Condiciones naturales, capital humano y una matriz productiva: ventajas de la Región para el desarrollo sostenible
Representantes del sector público, academia y empresariado opinan acerca de las características que posee la Región para transformarse en una zona que cumple con los parámetros de sostenibilidad que el mundo requiere en la actualidad. El Informe Nacional Voluntario, dado a conocer el 2023 por el Consejo Nacional para la Implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, revela adelantos positivos, como el del acceso al agua y energía, pero apunta a situaciones sin resolver, en especial en el aspecto social.
Fin de la pobreza, educación de calidad, trabajo decente y crecimiento económico, industria, innovación y infraestructura y acción por el clima son algunos de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por los líderes mundiales en 2015 para concretarse al 2030. Chile no está exento de este esfuerzo y, por supuesto, tampoco lo está la Región del Biobío.
Lo anterior es relevante, porque es claro que, para cumplir con esta intención, hay que partir en casa. Surge así la pregunta acerca de las condiciones que pueda tener el territorio para cumplir la misión. ¿Tenemos en la zona características para hacerla sostenible?
Javier Sepúlveda, seremi de Economía en Biobío, opinó que son muchas las particularidades que la zona posee en ese sentido. Comentó que en el Ministerio de Economía existe un nuevo órgano llamado División de Desarrollo Productivo Sostenible, el cual tiene el propósito de lograr una descarbonización justa, es decir, dejar atrás fuentes de combustibles fósiles y transitar a mayores fuentes de energía renovables no convencionales; hacerse cargo de la resiliencia de la crisis climática y sus impactos socioambientales, y, finalmente, impulsar una mayor sofisticación y diversificación productiva en la matriz económica.
"En ese contexto, la Región del Biobío reúne muchas características para incorporarse a este proceso de desarrollo productivo en cada uno de los tres ejes comentados. En el caso de la descarbonización justa, Biobío posee grandes ventajas para contribuir en la generación de fuentes energéticas renovables no convencionales, por medio de fuentes eólicas y solares, además ha surgido el desarrollo del Hidrógeno Verde. Respecto a la resiliencia de la crisis climática, tenemos en la Región diversas instituciones académicas, gubernamentales y privadas que cuentan con la capacidad y el conocimiento para generar los planes, políticas y programas que nos permitan hacernos cargo del problema de la escasez hídrica, por ejemplo, y de cómo las distintas actividades económicas van incorporando nuevas tecnologías e innovaciones para hacerse cargo de los efectos del cambio climático. Por último, la Región del Biobío cuenta con todas las capacidades productivas, con una industria consolidada y centros de desarrollo que permiten diversificar la matriz productiva, sofisticando los productos y servicios que se generan localmente, muchos de los cuales se exportan", señaló.
OBLIGACIÓN CRUCIAL
Al hacerle la misma pregunta, José Luis Muñoz, académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Andrés Bello (UNAB), recordó un hito importante, el informe Brundtland de 1987, el que definió los tres pilares del desarrollo sostenible: ambiental, social y económico. "La implementación de este tipo de desarrollo se fundamenta en acuerdos y objetivos internacionales que deben adaptarse a cada comunidad localmente. Entre estos se destacan la Convención sobre el Cambio Climático y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)", señaló.
Agregó que en la Región del Biobío hay diversas iniciativas que reflejan estos principios, como la Estrategia Regional de Desarrollo 2015-2030, promovida por el Gobierno Regional, la que enfatiza la sostenibilidad. "La Región posee un gran potencial para convertirse en un referente de sostenibilidad, enfrentando desafíos como la crisis sanitaria, la sequía y el creciente desempleo. Por ende, el camino hacia un desarrollo sostenible no solo es deseable, sino que se presenta como una obligación crucial, en una zona reconocida por su rica biodiversidad y su significativo aporte social y económico al país. Estos esfuerzos muestran que la transición hacia un desarrollo sostenible es imperativa y beneficia no solo al medio ambiente sino también a la economía local y la calidad de vida de sus habitantes", sostuvo.
