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Son las únicas dos comunas del Biobío que cuentan con planes consolidados

El rol activo de Concepción y San Pedro de la Paz en el combate contra el cambio climático

Desde 2017 se desarrolla un trabajo fuerte en esta materia. Dicen, además, que es urgente que las comunas más pequeñas cuenten con recursos económicos y equipos adecuados para impulsar planes locales. El plazo que dispone la ley preocupa.
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nicolas.alvarez@diarioelsur.cl

A partir de mediados de 2025 todas las comunas del país deberán contar con planes para combatir el cambio climático. La fecha está estipulada en la ley Marco de Cambio Climático promulgada en 2022 y mientras tanto el plazo corre con fuerza. Algunos municipios ya presentan un trabajo sólido, mientras que otros aún se encuentran en proceso de avance o, derechamente, carecen de instrumentos de este tipo. Las últimas cifras regionales dan cuenta de una realidad preocupante: solo dos de las 33 comunas que hay en Biobío cuentan con planes consolidados, 29 trabajan en su desarrollo y otras dos no tienen nada.

El escenario fue expuesto en la primera mesa regional de Medio Ambiente que a inicios de mes lideró la Asociación de Municipalidades de la Región del Biobío. En la oportunidad se reconoció que esta es una tarea que a nivel local sigue pendiente, pero que de todas formas hay que cumplir a través de un levantamiento de información que permita conocer la realidad de cada ciudad y la misma legislación, algo sobre lo que hoy no se tiene gran conocimiento, según insistieron los alcaldes. "Hoy el desafío es cómo nos ponemos en línea para trabajar de manera conjunta ese requerimiento", plantearon en la instancia.

Casos exitosos

En la Región el tema es impulsado por Concepción y San Pedro de la Paz. Desde la capital regional cuentan que el camino del Plan Local de Cambio Climático inició a fines 2018, momento en el que se llevó a cabo un taller interno con la ayuda de la consultora Adapt Chile para generar los primeros esbozos del proyecto. Según la directora de Medio Ambiente del municipio penquista, Andrea Aste, también fue clave la colaboración de la Universidad del Bío-Bío y el LabUBB, que a la postre posibilitó establecer un asesoramiento en la metodología de trabajo y la sistematización del plan. "Hicimos esto participativo de verdad, lo hicimos por macrosectores, ya que fuimos a Barrio Norte, Nonguén, el centro o Lorenzo Arenas, realidades geográficas que son distintas", sostiene.

Más allá de la sistematización, fue posible también planificar el trabajo, es decir, se logró una participación ciudadana efectiva que llevó a que el planteamiento de la comunidad esbozado en los talleres se reflejara en las medidas del plan que quedó listo en diciembre de 2019. Dentro de las principales líneas de acción destacan aquellos ejes de adaptación y mitigación y en los cuales asoma el tratamiento de los residuos. "Acá, el programa fuerte es el de compostaje domiciliario, que es una medida de mitigación importante respecto a las necesidades de hoy, que tienen que ver con la basura de las casas", precisa Bárbara Miller, profesional de la Dirección de Medio Ambiente de Concepción, quien agrega que otro de los puntos que engloba esta iniciativa se relaciona con la mesa de humedales o el plan de recuperación de lagunas urbanas.

La Dirección trabaja además en otro proyecto. Si bien por el momento prefieren no entregar mayores detalles, deslizan que la idea es implementar algunas de las medidas recomendadas por el Centro Regional de Estudios Ambientales. "Estamos a punto de implementar una de esas medidas para la recuperación de un humedal de Concepción, y con el Gobierno Regional estamos tratando de continuar con el trabajo de la Ruta del Agua, proyecto que integra los humedales desde Tomé a Lota", dice Aste. Se agrega una labor más directa en el control de roedores, pero desde un punto de viste más educativo y el manejo que hacen los vecinos sobre su basura, "porque todo se enfoca en que se reduzcan los envases y embalajes, o los químicos".

