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La propuesta constitucional será entregada mañana al Presidente de la República

Convencionales del Biobío y su mirada final a horas del término de un proceso histórico

Diario EL SUR abordó con 12 de los 13 representantes con domicilio electoral en la Región el año de trabajo, marcado tanto por la discusión como la redacción de normas. Junto con ponderar el proceso a nivel personal y colectivo, también dieron una mirada histórica al primer órgano electo democráticamente para redactar un texto constitucional.
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Por Nicolás Álvarez Arrau y Felipe Cuevas Mora

El 4 de julio será recordada como una de las fechas más significativas en la historia de Chile. Aquel día, en 2021, 154 convencionales se reunían de manera física en el ex Congreso Nacional -Felipe Harboe lo hizo de forma telemática- para participar en la ceremonia inicial del órgano constituyente. La historia dirá que fue extensa, impredecible y a ratos bastante polémica, aunque también dirá que en las horas finales de ese domingo una mujer mapuche fue elegida para comandar la primera parte del proceso. Un 4 de julio también, mañana, el texto que en un año elaboraron los constituyentes será entregado en las manos del Presidente Gabriel Boric, a dos meses del plebiscito que marcará el destino de la nación. Un período de altos y bajos, con encuestas que respaldan o tiran por el tacho de la basura un ciclo cargado de análisis, discusiones, encuentros y desencuentros, pero que nace de una idea común: devolver la paz a una población convulsionada por una crisis social y reorientar el desarrollo.

Es en este contexto de cierre que los convencionales de la Región del Biobío conversan con Diario EL SUR para entregar sus últimas apreciaciones antes de abandonar sus cargos. Desde los distintos roles asumidos autoevalúan el desempeño ejercido en un año de trabajo y se transportan hacia los años futuros, cuales viajeros en el tiempo, para observar dicha labor, pero a contar de un punto lejano en el que la historia, se supone, ya habrá hecho de las suyas. En las siguientes páginas se plasman las voces de los y las protagonistas locales que, a pesar de las circunstancias, igualmente fueron capaces de sacar adelante una propuesta por la que ahora deberá decidir la gente.

En el análisis participan 12 de los 13 convencionales de la zona, a quienes se les solicitó responder dos preguntas con respuestas de una extensión límite definida por este medio: "¿qué evaluación hace de su desempeño en la Convención Constitucional tras un año de trabajo?" y "¿cuál cree que será la mirada histórica que se le dará finalmente al proceso?". Si bien en un principio la convencional mapuche Natividad Llanquileo mostró disposición de participar, con el paso de los días no respondió a las consultas, por lo que fue imposible incluirla en el reportaje.

Tammy Pustilnick Arditi

Distrito 20 Independientes No Neutrales Comisiones: -Subcomisión reglamento de estructura orgánica y funcionamiento -Reglamento -Forma de Estado subcomisión N°2 -Forma de Estado, ordenamiento, autonomía, descentralización, equidad, justicia territorial, gobiernos locales y organización fiscal -Armonización (coordinadora)
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La autoevaluación dentro del proceso constituyente la hago de forma positiva en términos generales, ya que puedo señalar que puse todos mis conocimientos y experiencia a disposición de la Convención, trabajando con convicción, responsabilidad, profesionalismo y de forma dialogante, manteniendo siempre una coherencia y consecuencia, tal como fue el trabajo en mi campaña electoral. Sin embargo, siempre es necesario hacer la autocrítica respectiva, ante lo cual considero que en ciertas instancias del proceso debí ser más insistente con mis compañeras y compañeros convencionales a fin de persuadirlos sobre una determinada postura en ciertos temas o bien seguir insistiendo y relevando la importancia de incluir constantemente a todos los sectores políticos en el diálogo constituyente.

Sin duda, de todo este proceso hubo un aprendizaje, ya que responde a una instancia inédita en la historia constitucional chilena, la cual se podrá tener como precedente para las futuras generaciones.

Es complejo definir cómo será la mirada histórica sobre un proceso que aún está en curso y donde tampoco conocemos su resultado final en el plebiscito de salida. Sin embargo, tengo la certeza que este proceso constituyente por sí es un hito histórico, pues no solo por primera vez en nuestra historia republicana nos preguntaron si queríamos tener o no una nueva Constitución, sino también quiénes queríamos que la escribieran.

Tengo la convicción de que la historia realzará el hecho de que el proyecto de Constitución fue redactado por un órgano paritario que reconoció por primera vez en nuestro país y a nivel constitucional los derechos de nosotras las mujeres, las niñas, niños y adolescentes, entre otros grupos de especial protección.

Creo que con el tiempo veremos lo virtuoso que ha sido que un órgano que tenga tanto poder como la Convención Constitucional haya sido tan representativo de la diversidad del país, porque no estábamos acostumbradas y acostumbrados a la deliberación democrática de forma transparente, participativa y de cara a la ciudadanía en su máxima expresión.

