromisos escolares. Para ello es importante establecer hábitos de estudio que sean respetados durante el año, tanto en la estructura individual y familiar del estudiante, ya que cuando existen todas las condiciones para un buen descanso y calidad del sueño nuestro hijo podrá enfrentar el día a día de manera positiva.
Es importante precisar que existen condiciones mínimas que los padres deben considerar para que los más pequeños puedan conciliar el sueño y descansar; ya que muchas veces cantidad y calidad de sueño no están relacionados: Es decir, podemos dormir las horas sugeridas, pero no tener una calidad del sueño que permita enfrentar el día con entusiasmo y motivación.
En primer lugar, el uso de aparatos tecnológicos debe ser reducido sobre todo antes de dormir, ya que la luz que emiten las pantallas puede generar la activación neuronal que impida conciliar el sueño y si lo hace, es muy probable que no se genere el descanso adecuado. Por otra parte, el dormitorio que usa habitualmente el niño o niña, debe tener la menor cantidad de distractores y estímulos posibles, junto con encontrarse ordenado al momento de descansar, lo que permitirá mantener una estructura del sueño.
Finalmente, tanto en niños como adolescentes es recomendable una lectura rápida antes de acostarse, esto permitirá a la hora de dormir que se desarrolle la imaginación y sea más fácil la conciliación del sueño, generando como consecuencia inmediata un descanso de calidad, mayor energía y una buena disposición física y mental en el retorno a clases.
Jefe de Carrera Psicopedagogía
Santo Tomás
Concepción