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Jugar desarrolla habilidades cognitivas y sociales en los niños

Los juegos, acordes a la edad del menor, impactan positivamente en su desarrollo cognitivo, habilidades sociales y vínculo familiar, entre otras áreas.
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Generalmente se cree que los juegos solo sirven para divertirse, recrearse y disminuir el estrés. Sin embargo, se ha demostrado que tienen múltiples beneficios para el desarrollo cognitivo y las habilidades sociales de bebés, niños y preadolescentes. De hecho, existen actividades didácticas para que las madres estimulen a sus hijos durante la etapa de gestación.

Catalina Sabat, coordinadora del área Clínica Infantil de la carrera de Psicología de la Universidad San Sebastián, explicó que se han realizado múltiples estudios que demuestran el impacto positivo de los juegos en el desarrollo cognitivo. "Para cada etapa de crecimiento corresponde un tipo de juego. Por ejemplo, en la etapa de gestación, lo primordial es lograr que sea estimulante. Para eso, están las actividades como yoga terapia, hidroterapia, y musicoterapia, las que generan conexiones neuronales. Incluso las voces familiares también ayudan a eso", afirmó.

Una vez que la guagua nace y crece, pasa a la etapa denominada "primera infancia", que corresponde hasta los 3 años. Aquí, las actividades lúdicas tienen que ser sensoriales y motrices. "Para desarrollar su pensamiento, los juegos deben ser con muchos colores y sonidos, ya que es la forma más llamativa que tienen los bebés para procesar la información", detalló la académica, también magíster en Psicología mención Psicología de la Salud.

PRESCOLAR

En la etapa prescolar, de 3 a 5 años, existen diferentes estrategias para ayudarlos a reconocer sus emociones básicas, ya que serán su base para el desarrollo social. En este período, los juegos deben fomentar vínculos como, por ejemplo, los de padres e hijos, y la expresión emocional.

Catalina Toledo, estudiante de segundo año de la carrera de Psicología USS Concepción, explicó que existen juegos que tratan sobre el conductismo y el estímulo de la recompensa. "El objetivo de estas actividades lúdicas es que los niños sociabilicen sin que sientan la obligación de hacerlo. Por ejemplo, hay juegos grupales en los que tienen que buscar el doble de una tarjeta para luego armar una figura sobre la base de recortes de páginas de una revista", puntualizó.

ESCOLAR

Cuando los niños están en el colegio, los juegos son sociales, colectivos, con reglas y más complejos. En esta etapa, entre los 6 y 12 años, comienzan a categorizar, a entender la frustración y a desarrollar el razonamiento inductivo, entre otros aspectos.

Krishna Aravena, estudiante de la misma carrera, detalló que existen juegos que ayudan a los escolares a identificar sus emociones y a saber cómo expresarlas de manera correcta. "A veces vemos a menores que hacen pataletas, y eso es porque no saben filtrarlas bien. Por eso, junto a mis compañeros hemos desarrollado un juego que consiste en un dado que representa diferentes emociones. Una vez que lo lanza, debe escoger una tarjeta que representa a un familiar. Entonces, si, por ejemplo, le sale la emoción miedo y la tarjeta tío, podrá decir cuándo o en qué episodios le ha temido", detalló.

Ante la gran cantidad de beneficios en términos cognitivos y emocionales que tienen los juegos, Catalina Sabat hizo un llamado a las personas, especialmente a los padres, a tomar conciencia sobre la importancia de las actividades lúdicas para el desarrollo de los niños. "Debido a lo limitado de los tiempos, muchas veces se pierden estos espacios en las casas y el juego se ve más restringido en las etapas de gestación, primera infancia, prescolar y escolar", advirtió.

Organizaciones culturales de Biobío enseñan artes y oficios tradicionales

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La Escuela Itinerante de Artes y Oficios Tradicionales para el Buen Vivir es una apuesta conjunta entre ONG CETSUR, el Centro Patrimonial Curarrehue y el Archivo de Cultura Tradicional, iniciada en primavera de 2021, con el objetivo de aportar a la reflexión y transformación de la relación entre los seres humanos y la naturaleza, mediante un acercamiento a las artes tradicionales.

Fue a través de la implementación de una programación de 100 talleres que se invitó a la comunidad a participar de experiencias facilitadas por maestros y maestras de la Región, lo que cimentó un camino para el reencuentro con las artes y oficios, las memorias locales y la agroecología.

La iniciativa, inspirada en la estrategia formativa de las Escuelas de Artes y Oficios, desarrollada por CETSUR para la reactivación de saberes locales y la restauración territorial, estuvo orientada a sensibilizar a los participantes en torno al valor de los saberes ecológico-culturales tradicionales y el rol de los artistas locales y cultores en su revitalización, desde prácticas que conectan el mundo campesino tradicional con contextos urbanos y rur-urbanos de la Región.

Narración colectiva, la cueca en la cultura tradicional campesina, crianza de plantas medicinales, crianza y conservación de semillas y plantas, sabores costeros tradicionales, el trigo y sus preparaciones, cocina y productos de recolección, cestería en mimbre, tejido en malla cuadrada y artesanía en calabazas, fueron los talleres que se desarrollaron con organizaciones territoriales, espacios culturales y juntas de vecinos en las comunas de Tomé, Penco, Concepción, Hualpén, Chiguayante, San Pedro de la Paz, Coronel, Los Álamos y Quilleco. "Impulsar esta escuela desde una alianza colaborativa entre organizaciones que, desde un quehacer muy diverso, buscan salvaguardar, poner en circulación y dignificar el conocimiento que surge desde el acercamiento a la naturaleza y las particularidades de los territorios, fue una experiencia muy potente", señaló Paula Fuentealba, encargada de la Unidad de Gestión Cultural de ONG CETSUR.

Cabe destacar que esta experiencia fue posible gracias al financiamiento de la convocatoria para organizaciones culturales focalizadas en desarrollo social local, del Programa Red Cultura del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, y al trabajo coordinado con 23 organizaciones y espacios culturales de la Región,.