Los principales objetivos del histórico acuerdo sobre biodiversidad de la ONU en Montreal
Casi 200 países concordaron metas que incluyen prácticas sostenibles en la industria alimentaria, además de respetar los derechos y costumbres de pueblos indígenas y comunidades locales con plazos a 2030 y 2050.
Las delegaciones de los 196 países participantes en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Biodiversidad de Montreal, Canadá, COP15, llegaron a un acuerdo en el que, entre otras aristas, se comprometen a proteger a 2030, al menos, el 30% de la superficie del planeta para preservar la biodiversidad.
Con el mismo horizonte temporal, los 196 países firmantes garantizarán que las zonas dedicadas a la agricultura, la acuicultura, la pesca y la silvicultura se gestionen de forma sostenible, con un incremento sustancial del uso de prácticas respetuosas con la biodiversidad; así como que se restaurarán el 30% de los ecosistemas degradados, como mínimo.
El acuerdo contiene también el compromiso de actuar en tierra y mar para que la pérdida de zonas de gran importancia para la biodiversidad, incluidos los ecosistemas de alta integridad ecológica, se aproxime a cero para 2030, respetando, al mismo tiempo, los derechos de pueblos indígenas y comunidades locales.
El texto final para la preservación de la biodiversidad planetaria establece cuatro metas a 2050 y 23 objetivos a 2030 para lograrlas y parte del borrador propuesto por la presidencia de la COP15, en manos del ministro chino de Medio Ambiente, Huang Runqiu, quien felicitó a las partes por el acuerdo alcanzado tras "duros" años de trabajo.
El objetivo, establecer una guía para, juntos, revertir la pérdida de biodiversidad y colocarla en el camino de la recuperación en beneficio de todos, subrayó Runqiu durante el plenario final.
Los países más ricos
Para financiar la restauración y protección de la biodiversidad, se movilizarán a 2030, vía acciones nacionales e internacionales, al menos, US$ 200.000 millones al año, procedentes tanto de fuentes públicas como privadas.
En paralelo, asumen que los países más ricos proporcionarán al menos US$ 20.000 millones al año (objetivo a 2025) y US$ 30.000 millones al año (objetivo a 2030) a los países en vías de desarrollo para la preservación de su naturaleza.
Las partes también se comprometen a reducir a la mitad el exceso de nutrientes y el riesgo global que suponen los pesticidas y los productos químicos altamente peligrosos a 2030.
Además, trabajarán para suprimir progresivamente o reformar subvenciones que perjudican a la biodiversidad en, al menos, US$ 500.000 millones al año, al tiempo que aumentarán los incentivos para la conservación y el uso sostenible de la misma.
Metas a 2050
Entre las metas a 2050 está prevenir la llegada de especies exóticas invasoras e impedir su establecimiento en las distintas zonas geográficas. El acuerdo recoge también reducir a la mitad el desperdicio alimentario y rebajar significativamente el consumo excesivo y la generación de residuos.
El texto incluye exigir a las grandes empresas e instituciones financieras que controlen, evalúen y divulguen sus riesgos, dependencias e impactos sobre la biodiversidad.
También figura detener la extinción inducida por el hombre de las especies amenazadas conocidas actualmente y reducir diez veces la tasa de extinción y el riesgo de extinción de todas las especies.
Está también repartir de forma justa y equitativa los beneficios monetarios y no monetarios derivados del uso de los recursos con los pueblos indígenas y la comunidades locales, y, en paralelo, usar sus conocimientos para contribuir a la conservación y uso sostenible de la biodiversidad.
Para aplicar plenamente el acuerdo se trabajará para lograr recursos financieros suficientes que permitan lograr lo pactado, así como para cerrar progresivamente el déficit de financiación de la biodiversidad de US$ 700.000 millones de dólares al año.
El acuerdo global alcanzado en la COP15 está siendo calificado como un hito histórico de la misma magnitud que el Acuerdo de París de 2015 sobre el cambio climático.