Locatarios del centro penquista en alerta por instalación de ambulantes en calle Maipú
Describieron que sienten temor porque la proliferación de los vendedores ilegales ha traído aparejados hechos de violencia y delincuencia. Esto afecta directamente en las ventas de los locales establecidos.
El centro penquista vive por estos días una realidad paralela en sus calles, ya que mientras Barros Arana se mantiene despejado, con constante presencia de carabineros, y algunas personas ubican sus puestos de venta ambulantes de vez en cuando; a dos cuadras de allí, específicamente en la intersección de calle Maipú con Caupolicán, el panorama es completamente opuesto.
Los gritos y atochamientos que eran habituales en el paseo peatonal se trasladaron hasta esta parte del centro, donde personas tanto chilenas como extranjeras se ubican con carros para vender frutas y verduras, ropa, accesorios, entre otros artículos. Los locatarios que han tenido que coexistir con estas personas comentan que, si bien la situación es bastante compleja, sobre todo para las ventas, han tenido que optar por llevar la fiesta en paz.
Varios de ellos, con temor, accedieron a hablar con diario El Sur sobre el escenario que han estado enfrentando los últimos meses e incluso años, pero solicitando la reserva de identidades y nombres de locales, ya que las riñas y conflictos en el sector son usuales y cada vez más constantes, situación que genera incertidumbre y alerta en ellos.
Convivencia
El dueño de un local ubicado en el sector de Maipú y Caupolicán, a quien llamaremos Eduardo, relató que la presencia de ambulantes no es nueva, pero antes se focalizaba en la venta de pescado y otros productos del mar, sin embargo, desde el 2019 más personas comenzaron a ubicarse en el lugar, vendiendo de forma más constante frutas y verduras.
"Por lo general hay días en que se instala más gente, como los días de pago a fin de mes o las quincenas, pero la presencia es constante. La verdad es que nos afecta y mucho, porque la puerta ni siquiera la puedo abrir completa y aunque podría alegar, este es un tema de autoridades y yo puedo salir perdiendo, así que prefiero llevar la fiesta en paz. ¿A parte quién soy yo para sacarlos? Nadie pues", asegura Eduardo.
Otra administradora de un local ubicado en el sector de Freire con Caupolicán, que debido a su reserva de identidad nombraremos como Mónica, explicó que la presencia de ambulantes "sucedió después de que carabineros e inspectores municipales empezaron a erradicarlos del paseo peatonal, de hecho hace un par de días vemos que se trasladaron hasta acá y se ubicaron en nuestra vitrina".
Además, Eduardo y Mónica concordaron en que la situación los aqueja directamente a las ventas, ya que estas personas le quitan visibilidad a las tiendas y generan inseguridad y el público prefiere evitar pasar por el lugar.
"Nosotros estamos establecidos y como comerciantes tenemos que trabajar mucho para poder mantener el local, pagar arriendos y sueldos. Así que la situación de la vitrina y la vista nos perjudica, porque es incómodo, porque hasta a mí me pasa que haciendo un trámite evito pasar por donde está el comercio ambulante", indicó Mónica.
Inseguridad
"Mire, uno no se mete, pero estas personas tratan tan mal a quienes les compran, les tiran las cosas, los insultan, les gritonean, pero la gente igual les sigue comprando. Acá hace poco también vimos cómo peleaban en una esquina, se perseguían unos con otros, gritaban y hasta sacaron cuchillos, creo que un cabro quedó hasta herido", relató Eduardo.
Una de las jóvenes que trabaja en la caja de un local donde justo afuera también se ubican ambulantes, explicaba que la situación de vez en cuando da risa, porque entre los vendedores se conocen y se dicen chistes o tallas, incluso a veces les piden en el local que les carguen los celulares. Pero también tiene una parte más compleja, sobre todo cuando se producen peleas y se generan turbas que van de un lugar a otro.
La misma joven comenta que Carabineros también transita por el lugar, varias veces con patrullas, pero sobre todo para evitar que el comercio ya radicado en el lugar se extienda y sobre todo que se reubiquen en calle Aníbal Pinto, donde aún se instalan algunos vendedores con lonas o mantas en el suelo que suelen escapar de los patrullajes policiales.
100 al menos son los carabineros que se destinaron para labores de patrullaje en el casco histórico de Concepción