Desde una mirada más cerca a la empresa, Nelson Donoso, presidente del Comité de Sostenibilidad de la CPC Biobío, opinó que Biobío tiene cualidades de sobra para el desarrollo sostenible. "Tenemos a la industria forestal local, reconocida mundialmente por sus estándares de sostenibilidad; tenemos a la industria pesquera, que de la mano con la ciencia se ha convertido en una fuente de empleo inclusivo y desarrollándose para proveer de una fuente de alimentación sana al mundo; tenemos un inmenso potencial en la industria agroalimenticia que debemos proteger; tenemos vocación manufacturera responsable, y tenemos un tremendo potencial en energías renovables y en los minerales estratégicos que el desafío del cambio climático requiere", enumeró.
Agregó que hay consenso que el papel de la empresa privada ha evolucionado, pasando de ser un agente económico a un actor social que no puede ser un mero espectador de los cambios que enfrenta nuestra sociedad.
CAMBIOS
Biobío posee un territorio que ofrece diversidad, desde Los Andes hasta el Pacífico conformando condiciones que permiten desplegar variadas matrices energéticas completamente limpias, algunas de ellas ya en funcionamiento.
Así lo indicó Giuliano Pastorelli, director de la carrera de Arquitectura de la Universidad Andrés Bello en Concepción. "Ahora bien, para que el desarrollo sostenible sea una realidad, se necesita mucho más que reunir las condiciones naturales. Se trata de adoptar una visión transformadora que nos permita movilizar cambios sustanciales en la relación con nuestro territorio, anteponiendo el beneficio colectivo por sobre el individual. Parte de ese cambio debe venir desde una política pública que incentive o conceda una mayor autonomía en la gestión y autorregulación local. Esto, en el entendido que el concepto de desarrollo apunta a un crecimiento equilibrado de las partes", dijo.
Manifestó que ser gestores de un desarrollo sostenible en la Región implica una transformación hacia un modelo en donde lo social, lo ambiental y lo productivo dialoguen simultáneamente y en igualdad de condiciones. En este sentido, contar con un polo urbano considerable como el Gran Concepción, donde converge la industria, empresas de diversa índole y escala, un buen número de universidades y centros de formación técnica entre otros, es una ventaja comparativa respecto de muchos otros lugares.
Los avances y tareas pendientes que tiene Chile en materia de sostenibilidad
El último Informe Nacional Voluntario que el país entregó en el Foro Político de Alto Nivel sobre Desarrollo Sostenible da cuenta de mejoras en materias como el agua, energía no contaminante y manejo de residuos, sin embargo también pone en manifiesto desafíos en dimensiones sociales de Chile.
En el documento, confeccionado por el Consejo Nacional para la Implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, se indica, por ejemplo, que el 99% de la población de Chile tiene acceso a electricidad. De igual forma, el 46% de la electricidad producida en la matriz de generación es renovable y el 70% de las empresas encuestadas declara realizar iniciativas relacionadas con el impulso al uso y desarrollo de energías renovables.
Sobre el objetivo 11, relacionado con "ciudades y comunidades sostenibles", se señala que hay un trabajo de reducción de riesgo de desastres. También, hay un 90% de las empresas que declaran manejar sus residuos, aportando a urbes más limpias y menos contaminantes.
En relación al objetivo 6, referido a "agua limpia y saneamiento", el informe destaca que hay un alto acceso a agua potable en Chile, un 97,9%, con una cobertura del 99,4% en zonas urbanas y un 79,4% en áreas rurales. Además, se menciona como una iniciativa positiva la medida 'Transición hídrica justa', pensada para mitigar los efectos de la crisis del agua que afecta a gran parte de la población nacional.
POR MEJORAR
El informe también hace mención de parámetros en los que hay que mejorar. Uno de ellos es el objetivo 1, referido al fin de la pobreza. Se observó un aumento en la proporción de población en situación de pobreza entre 2017 y 2020, de 8,6% a 10,8%.
En el objetivo 8, "Trabajo decente y crecimiento económico", se indica que se registraron cifras negativas en el PIB entre 2019 y 2020 (-1,1% y -7,7%, respectivamente). El indicador se recuperó en 2021, (10,4%), esto por la baja tasa de comparación respecto a 2020, se apunta en el documento.
El informe también señala que la paz y justicia son desafíos en lo que se relaciona con mejorar la seguridad pública y disminuir los episodios de violencia y maltrato a las mujeres y los niños.