Advierten crítica situación económica en pymes locales de construcción
El alza en los costos de insumos y la falta de un reajuste en los presupuestos estarían afectando a firmas y proyectos de la zona.
El pasado viernes la empresa constructora Claro Vicuña Valenzuela anunció el ingreso de su solicitud de quiebra, generando una serie de alertas por los proyectos que la firma tiene en la Región del Biobío, los cuales quedarán inconclusos tras la decisión. Dentro de las obras destacables se encuentran el Eje Colón, en Talcahuano, y el puente Bicentenario, en Concepción, situación que fue lamentada por los respectivos alcaldes debido al impacto económico y las complejidades laborales que generó el anuncio.
Este escenario, sin embargo, podría replicarse en otras empresas debido al difícil momento económico que atraviesan las constructoras locales, principalmente las pequeñas y medianas. Así lo explicó Héctor Díaz, consejero nacional de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Concepción, quien manifestó la preocupación que existe por las dificultades de continuar con los contratos para el Estado.
"Recordemos que el costo promedio de los insumos de la construcción subió 34%, en tanto que el IPC subió 11,5%, y estoy hablando de un período entre marzo y abril de 2022. Hay un problema que es fundamental que se originó con la pandemia, pues se rompió la cadena de suministro, hubo problemas de encontrar mano de obra calificada y aumentaron los costos. Eso dejó, sobre todo a las pequeñas y medianas empresas, en una posición muy difícil para ir cumpliendo con los contratos con el Estado", puntualizó Díaz.
Afectaciones
El representante gremial señaló que el caso de Claro Vicuña Valenzuela es preocupante y que lo que afectó a esta firma puede repercutir en las empresas de menor tamaño, las cuales están en riesgo de paralizar obras o incluso su continuidad y operación. "Sabemos como gremio que hay muchas empresas con problemas financieros muy serios y efectivamente esto puede ocasionar un fenómeno de quiebra, sobre todo de empresas pequeñas y medianas que tienen mucha más dificultad para acceder a créditos", precisó.
Héctor Díaz sostuvo que en materia de empleabilidad el quiebre de estas empresas generaría un escenario desfavorable, ya que ocasionaría pérdidas de fuentes laborales.
Díaz agregó que el hecho de paralizar un proyecto siempre tiene consecuencias en la comunidad, además de costos monetarios para el Estado por lo que significa generar un nuevo contrato para finalizar las faenas.
Acciones
Frente al aumento en los costos de los insumos de construcción, Díaz insistió en que una de las acciones clave que podría apalancar la crítica situación de las constructoras dice relación con que el Estado reconozca los aumentos de costos de las obras para pagar el valor del mercado actual y no el precio de cuando se firmaron los contratos.
"También tiene que ocurrir que se hagan más expeditos todos los procesos de inspección y de aprobación de los estados de pago, porque en eso el Estado está en deuda desde el punto de vista de que se requiere una modernización de los procesos (…) El gran problema es cómo las pequeñas y medianas empresas pueden resolver eso, que ellos suscribieron el contrato y el Estado no aplica reajustes", lamentó.
Respecto al panorama local, Héctor Díaz dijo que la situación podría verse mermada en un corto plazo y que esto está afectando de manera transversal a todas las áreas del rubro de la construcción.