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Iniciativa digital de Pabellón 83 y Fundación CEPAS

Revista "La máquina de escribir" buscar enaltecer la cultura lotina

Con tres números a la fecha, proyecto apunta a enriquecer la identidad del territorio carbonífero, a través de distintas expresiones literarias y artísticas.
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Por Nicole Reyes Cares

A 38 kilómetros del Gran Concepción se encuentra Lota, la primera ciudad del país en ser industrializada. Durante casi un siglo, fue la matriz energética de la nación. A fines de 1800, Coronel, Curanilahue y Lebu se incorporaron a la producción carbonífera. Se consolidaron como "La cuenca del carbón", una zona con fuerte dimensión histórica e identitaria.

A 22 años de la clausura minera, organizaciones culturales se levantan en pos de entregar a la comuna el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad. Mientras tanto, algunos espacios buscan empoderar la memoria lotina. Pabellón 83 es uno de ellos.

Construido en 1915 como hogar para los mineros y declarado Monumento Nacional en 2009, hace casi dos décadas trabaja con Fundación CEPAS (Centro de Educación y Promoción de Acción Solidaria), fundada en 1990, con miras a desarrollar programas educativos y sociales en el Biobío.

A modo de poner en valor el arte y la literatura del territorio, en 2020 comenzaron a crear fichas literarias que promovían a autores del siglo XX. En junio de 2021, evolucionaron a una primera edición de la revista digital "La máquina de escribir", cuyo tercer volumen fue liberado el 28 de junio pasado en la Sala Baldomero Lillo de dicha casa comunitaria.

"Este proyecto nace para contribuir a la cultura literaria y lograr que se reconozca el trabajo que están haciendo poetas y escritores. Nos dimos cuenta que con esas fichas -de sólo una hoja- no se hacía justicia a los talentos contemporáneos", indicó Juan Torres, periodista de La Unidad Patrimonio e Identidad Cultural de Pabellón 83, y parte del equipo editor.

Mediante una ceremonia que contó con la presencia del Taller Literario Fernando González Urízar, se hizo presente el escritor, Tulio Mendoza y el emergente poeta local, Jaime Uribe, "Portón Oxidado". Y en forma honoraria asistió la esposa del poeta coronelino, Mauricio Badilla, a quien se le recuerda póstumamente en el presente ejemplar.

Tulio Mendoza, junto con recalcar el legado del poeta González Urízar (1922- 2003), dijo lo fundamental que es consolidar una plataforma que rescate el arte local.

"Borges decía que los libros son una extensión de la memoria. Por eso, creo que esto, pese a ser virtual, quedará como legado para recordar 'La cuenca del carbón''. Esta revista, de nombre 'La máquina de escribir', nos permite imaginar aquella época donde se usaba esta herramienta para plasmar los recuerdos", afirmó, diciendo que esperaba que "esta máquina teclee con fuerza social e histórica en los corazones de la gente".

Empoderar la zona

En 64 páginas, la publicación, concebida por La Unidad Patrimonio e Identidad Cultural junto a la Unidad de Fomento Lector (UFM), ambas de Pabellón 83; tiene como objetivo semestral estimular la lectura y escritura creativa.

"Busca posicionarse como un espacio de difusión y diálogo a través de las distintas colaboraciones para cada número", indicaron desde la organización.

Víctor Muñoz, encargado de la UFM, enfatiza en que esta tercera versión es un trabajo colaborativo. "Con Juan hicimos una especie de fusión patrimonial entre ambas unidades, para destacar y promocionar el ser creativo de quienes están retratados en este número", dijo, subrayando la pluma de las poetisas Karina Seguel y Betty Fernández.

Dividida en cinco partes: Reseñas, Poesía, Dramaturgia, Cultura y Patrimonio, y Galería de la Memoria, este archivo digital pretende "empoderar la tierra lotina", enuncia Juan Torres, uno de sus impulsores, adelantando que el próximo será en noviembre.

Andrea Torres, coordinadora del Área de Cultura de Fundación CEPAS, está convencida de que con esta revista se fortalecerá la interacción público artista.

"Es una de las tantas actividades con las que aspiramos a que las comunidades conozcan nuestra labor y la de los gestores culturales. Trabajaremos para que ésta fomente el desarrollo y la implicación en nuestro territorio", dijo.

