Opciones para apoyar la cultura regional
Durante las últimas semanas distintas organizaciones locales relacionadas al área de la cultura han mostrado su descontento por la falta de recursos que ha obstaculizado el avance de distintas iniciativas destinadas a las más diversas expresiones del arte, como son el cine, la música, la danza, el teatro o las artes visuales.
La situación ha sido vista con preocupación por quienes forman parte de este tipo de proyectos y eventos, ya que, con justa razón, estiman que el espacio que se está entregando a las iniciativas culturales parece disminuir o, al menos, contar con más trabas para su avance, pese a que se trata de actividades que aportan a la Región del Biobío desde su quehacer y que en varios casos hay versiones anteriores que se han realizado con gran éxito de asistencia o participantes.
Dentro de estos casos se encuentran el Festival de Cine de Lebu, que este año debió aplazar su realización por el retraso de los fondos comprometidos, Escénica en Movimiento y el Festival de Mujeres Músicas son algunas de las iniciativas que han planteado su situación a la opinión pública, con el fin de remarcar las dificultades que enfrentan en la búsqueda de fondos y el impacto que esto puede tener no sólo para el ámbito cultural, sino también para la comunidad en general.
Desde el Gobierno Regional del Biobío se explicó que se cuenta con un 8% del presupuesto local para subvenciones, que pueden ser entregadas a instituciones públicas o privadas, sin fines de lucro, para financiar actividades. La misma normativa establece también cómo y a quiénes se pueden entregar los dineros, ya que para el porcentaje de fondos disponibles determinados en la ley se exige que sean concursables.
Respecto de las asignaciones directas se precisó que se da la excepción de no concursar a un 10% del monto total que corresponde al 8%, cifra que este año son $891 millones. puntualizó. El detalle está en que estos recursos no están destinados exclusivamente al ámbito cultural, ya que también contemplan iniciativas deportivas o sociales. También está disponible el Fondo de Cultura, que corresponde a subvenciones y es concursable por un monto máximo de $7 millones. En el caso de las asignaciones directas, este monto se eleva a los $250 millones.
Además, todo el proceso requiere una serie de tramitaciones, que finalmente terminan en el Consejo Regional, que entrega su aprobación o rechazo. Las directrices provienen de la Dirección de Presupuesto y actualmente se exige una rendición de gastos por parte de las entidades beneficiadas, destacando que no hay forma de asignar dineros a personas naturales.
En el caso del financiamiento de proyectos disponibles en el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio no hay asignaciones directas, ya que todos los fondos son concursables. Eso sí, cuenta con recursos disponibles para la Música, Artes Escénicas, Libro y la Lectura, Audiovisual, Economías Creativas y el Fondart, el cual tiene una bajada regional.
Dentro del Fondart, se financian disciplinas como Arquitectura, Artes Visuales, Fotografía, Nuevos Medios, Diseño y Artesanía. En el caso del Fondart Regional, se financian las mismas disciplinas y líneas como Actividades Formativas, Difusión, Culturas de Pueblos Originarios y Culturas Regionales.
Pero más allá de las definiciones que tienen tanto el Gobierno Regional como el Ministerio de las Culturas, cabe plantear una reflexión en torno al rol del sector privado en el impulso a las actividades culturales y, en general, a las iniciativas de largo plazo, que apuntan a proyectarse más de allá de un evento en específico. Siguiendo el modelo de otros países, el acercamiento de empresas e instituciones privadas a este tipo de acciones no sólo sería un ejemplo a seguir, sino también permitiría dar un impulso más concreto a quienes están detrás de actividades fundamentales de a sociedad y que toda la comunidad puede disfrutar.
Cabe plantear una reflexión en torno al rol del sector privado en el impulso a las actividades culturales y, en general, a las iniciativas de largo plazo, que apuntan a proyectarse más de allá de un evento en específico.