Labor contra reloj: los ejes locales para evitar una crisis asociada a la basura
La baja capacidad que presentan los rellenos sanitarios de Hidronor y Cemarc levantó las alarmas de las autoridades. El Gobierno Regional prevé acciones a corto plazo para acelerar el proceso de ampliación de las plantas o apoyar a los municipios en relación a sus contratos.
Por Nicolás Álvarez Arrau / nicolas.alvarez@diarioelsur.cl
La Región del Biobío está a pasos de experimentar una crisis sanitaria. Sí, una nueva crisis. Desde el Gobierno Regional lo tienen claro y más aún parte de los municipios que componen el Consejo de Alcaldes del Área Metropolitana, quienes hace casi un mes informaron sobre la poca disponibilidad que tienen los dos rellenos sanitarios que hay en la Provincia de Concepción para recibir los desechos que se generan localmente: Hidronor Copiulemu, en Florida, y Cemarc, en Penco. Cada uno tiene un 3% y 33% de espacio habilitado, respectivamente, según se alertó en la oportunidad.
El escenario es, sin duda, complejo, sobre todo si se considera que la vida útil de Hidronor bordea hoy los seis meses. En un panorama un poco mejor se encuentra Cemarc, que tiene una capacidad cercana a los dos años. Por lo mismo, a nivel del Gobierno Regional y los municipios se proyecta un trabajo con ciertos ejes para enfrentar el problema en el corto plazo, tal como lo deslizó el gobernador Rodrigo Díaz a principios de julio: "Tal vez vamos a tener que financiar la contratación de más profesionales para que estas iniciativas de gestión, de obtención de resolución de calificación ambiental, se puedan tramitar en términos menores. Tal vez en el mediano plazo lo que tenemos que hacer es abordar la reducción de la basura".
A través de estas palabras la autoridad puso sobre la mesa dos ideas. Por un lado, conformar un grupo especializado en el tema, mientras que por otro acelerar procesos para que los proyectos de ampliación de ambas plantas tengan luz verde y se efectúen de una forma más acelerada.
Medidas de corto plazo
"Hay un período crítico que nosotros estimamos entre fines de este año y mediados de 2024, o a partir de los primeros meses de 2023, si es que uno se pone en un escenario optimista. Estaremos con Hidronor terminando su etapa de operación, sin que se haya aprobado su quinta fase, que permitiría recibir el resto de la capacidad, y con Cemarc en una etapa que debiese terminar en 2024 (…) Hay un riesgo de crisis sanitaria que hace que se complique bastante la situación de la basura", plantea Blas Araneda, jefe (s) de la División de Planificación y Desarrollo Regional del Gobierno Regional.
Riesgos que, a su juicio, se asocian a eventuales daños medioambientales, principalmente por el hecho de que los desechos domiciliarios no tendrán opción de disposición y al riesgo de proliferación de microbasurales en diversos puntos de la zona, "ya que a algún lugar debe ir la basura", según advierte. A esto se suma el alza de costos que enfrentarán las administraciones locales por la falta de estas plantas y el hecho de tener que llevar su basura a recintos más alejados.
En vista de este panorama eventual -que cada vez parece más concreto-, Araneda adelanta que hay una serie de medidas de corto plazo que se barajan y que se centrarán en un trabajo que, en el mejor de los casos, podría comenzar ahora, a fines de agosto o a principios de septiembre. El plan de contingencia abarca la conformación de una comisión intersectorial en la que participarán el Gobierno Regional, las seremis de Salud y Medio Ambiente y los municipios, además de otros actores, de tal manera de definir acciones de carácter urgente. Entre las medidas con posibilidad de ser estudiadas está, por ejemplo, el decretar una alerta sanitaria en el territorio.
Un segundo foco apunta al apoyo hacia los municipios, entendiendo que existen acuerdos con las empresas para recibir cierto volumen de desechos. De acuerdo a Araneda, en la medida que cada administración lo necesite, será fundamental poder darles respaldo para que los respectivos contratos se cumplan o se establezcan compensaciones, es decir, "que sean las empresas las que se hagan cargo del problema que existe por el hecho de no haber tenido las etapas construidas y evitar este período de duda de hacia dónde llevamos la basura".