A estos anhelos se suman los productores del festival FAMCA, Sebastián Paredes y Nicolás Sanhueza, quienes contaron su experiencia realizando el primer encuentro de esta magnitud en Curanilahue. "Teníamos que hacer algo con el adormecimiento cultural que sufría el lugar. Hicimos un llamado participativo con el fin de obtener un emancipamiento comunitario y una transformación social", comentó Sanhueza, anunciando que se puede leer sobre este acto registrado en la revista.

Comentario de serie

"Stranger Things 4 Vol. 2: El dolor que implica madurar

"Tus amigos han perdido", frase de Vecna, parece cruzar toda la cuarta temporada de este oscuro universo.
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Por Sebastián Grant Del Río

Está claro. Después de una segunda y tercera temporadas más bien débiles -el apuro de estrenar- hizo que "Stranger things" decepcionara a la audiencia enfocada en el género fantástico. También aquella que se rindió a los pies de la propia serie, después de una muy efectiva primera entrega; o de quienes se entretuvieron con las aventuras que venían contando los hermanos Duffer en torno a Eleven desde el estreno del primer capítulo en 2016.

¿Qué pasó? Los encargados de Netflix y los propios creadores de este universo oscuro y dramático entendieron que al público no se le pasa "gato por liebre", según cantan Los Tres.

Por el contrario, la audiencia contemporánea tiene el sentido común para asumir desde lo cotidiano y crítico, que lo que tiene al frente es un dulce medio amargo de degustar. Y es lo que pasó con las entregas dos y tres, durante los años 2017 y 2019.

Todo hasta el 27 de mayo pasado, cuando quedaron a disposición el Volumen 1 de la cuarta temporada. Siete capítulos que, literalmente, fueron un golpe de adrenalina, tensión y oscuridad, en torno a la monstruosa otredad representada por Vecna y lo que implica crecer.

Los niños del pasado, ahora en tránsito a una adolescencia consciente, entendieron que el dolor y los miedos traspasan los juegos de rol. De este modo, al grupo de amigos y circunstancias en torno a Eleven, le quedó claro que el camino resultaría complejo.

En este caso, representado en, a lo menos, cuatro líneas narrativas: los experimentos en torno a la joven con poderes, el encierro carcelario de tintes "lovecraftianos" en Rusia, la desesperación del enamorado y los amigos que asumen el riesgo de la búsqueda.

Matt y Ross Duffer lo presentaron con la astucia y el desarrollo de una trama, que podría acercarse en la presente temporada a los parámetros narrativos propuestos por "Game of Thrones".

Quizás para no cansar a la platea con capítulos de largo aliento (sobre las dos horas) es que se tomó la decisión de contar con un segundo volumen estrenado el 1 de julio pasado. Dos capítulos para más de tres horas de, anótelo, una sólida cuarta temporada.

¿quién te entiende?

Más allá del dato de la reseña, los spoilers o el contar de qué va la historia; lo importante acá es verla y asumir cómo la ficción permite más de lo que uno piensa. Partiendo por capítulos que parecen películas, con una duración que dobla y casi triplica la del formato de un capítulo de series, que bordea los 50 minutos, hasta los 70, incluso, los 90.

"Stranger things" propone un episodio de casi 150 minutos como fin de temporada. Hasta podría anunciar un nuevo modo en la construcción de un tipo de serie, que funciona en más de una línea dramática central.

En estos nueve capítulos fuimos testigos de la búsqueda emprendida por Joyce de su amado Jim en Rusia, Eleven (Millie Bobby Brown) como el centro de las investigaciones que develan el origen de Vecna, los amigos en una búsqueda dividida entre el otro lado (capítulo 8) y la pizzería (9).

Los hermanos Duffer como creadores y directores, junto a Shawn Levy, supieron cómo unir todas estas historias y lo hacen bien, entendiendo y respetando los referentes pop y nostálgicos.

Unos que acá enfatizan las relaciones personales y cómo éstas se ven bajo la sombra de un manto oscuro llamado Vecna. Es ese "lado oscuro", que lleva a los personajes hacia la otredad, apuntando a Maurice Blanchot; cruzando el umbral de Lovecraft, "Poltergeist" y la literatura de Stephen King.

Es ahora cuando aparecen las confesiones de personajes en un marco de relaciones que todavía no alcanza la intensidad deseada y que tendrá su clímax en la quinta temporada final.

La cuarta fue sobre el costo de madurar (otra vez King) y a esas imágenes que nos llevan a los 80, cuando las historias de terror y fantástico hablaban de crisis, de ser uno mismo hasta el final y de aquella emocionalidad planteada a partir perfiles de personajes que laten fuerte y te entienden mejor que nadie.