Amaya Álvez Marín

Distrito 20 Revolución Democrática Comisiones: -Subcomisión reglamento de estructura orgánica y funcionamiento -Reglamento (coordinadora) -Derechos de los pueblos indígenas y plurinacional -Forma de Estado subcomisión N°1 -Forma de Estado, ordenamiento, autonomía, descentralización, equidad, justicia territorial, gobiernos locales y organización fiscal -Armonización *Fue vicepresidenta adjunta de la segunda Mesa Directiva de la Convención
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Trabajé para llevar adelante las demandas ciudadanas que también expresé en mi programa de campaña. Creo que contribuí a que determinados contenidos se incluyeran en la propuesta de Constitución: la descentralización, la perspectiva de género, la protección del medioambiente y la naturaleza, en especial de las aguas, un nuevo marco de entendimiento con los pueblos indígenas a través de la plurinacionalidad, dar un carácter más democrático al Estado y sus organismos abriendo nuevas vías para la participación ciudadana, la consagración de derechos sociales robustos para garantizar una vida digna, y un respeto y valoración por los Derechos Humanos como fundamento de la vida en sociedad. Todas estas temáticas y visiones estaban en las propuestas programáticas que, al igual que otras y otros convencionales, presenté a la ciudadanía y creo que de algún modo están expresadas en la propuesta de nueva Constitución.

Espero haber obrado con prudencia y ánimo de concordia con todas y todos mis pares. Lo que yo siempre manifesté, como un ánimo genuino de conocer y aprender de la experiencia de cada uno de los convencionales, se reveló como una forma eficaz y humana de hacer política. Así fue como logramos un importante grado de aprobación de normas, por ejemplo, en la comisión de Forma de Estado de la que formé parte. Creo haber asumido todos los roles y tareas en que mis colegas depositaron su confianza en mí. Tuve el honor de integrar la coordinación paritaria de la comisión de Reglamento e integrar la Mesa Directiva a través de una vicepresidencia adjunta, lo que me permitió muchas veces ver el desarrollo del proceso en su conjunto, en lo cual constaté un alto grado de compromiso de la mayoría de la Convención para que todo fuese en marcha y en forma de acuerdo al mandato que nos otorgó la ciudadanía.

Lo que llevamos hasta acá es algo inédito no solo en Chile, sino a nivel global. Y no me refiero a la etapa de la Convención exclusivamente, ni al texto de la propuesta de nueva Constitución, pues el proceso ha sido más que eso. Se compone de las masivas movilizaciones sociales y los cabildos autoconvocados, los acuerdos de los representantes políticos que habilitaron el proceso de cambio constitucional, un plebiscito de consulta a la ciudadanía sobre si deseaba abrir tal proceso y la forma de llevarlo a cabo. Iniciamos un camino difícil, cruzado por una pandemia y una recesión global, ofreciendo una salida de diálogo al pueblo de Chile. Todo democráticamente y con un grado de diversidad de representantes que difícilmente tiene parangón en nuestra historia. El cúmulo de experiencias previas contribuye más al significado histórico de todo esto: el proceso participativo en el segundo gobierno de Michelle Bachelet, las campañas de Marca AC (asamblea constituyente), las movilizaciones sociales ambientales, de educación y por pensiones que hemos visto en la última década. Como sociedad chilena hemos logrado encauzar un enorme desafío.

Vanessa Hoppe Espoz

Movimientos Sociales Constituyentes Distrito 21 Comisiones: -Descentralización, equidad y justicia territorial -Sistema de justicia, órganos autónomos de control y reforma constitucional (coordinadora) -Normas transitorias
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Este será siempre el primer proceso constituyente democrático y paritario de Chile. Creo que las futuras generaciones lograrán valorar que haya sido un proceso con amplia representación de todos los sectores, incluyendo a pueblos originarios y representantes independientes electos desde y por los territorios, lo que nos permitió escribir una Constitución ecológica de vanguardia, que entrega herramientas al Estado para abordar una crisis climática innegable, proteger a la naturaleza, los animales y permitir la participación de la ciudadanía en la toma de decisiones, como nunca antes se hizo.

La consagración de un Estado Social de Derechos que, al igual que los países desarrollados, cambia las prioridades en la inversión de los recursos públicos que antes se usaron para subsidiar al sector privado y que hoy deberán usarse para garantizar el ejercicio de derechos por parte de todas las personas, incluyendo a quienes no pueden pagar por ellos, pero sin acabar con el modelo económico ni con el negocio de los particulares en estas materias. Es decir, un modelo mixto que permite a todas las actorías participar, pero garantizando el respeto y la dignidad de las personas. Una constitución que desconcentra el poder, redistribuyéndolo hacia las regiones y reconociendo su maritorio, zonas insulares y nuevas regiones.

Valoro el trabajo y esfuerzo que hicimos desde Movimientos Sociales Constituyentes para lograr amplios consensos que nos permitieron construir normas que alcanzaron el alto quórum de 2/3 que se nos exigió en el Acuerdo por la Paz. Era imposible creer que tal desafío se lograría sin ceder en las pretensiones iniciales, o sin conversar con otros sectores con visiones, muchas veces, más conservadoras. En cuanto al desempeño personal, me quedo con una grata sensación sobre la labor que realicé como coordinadora de la Comisión Sistemas de Justicia. Logramos el objetivo de conducir discusiones en un tono dialogante y de respeto, a pesar de las diferencias sustantivas que en general teníamos los distintos colectivos. Gracias a ello y al liderazgo que ejercimos con Christian Viera alcanzamos también amplios consensos que nos permitieron llegar al Pleno de la Convención con propuestas que en general tuvieron muy buen resultado.

Además, me enorgullece haber impulsado la creación de la Defensoría de la Naturaleza y haber sido parte de normas que recuperan la esencia del agua y del saneamiento, como derechos fundamentales, así como todas las normas que se trabajaron en la colectiva feminista, junto a constituyentes de diversos colectivos, como la norma que asegura una democracia paritaria y aquellas que consagran una justicia que tendrá que ver, escuchar y considerar a las mujeres.