En la comuna vecina de San Pedro de la Paz, en tanto, plantean que el Plan de Adaptación al Cambio Climático se basa en nueve áreas temáticas: agua, energía, ecosistemas, salud, gestión de residuos, transporte y movilidad, cultura e identidad, infraestructura crítica y gestión de riesgos. Esta urbe inició el proceso con la incorporación a la Red Chilena de Municipios ante el Cambio Climático en el marco de un proyecto de fortalecimiento y expansión de esta red que fue desarrollado con apoyo de la Unión Europea. Dicha incorporación tenía como finalidad comprometer al municipio en la elaboración del plan, lo que inició en 2017 y culminó en 2019.

El director de Medio Ambiente de la entidad sampedrina, Víctor Hugo Montalba, cuenta que en el municipio hay una especial atención en acciones de prevención y fiscalización en materia de la crisis hídrica nacional. Aunque aún no hay señales directas de ese problema, lo que se busca es cuidar los cuerpos de agua presentes en el sector por medio de un instrumento que permite medir, por ejemplo, la profundidad de la Laguna Chica, en coordinación con la Dirección General de Aguas, o la fiscalización de la extracción ilegal de agua, ya sea en las lagunas o el río.

"Junto con ello, el tema del reciclaje es fuerte, porque lo estimulamos a través de 70 puntos de diferentes formas y tamaños para cuatro productos basales, que son el papel cartón, las latas de aluminio, las botellas de vidrio y las plásticas. Y a eso sumamos los puntos de reciclaje de aceite domiciliario y el reciclaje electrónico, experiencia reciente que ya cuenta con un emprendedor que se está haciendo cargo de eso. Él es un aliado estratégico y vamos a comenzar a hacer campañas de recolección de residuos electrónicos para entregar el material a esta persona", afirma Montalba.

Dentro de los lineamientos destaca igualmente la infraestructura crítica, concepto que se desarrolla por medio de asesorías municipales a la hora de generar construcciones de alto impacto, es decir, la idea es que estas no generen un impacto mayor en la comunidad o en el patrimonio natural de la comuna, o que consideren materiales sustentables.

La encargada del Departamento de Gestión Ambiental de San Pedro de la Paz, Claudia Yáñez, marca los desafíos futuros y asegura que la meta del municipio es comenzar el proceso de determinación de la huella de carbono comunal e iniciar un plan de mitigación, pero a la par con la actualización del plan de adaptación e incorporando el análisis de riesgos climáticos. Esta acción, detalla, se llevará a cabo durante 2023, ya que existe presupuesto municipal destinado a dicho accionar.

Más recursos

Desde ambas comunas ven con preocupación la realidad regional y el poco tiempo que resta para que todas las ciudades cuenten con este tipo de planes. Dicen que si para comunas con mayores recursos ya fue difícil poder establecer las actuales medidas, la tarea será el doble de difícil para aquellas más pequeñas y que están más retrasadas. Por lo mismo, insisten en que es vital contar hoy con un plan mayor que estructure de forma general los esfuerzos y recursos para que los municipios no sucumban a los cambios que dicta la legislación.

"Es bien difícil dar recetas a municipios que tienen realidades distintas a la nuestra. Para nosotros fue complicado y hay municipalidades que tienen solo una unidad, por eso es complicado decirle que hagan esto o esto otro. No me cabe duda de que falta apoyo profesional y técnico, aunque primero debe estar la voluntad política, porque una ley debe venir con apoyo", recalca Andrea Aste.

Víctor Hugo Montalba concuerda, sobre todo respecto a la falta de una decisión política más robusta, pero de parte de las autoridades locales de cada comuna. En segundo lugar, dice que es necesario dotar con equipos especializados y adecuados a las direcciones o departamentos de medio ambiente, "lo que significa más recursos". "Hay que empujar un trabajo mucho más asociativo entre todas las comunas, a fin de tener un discurso y labor común en lo que significa la crisis climática", concluye.