Salud mental como una prioridad
Esta semana las estadísticas de la Superintendencia de Seguridad Social, Suseso, revelaron que el número de licencias médicas tramitadas por patologías asociadas a salud mental aumentaron a más del doble durante el periodo de pandemia. Las cifras muestran que este tipo de enfermedades son actualmente la principal causa de solicitud de permisos de salud en la Región, superando a las enfermedades osteomusculares, que históricamente habían sido la principal causa de licencia médica tramitada en el Biobío.
En el detalle, se informó que el año pasado el número de licencias médicas tramitadas por temas de salud mental llegaron a 202.675, siendo más del doble de las que hubo en 2019 y 2018, cuando el promedio llegó a más de 96 mil. Este volumen representa el 30% del total de solicitudes de salud presentadas a Fonasa e isapres durante 2021 y este año, a la fecha, la Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez, Compin, ya suma más de 188 mil licencias ingresadas por esta causa.
Es indudable, entonces, que más allá de que el alza de estas enfermedades es una tendencia que se aprecia desde al menos una década por parte de los organismos correspondientes, sí hay un aumento significativo a partir del año pasado y parte del actual, lo que tendría relación directa con la pandemia y los efectos que estas circunstancias trajeron a la vida cotidiana de las personas.
También la estadística entregada por la Autoridad Sanitaria muestra que en la Región desde octubre de 2020 comenzaron a ser tramitadas licencias por salud mental asociadas al covid-19 y que en el mes de abril del año pasado el 32% de las solicitudes de permisos de salud por trastornos mentales estaban asociadas al periodo más complejo de esta enfermedad, es decir, casi un tercio. Eso sí, actualmente, solo el 9% se asocia al coronavirus.
"La pandemia afectó a gran parte de las personas a nivel de salud mental, situación que se puede deducir por el encierro, por ansiedad de situaciones relacionadas al contagio, padres asumiendo rol de cuidadores de sus hijos, quienes modificaron su estilo de vida por asumir un panorama desfavorable en salud", explicó en algún momento el seremi de Salud de Biobío, Eduardo Barra, añadiendo que también el fallecimiento de familiares por la enfermedad fue un impacto fuerte para la población en general.
A estos datos se suman también los resultados de la reciente encuesta realizada por Ipsos Monitor Global de Salud 2022, que reveló que Chile figura entre los países más preocupados por la salud mental, junto a Suecia e Irlanda.
Esta encuesta de 34 países explora la opinión pública sobre los desafíos de salud personal y qué tan bien equipados están los sistemas de atención médica para enfrentarlos. Nuevos en la encuesta de este año son Indonesia, Irlanda, Portugal, Rumania, Tailandia y los Emiratos Árabes Unidos. Según esta investigación, la salud mental aparece como el principal problema sanitario que enfrentan los chilenos, con un 62% de las menciones, subiendo desde el 50% que reflejó el mismo estudio en 2020.
La cifra supera ampliamente el promedio mundial (36%) y ocupa la segunda posición del listado internacional, superado solamente por Suecia (63%). Detrás aparece el coronavirus, mencionado por dos de cada cinco personas (39%) en nuestro país. Eso sí, la enfermedad que provocó una pandemia internacional presenta una caída de 32 puntos porcentuales respecto a 2020 (71%).
En esta misma línea, es importante destacar que desde octubre comenzó a operar el Consejo Asesor en Salud Mental del Ministerio de Salud. Este órgano es el primero de su tipo en reunir a representantes de la sociedad civil (3), expertos por experiencia (4), actores comunitarios (3) y representantes de instituciones académicas y sociedad científica (3).
El único representante de Biobío en la entidad, Mario Valdivia, médico con especialización en psiquiatría infanto-juvenil y decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción, detalló que el objetivo es contar con una representación seria, con fundamentos técnicos y que permita aunar la rigurosidad científica y los estándares por las urgencias de la realidad de salud mental que hay en el país.
Si bien el organismo está en una etapa inicial , su funcionamiento debería extenderse por dos años y definir formas de elección de nuevos integrantes tras ese periodo, porque una de las características que las autoridades no quieren perder es su permanencia en el tiempo. Considerando la actual situación en torno a la salud mental, es urgente que uno de los puntos a considerar en el Consejo Asesor sea abordado con prioridad, como es el tema presupuestario, ya que Chile actualmente está gastando alrededor del 2% del presupuesto en salud mental, lo que nos convierte en el país de la OCDE que menor porcentaje destinado a esta materia tiene.
Hay un aumento significativo a partir del año pasado y parte del actual, lo que tendría relación directa con la pandemia y los efectos que estas circunstancias trajeron a la vida cotidiana de las personas.