Hidronor solicitó ampliar permiso sanitario para seguir recibiendo residuos
La disminución a solo dos comunas que dejan sus desechos en Copiulemu, permitiría a la empresa operar a la espera de poder ampliar el recinto ubicado en Florida.
Por Estefany Cisternas Bastías
El relleno sanitario de Copiulemu, ubicado en la comuna de Florida, es uno de los cuatro depósitos de basura que tiene la Región del Biobío, pero debido al agotamiento de su capacidad máxima se acordó el cese de sus operaciones para este 30 de abril. Esta situación podría cambiar, porque la empresa Hidronor, encargada de la recepción de los residuos de este recinto, solicitó extender nuevamente la continuidad de sus servicios.
Hace poco más de 15 días, la empresa presentó un recurso de revisión ante la Seremi de Salud que les permitiría mantener el trabajo actual de recepción de residuos, esto debido al asentamiento y la positiva gestión del relleno durante el último año y que se da, solamente, por la disminución de comunas que están actualmente depositando sus residuos en este relleno.
Opciones
Pero esta no es la única apelación presentada, existe un segundo recurso de reclamación ante el Comité de Ministros, a propósito de un estudio de impacto ambiental rechazado en la Comisión Regional, que debería resolverse antes de fin de año. Este recurso es esencial, ya que permitiría aumentar la capacidad del recinto y, con ello, aumentar su vida útil.
Respecto al estado de la solicitud de Hidronor a la Seremi de Salud para extender su resolución de funcionamiento, desde la secretaría ministerial indicaron que la resolución está a cargo del Departamento Jurídico de la entidad, pero sin detallar su avance. La respuesta debería estar antes de este domingo, cuando culmine el plazo de funcionamiento del relleno.
En caso de que la Autoridad Sanitaria no acoja el primer requerimiento, la empresa deberá suspender sus labores este domingo. En caso contrario, no sería la primera vez que se aplaza el cierre de esta instalación, ya que la primera fecha establecida para su clausura fue el 31 de marzo de 2023.
"De ser rechazado el primer recurso, el relleno sanitario pasa a una mera condición de suspensión de sus servicios hasta el pronunciamiento del Comité de Ministros", explicó Pablo Gutiérrez, gerente de Relaciones Institucionales de Hidronor.
Si la segunda reclamación es acogida, se olvidaría la suspensión del relleno, se retomarían los trabajos y se iniciaría el proceso de construcción de una nueva celda para depositar los contaminantes, indicó Gutiérrez.
Crisis Sanitaria
El año pasado se rechazó la continuación del relleno sanitario de Copiulemu, porque la cantidad de basura que recibía era demasiada y no cumplía el requisito de estar a una cierta distancia de un curso de agua.
Se determinó que finalizaría sus labores en marzo de este año, pero luego la Seremi de Salud fiscalizó el relleno y permitió que se aplazara la fecha establecida hasta fines de abril.
Actualmente, Hidronor recibe una cantidad acotada de desechos, desde la empresa estiman que continuar en este modo permitiría minimizar el impacto de la crisis sanitaria en el Biobío.
La emergencia de rellenos sanitarios preocupa a las autoridades ya que el recinto de Cemarc, emplazado en la comuna de Penco, dispone de desechos de 11 comunas de la Región y posee una vida útil de 2 años, que también busca ampliarse.
Las principales comunas que se verían impactadas por el cese definitivo de Copiulemu son Talcahuano y Hualpén, cuyos municipios buscan a través del trato directo una alternativa para mantener el servicio por, al menos, un año. No existe claridad sobre dónde dispondrán sus residuos domiciliarios.
"Nosotros el año pasado, a propósito de buscar tener más vida útil, ya habíamos suspendido la recepción de residuos de Lota y Florida, y de otro conjunto de pequeños generadores de residuos de la Región del Biobío", detalló el gerente de Hidronor.
Estos dos municipios lograron contratos con otros rellenos, en Florida hay un trato con la empresa Ecobio, y en Lota la disposición de los residuos la realiza la anteriormente mencionada Cemarc.
Gutiérrez también identificó que el fin de los trabajos en el relleno trae consigo "riesgos para la salud de las personas y el medioambiente, que se traducen en una carga presupuestaria inmensa para el Gobierno regional y central, que deben reorientar dineros para atender esta emergencia".