Arriendo de oficinas mantiene lenta recuperación tras crisis
La pandemia hizo que la cantidad de compromisos pactados bajara en 40% durante la crisis. Hoy, la reactivación alcanza el 20%, según parte de los actores que se dedican al rubro.
Con el arribo de la pandemia y la emergencia económica, la mayor parte de las empresas comenzaron a derivar a sus trabajadores hacia sus hogares. De hecho, hasta hace algunos meses solo las firmas consideradas esenciales podían tener a parte de su personal laborando de manera presencial.
Este fenómeno produjo un deterioro notable en el mercado de arriendo de oficinas, tanto a nivel nacional como regional. Aunque la mayoría de las entidades debió conservar los compromisos pactados con los arrendatarios, el ritmo que mantenían los nuevos arriendos cayó en cerca de 40% durante los peores momentos de la crisis, según datos de la Asociación Gremial de Corredores de Propiedades de la Región del Biobío.
Su presidenta, Viviana Pérez, recuerda que en tiempos de pandemia este tipo de arriendo experimentó una baja muy considerable, creando con ello una vacancia importante, sobre todo en relación a las oficinas grandes. "La cuarentenas nos mantuvieron encerrados por largos meses, lo que permitió a muchas firmas, ya sea grandes, medianas y pequeñas, replantearse y optar por teletrabajo. Se dieron cuenta de que la misma actividad la podían realizar desde su hogar o desde cualquier otro sitio que no sea su oficina, permitiéndoles un ahorro", plantea.
Hoy, advierte, los valores de arriendos experimentan una recuperación lenta, aunque en algunos casos se ha logrado llegar a su valor real e, incluso, marcar alzas. En ese mismo contexto, desde la asociación dicen que la demanda local de arriendo de oficinas tenderá a mantenerse como la oferta de la misma dado la falta de nuevas unidades que ingresan al mercado inmobiliario. Los espacios cowork y las oficinas más pequeñas son, a la fecha, las más solicitadas por su precio. El arriendo mensual de estas últimas bordea los $400 mil, más gastos comunes y dependiendo de la ubicación.
De acuerdo a Pérez, dicha actividad en el Gran Concepción se recupera a un ritmo que roza el 20%.
Comportamiento
Un poco más optimista se muestra Luis Araya, gerente comercial de Edificio Bío Bío, inmueble de oficinas ubicado en Hualpén. A su juicio, el ritmo que presenta el negocio se ha mantenido estable, pues así como han dejado de arrendar a empresas, otras también han llegado.
Por ejemplo, si en enero de 2020 facturaba cierta cantidad de UF, en enero recién pasado ese número creció, incluso, en 0,9%. "Si bien es cierto que mucha gente se fue por reducciones, por preferir trabajar desde la casa o arrendar a los cowork, también han llegado nuevas empresas, situación que mantiene constante el negocio", precisa el gerente comercial.
Dentro de las organizaciones que han comenzado a arrendar en el último tiempo asoman empresas ligadas al mundo de los abogados, eléctrico o internacional, según cuenta. Agrega que muchos clientes han decidido mirar hacia edificios más alejados del centro penquista, especialmente para evitar los efectos que dejan algunas protestas y movilizaciones.
"Con todas estas complicaciones veo que la gente saldrá del centro. Cinco años atrás salieron de forma simultánea como tres o cuatro edificios al mercado, generando un copamiento, lo que hizo que hubiese mucha oficina desocupada. Hubo muchas personas que tuvieron la suerte de arrendar barato, pero no creo que todavía haya otro valiente que quiera partir con un edificio de oficina", proyecta Araya, quien a la fecha se esfuerza en completar el 30% del espacio disponible que tiene su torre.
Tirso Ortiz, corredor de Propiedades Lilian Garay y Tirso Ortiz, cuenta que con la emergencia hubo un cambio generalizado a nivel local, escenario que se repite con el regreso a esta nueva normalidad y en donde gran parte de los trabajadores se desempeñan bajo una modalidad híbrida.
"Pese a este fenómeno, no se han visto modificaciones en el valor de arriendo, es decir, los precios se han mantenido en el tiempo por no haber mayor demanda", cuenta.
De acuerdo a sus estadísticas, el metro cuadrado de un edificio tipo B -el más común que se encuentra en Concepción- puede estar en torno a las 0,30 UF.
Tanto Ortiz como Viviana Pérez sostienen que es difícil hacer hoy proyecciones de cara al presente año, ya que hay factores relevantes que inciden y que generan incertidumbre en el mercado inmobiliario, como la alta inflación, el aumento en el valor de las contribuciones, el impuesto al patrimonio o el valor de la UF . "Todo esto hace ver al mercado con muchas dificultades mientras no haya claridad en la economía y en las reglas del sector inmobiliario", coinciden.