Nicaragua: policía acusa de lavar dinero a la iglesia católica y ordenan congelar cuentas
Se investiga el supuesto hallazgo de cientos de miles de dólares en bolsas en sedes eclesiáticas. No se detallaron montos ni nombres. Gobierno de Daniel Ortega ordenó intervenir las cuentas bancarias, en un contexto de gran tensión entre clero y Ejecutivo.
El Gobierno de Nicaragua que preside Daniel Ortega congeló las cuentas bancarias de al menos tres de las nueve diócesis de la iglesia católica de ese país, al tiempo que la Policía Nacional la acusó al clero local de "lavar dinero", ordenando al cardenal Leopoldo Brenes presentar documentos que muestren los movimientos financieros de las sedes intervenidas.
La policía informó ayer que el viernes 19 de mayo fueron informados "de actividad ilícita en el manejo de fondos y recursos en cuentas bancarias que habían pertenecido a personas condenadas por traición a la patria", cuyos nombres no precisó.
"La Policía inició investigaciones que llevaron al hallazgo de centenares de miles de dólares escondidos en bolsas ubicadas en instalaciones pertenecientes a diócesis del país", aseguró esa institución, que no detalló el monto ni lugares.
Posteriormente informó "de los hallazgos y las investigaciones a las autoridades pertinentes, que a la vez iniciaron sus propias investigaciones, de acuerdo con la Ley, para ubicar y cancelar los actos ilícitos cometidos por personas vinculadas a esas diócesis".
"red de lavado de dinero"
"El resultado de las investigaciones confirmó la sustracción ilegal de recursos de cuentas bancarias que se había ordenado por Ley congelar, así como otros ilícitos que todavía están siendo investigados como parte de una red de lavado de dinero que se ha descubierto en diócesis de distintos departamentos" de Nicaragua, añadió.
Según la Policía, la Fiscalía General de la República, la Superintendencia de Bancos y la Unidad de Análisis Financiero "han confirmado movimientos delictivos con fondos que, para la diócesis, han ingresado irregularmente al país y se investigan y se han abierto procesos por todos estos delitos".
Indicó que la Superintendencia de Bancos ha solicitado a la Conferencia Episcopal de Nicaragua y al jefe de la Iglesia nicaragüense, cardenal Leopoldo Brenes, "la presentación de los documentos que muestren los movimientos de las cuentas bancarias de las diócesis, de manera que se cumpla en todo momento con las leyes del país, evitando los actos ilícitos que se han venido cometiendo".
"Se ha informado en todo momento del curso de las investigaciones y se procura aclarar e informar sobre todo lo pertinente a esta situación anómala que se deriva de los actos de traición a la patria, juzgados ya, y cometidos por personajes que como políticos han violentado criminalmente todos los ordenamientos jurídicos, financieros, sociales del Estado y el pueblo nicaragüenses", agregó esa institución.
La Policía dijo que "se continúan las indagaciones e investigaciones para lograr la transparencia en el funcionamiento y manejo de las finanzas de estas instituciones".
Sacerdotes investigados
Previamente, fuentes eclesiales adelantaron que el Gobierno de Ortega había congelado las cuentas de al menos tres de las nueve diócesis católicas.
Las diócesis con sus cuentas bancarias restringidas son las de Managua, que preside el cardenal Brenes, y las de Matagalpa y Estelí, a cargo del obispo encarcelado Rolando Álvarez, quien en febrero fue condenado a más de 26 años de prisión por delitos considerados "traición a la patria", dijeron a Efe las fuentes.
Hace dos días, la policía informó de que investiga al sacerdote Jaime Montesinos, párroco de la diócesis que dirige el obispo Álvarez, por cometer actos que menoscaban la independencia, la soberanía y la autodeterminación de la nación.
También investiga a otros dos sacerdotes por "asuntos administrativos" de la disuelta Cáritas Diocesana de Estelí, que también administra Álvarez.
Las relaciones del Gobierno de Ortega y la Iglesia católica viven momentos de gran tensión, marcadas por la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes, la prohibición de actividades religiosas y la suspensión de sus relaciones diplomáticas.
El papa Francisco tildó de "dictadura grosera" al Gobierno sandinista en entrevista con Infobae, señalando "un desequilibrio de la persona que dirige" el país centroamericano.