Campañas solidarias para cerrar 2023
Cuando faltan menos de dos semanas para la Navidad, son varias las campañas que se han echado a andar con el fin de realizar algunos gestos solidarios con quienes no cuentan con los recursos o las condiciones para contar una celebración durante este fin de año.
Hay distintas iniciativas que vale la pena revisar y que llaman a la reflexión en el cierre de un año que ha sido complejo para la Región y que de manera reiterada ha mostrado la vulnerabilidad existente en parte de la población que compone la zona. Estos proyectos locales se unen a campañas reconocidas a nivel nacional, muchas impulsadas por organizaciones con años de trayectoria, y que año a año esperan cumplir con la meta de beneficiar a distintos grupos, desde niños a adultos mayores, habitantes de sectores vulnerables, migrantes o personas en situación de calle.
Dentro de las más tradicionales se cuenta Correos de Chile, que llama a apadrinar a niños que envían sus cartas con sus peticiones a través de la campaña "Apadrina un sueño de Navidad", disponible para quienes estén interesados en las mismas oficinas de la institución y en el sitio web de la misma. La mecánica es simple, solo hay que elegir la carta y cumplir con la solicitud de quien la envió.
A nivel local y en específico en la comuna de San Pedro de la Paz, se realizará por segundo año la campaña Desafío Navidad, la que en 2022 logró entregar un total de 100 almuerzos para personas en situación vulnerable y que este año espera doblar esa cifra. El evento se realizará en la Laguna Chica sampedrina y contará con distintas actividades para que sea una celebración familiar.
En Coronel, en tanto, se realizará lo que se ha denominado levará a cabo "la fiesta solidaria más grande del sur del Biobío", que se efectúa desde 2012, y donde se proyecta entregar 1.200 cenas familiares, y más de 800 bolsas de dulces para los niños, entre dicha comuna y la Isla Santa María.
Por último, y en su versión número 23, la iniciativa Navidad con Amor se mantendrá en Concepción, con el mismo objetivo y sentido que tuvo en sus inicios. De acuerdo a lo expresado desde la organización, esta vez se realizará en la Plaza Cruz, desde las 12:00 horas, con la meta de 600 almuerzos a entregar, a lo que sumará una zona para niños, que contará con pinta caritas, y el apoyo de emprendimientos de confitería.
Los recursos se reciben a través de las cuentas bancarias de las organizaciones participantes o, incluso, empresas tradicionales de la zona que están apoyando directamente a algunas de las iniciativas, lo que ayuda a la transparencia del proceso de recolección y posteriores pagos.
En palabras de uno de los organizadores "no hay colaboración de grandes empresas, solamente la voluntad de la gente; de la señora del negocio, de algún voluntario que activa la red con algún amigo que tiene carnicería, emprendedores, propietarios de restaurantes y cocinerías, que hacen posible que esto sea una realidad".
Si bien hay quienes discrepan de la efectividad de este tipo de actividades, especialmente porque no resuelve la situación de fondo en que se encuentran algunas familias o personas, el argumento que más se repite en torno a su realización es que otorga un momento especial a quienes comparten esas jornadas, entregando tiempo, preparación y sobre todo solidaridad en medio de una vertiginosa y compleja rutina diaria, que muchas veces no deja ejercer la empatía, una cualidad fundamental para las relaciones sociales y humanas.
Dar espacio a las realidades de otros, especialmente a través de la entrega de tiempo y dar el ejemplo a las nuevas generaciones es un ejercicio que vale la pena, que deja un recuerdo imborrable y, sobe todo, que nos devuelve a la realidad de nuestras comunidades, que no siempre podemos o queremos ver.
Hay distintas iniciativas que vale la pena revisar y que llaman a la reflexión en el cierre de un año que ha sido complejo para la Región y que de manera reiterada ha mostrado la vulnerabilidad existente en parte de la población que compone la zona.