Preocupación por los delitos de homicidio
La Región del Biobío ha sido foco de hechos de violencia ocurridos en los últimos días. Coronel, Chiguayante y los más recientes homicidios en Hualpén, donde en menos de 24 horas dos menores de edad fallecieron por disparos, incluso una niña de 11 años que estaba acostada y recibió un impacto de bala en la cabeza.
La situación no es diferente a la de otras ciudades: 33 homicidios en lo que va del año en Arica; siete de estos delitos en 24 horas en la Región Metropolitana, alarma en Ñuble, donde han ocurrido 14 casos este año. De acuerdo con declaraciones del subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, solamente hasta el 31 de agosto de este año hubo en Chile 603 homicidios.
La Fundación Paz Ciudadana dice que los homicidios en Chile han aumentado más de un 70% en los últimos ocho años. Su director ejecutivo, Daniel Johnson, señala que además de incrementarse, estos crímenes han cambiado de tipología, porque seis de cada diez no tienen imputado conocido, lo que atribuye a que son acciones premeditadas, como ajustes de cuentas, o el resultado de ilícitos que escalan en violencia y se escapan de las manos, como son los robos con fuerza de vehículos o encerronas. Expresa que "Chile tiene niveles más altos de homicidios que Europa y Oceanía; es el delito que más ha aumentado en Chile. Hace siete u ocho años la mayoría tenían imputado conocido, era más del 70% en que uno sospechaba de manera cierta de la persona que lo había cometido, porque estaban relacionados con violencia de género, riñas en bares que se transformaban en homicidios con arma blanca, pero ahora eso cambió radicalmente, porque el 60% no tiene imputado conocido; muchos son por sicariato o ajustes de cuenta.
A raíz de los últimos casos ocurridos en Hualpén, se reunió un comité de seguridad, con autoridades policiales, de gobierno y de la comuna. La delegada presidencial, Daniela Dresdner, ha planteado que se está frente "al crimen organizado, al que no estábamos acostumbrados a perseguir y no teníamos las herramientas". Por ello, estima que se necesitan mejores leyes. "Es algo a lo que nadie se puede hacer el sordo, nadie puede mirar para el lado y lo tenemos que resolver entre todos".
El general de Carabineros César Bobadilla, señala que "los últimos hechos de violencia están asociados a narcotráfico, al uso de armas de fuego indiscriminado, y otras situaciones de violencia". Y a juicio del alcalde de Hualpén, Miguel Rivera, "la delincuencia está desatada, las políticas públicas, no solo de este gobierno, no dan abasto, y así como vamos, si no estamos tocando fondo, lo vamos a tocar. Más que comuna nos estamos pareciendo al viejo oeste, algo debe cambiar. No podemos seguir lamentando más niñas muertas, necesitamos respuestas, más que reuniones, acciones, nos cansamos de las buenas palabras. Necesito acciones reales, concretas, no a largo plazo, sino que los delitos son ahora. En la comuna ha habido una seguidilla de delitos constante, es por el descontrol, los delincuentes saben que no hay control, es muy fácil tener un arma de fuego".
El aumento de los homicidios, de ajustes de cuentas y de encerronas tiene que ver con factores como la facilidad de los delincuentes para tener acceso a las armas de fuego, y un debilitamiento de la acción de control de parte de Carabineros, por escasez de personal para hacer frente a las bandas organizadas. .
Recientemente la ministra vocera de la Corte Suprema, Ángela Vivanco, planteó la preocupación del Poder Judicial por el aumento de los homicidios, calificándolo como "una situación gravísima que pone en jaque el Estado de derecho y aumenta la sensación de inseguridad". Hace unos meses la misma vocera había alertado sobre la "industria del sicariato" que está detrás de algunos casos, y Carabineros también había alertado la "importación" de los crímenes por encargo. El diagnóstico está, pero falta un compromiso conjunto de todos los organismos para abordar el combate de estos delitos.
El aumento de los homicidios, de ajustes de cuentas y de encerronas tiene que ver con la facilidad para tener acceso a las armas de fuego, y un debilitamiento de la acción de control policial, entre otros.