Un tercer lineamiento pretende evitar trabas en los procesos de evaluación ambiental que experimentan ambas plantas, aunque siempre en el marco de un debido trámite. Según el jefe (s) de la División de Planificación y Desarrollo Regional, como ambos rellenos iniciaron su fase de evaluación, la idea es que a fines de este año Hidronor pueda obtener luz verde, y Cemarc en junio de 2023.
"Hay que supervisar estas etapas críticas, en el sentido de que cada uno de los servicios las tiene que ir tomando en los menores tiempos posibles. El objetivo es apurarlos, pero que cada uno haga lo que debe hacer, cumplir la normativa y poner las exigencias que correspondan", sostiene.
En esta estrategia hay también un cuarto elemento que, sin embargo, se analiza como un plan de más largo aliento. Según Araneda, el Gobierno Regional comprometió para 2023 un plan paralelo que apunta al desarrollo de un estudio que permitirá determinar nuevos lugares de disposición de residuos en la Región.
Rol del reciclaje
Existe un consenso amplio entre los representantes de la zona sobre la importancia que tiene el reciclaje en momentos críticos como este. Andrea Aste, directora de Medio Ambiente de la Municipalidad de Concepción, sostiene que si bien los rellenos sanitarios son necesarios, lo que se debe fomentar con mayor fuerza es el reciclaje de elementos orgánicos e inorgánicos.
Concepción presenta cinco puntos verdes municipales y desde 2016 implementa un programa de compostaje domiciliario que, a la fecha, mantiene unas 6.200 hogares asociados. A esto se añade la futura entrada en vigencia de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), que implicará la implementación de metas que el Ministerio del Medio Ambiente le pondrá a diferentes empresas relacionadas al reciclaje.
La directora municipal cree que por medio de esta nueva medida se abre la posibilidad de instalar, por ejemplo, plantas de reciclaje o de tratamiento integral en las regiones, "porque faltan plantas y locales acá para evitar los traslados y los costos asociados".
Desde Lota, en tanto, dicen que lo único que se puede hacer en este contexto crítico es motivar el reciclaje, más todavía después de saber que ya no podrán depositar sus residuos en el relleno de Hidronor. El inspector técnico del servicio del contrato de aseo de la Municipalidad de Lota, Cristian Morales, plantea que hay que reciclar lo que más se puede de los más de 15 millones de kilos de basura que produce la comuna de forma mensual.
Advierte que en este camino es vital que Lota avance en un galpón de reciclaje con capacidad de 6 mil kilos diarios y que cada comuna cuente con un centro de acopio de vegetales para así llevar lo último que quede a los rellenos sanitarios. Eso sí, agrega que "hay muy pocos terrenos municipales para concretar estos centros".
Florida fue otro de las territorios que debió buscar una nueva alternativa para dejar su basura, pese a que a la planta de Copiulemu -que anteriormente utilizaban- se emplaza dentro de sus límites. Para el alcalde Jorge Roa la compleja situación de los rellenos se podría abordar mediante una mayor entrega de recursos a los municipios, con el objeto de reciclar más de lo que se logra en este minuto, "que es poco o nada".
"Lamentablemente, siempre caemos en el tema de los recursos y que haya un poco más de responsabilidad de parte de quienes retiran lo que nosotros reciclamos, porque si seguimos instalando puntos limpios nos llenaremos de puntos limpios. El tema es que eso hay que retirarlo oportunamente, de lo contrario hay un problema sanitario", dice el jefe comunal.
Florida compró servicios de traslado de basura hacia un relleno ubicado en Chillán Viejo, lo que acrecentó los gastos para el municipio. "Mientras a Hidronor no le acepten la ampliación de esta quinta etapa, vamos a tener que seguir depositando la basura donde lo hacemos ahora", lamenta Roa.