"Cultura no es un ministerio que tenga mucha capacidad de hacer grandes cambios"
En su primera visita a la zona, en el marco del programa "Chile apoya", la secretaria de Estado dialogó con EL SUR, donde abordó los ejes que tendrá su gestión.
Cuando el Presidente Gabriel Boric anunció los nombres que compondrían su primer gabinete, el de Julieta Brodsky Hernández (38) generó buenos comentarios.
La llegada de Brodsky al Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio fue sindicada como una decisión acertada. Sin embargo, en el paso de los días, algunos de sus dichos -especialmente por conceptos de derechos de autor- trajeron desaveniencias.
Antropóloga con trayectoria en la investigación cultural, antes del ministerio fue directora del Observatorio de Políticas Culturales de Chile (OPC) por más de 10 años. Desde ahí, asumió la coordinación del área de Derechos y Asociatividad del Proyecto Trama: Red de Trabajadores de la Cultura.
En medio de su primera visita como autoridad a la zona, la también diplomada en Promoción y Gestión de Derechos Culturales de la U. de Buenos Aires conversó con EL SUR luego de una reunión con diversos agentes culturales del Biobío.
"Este es un gran desafío y me lo tomo con responsabilidad. No tenía ansías de llegar a un puesto así, pero lo asumí muy contenta, porque me parece importante generar cambios, y es relevante que la persona que ocupe un cargo como este tenga el conocimiento suficiente del sector y territorios", responde por el nombramiento.
Desafíos en la ruta
De respuestas certeras, una de las cosas que más llamó la atención en su paso por la zona fue su capacidad de escuchar.
Y es que, en un giro que busca el gobierno, el mandato es darle relevancia a ministerios históricamente relegados a un segundo plano, donde Cultura juega un papel fundamental.
"Para nosotros es importante el trabajo que hacemos con otras carteras. Entendemos que Cultura no es un ministerio que tenga mucha capacidad de hacer grandes cambios o que cuente con un gran presupuesto", reconoce.
Por lo mismo, señala, su mirada es que su área sea un eje transversal, que se pueda trabajar con los distintos ministerios. "Cultura se está poniendo a disposición del plan de gobierno y eso es muy relevante", apunta, destacando -entre otras cosas- trabajos y proyectos ya iniciados junto a carteras como Salud, Interior, Economía, Bienes Nacionales y Educación.
- A poco más de un mes de instalarse, ¿con qué se encontró en el Ministerio?
- Con un sector que venía saliendo de una grave crisis y con una profundización de las condiciones de precariedad del sector. En la interna, la verdad es que nos encontramos con una institución muy dañada en muchos aspectos. No existe un diseño orgánico, lo que ha hecho que el ministerio venga funcionando desde la inercia de lo que fue el Consejo de la Cultura y la Dibam. Hay funcionarios muy frustrados, porque hay compromisos incumplidos. Hay muchas expectativas, pero también cansancio y eso ha sido complejo de manejar.
- ¿Cómo será el trabajo entre ministerio, regiones y gremios?
- Cuando se viaja a las regiones se está en terreno y se conversa con las personas. Una se da cuenta de lo importante que es generar estas instancias. En el trabajo cotidiano de resolver, diseñar y estar pendiente de varios temas a la vez, se pierde ese foco. Hoy me doy cuenta de la necesidad de estar en terreno, y nuestra actitud es de total diálogo y apertura con las comunidades y gremios.
- A usted le va a corresponder liderar la anhelada llegada del 1% para la cultura, ¿cómo lo van a enfrentar y cómo se implementará?
- De aquí a cuatro años, debieramos estar aumentando el presupuesto para acercarnos a ese 1%. Será gradual, y va a depender en gran medida de las condiciones económicas de los próximos años. Sabemos que no enfrentamos un panorama ideal ni muy óptimo, pero es súper importante fortalecer nuestra institución para eventualmente recibir más recursos. Los que llegan no se reflejan en fortalecimiento institucional.
- Es su primera visita a la zona como autoridad, ¿conocía Concepción?
- Había venido antes, sobre todo en el marco del trabajo que realizaba en el OPC. Hicimos varios estudios en Biobío. Algunas veces vine personalmente por trabajos de campo, pero otras veces lo hicimos con socios locales. Ahora, sí recibía información e insumos de lo que ocurría acá, por lo que tengo bastante clara y cercana la realidad que vive Biobío.
- ¿Cómo se toma el ser ahora una figura política?
- Es un desafío para el que uno nunca está lo suficientemente preparado. Tiene de cal y de arena. Sus lados más amargos y difíciles de llevar para alguien que no ha estado acostumbrado a tener esta posición expuesta. Pero es muy gratificante que personas del sector noten este conocimiento, apertura y cambio de mano, se genera un trabajo colaborativo.
También con polémica
La ministra Brodsky llegó a la zona en medio de la polémica generada a partir de una entrevista con CNN. Allí, la secretaria de Estado aseguró que existía un choque entre los derechos de autor y el acceso a la cultura, motivo por el cual debían, eventualmente, limitarse.
"Para nosotros los derechos de autor, los derechos de los trabajadores y trabajadoras culturales, y velar porque tengan buenas condiciones económicas y sociales, es fundamental", expresó.
- ¿En qué sentido?
- Es un compromiso de este gobierno y de mi gestión particular. No ponemos en duda, para nada, la legislación tanto nacional como internacional vigente para la protección de los derechos de autor. Solo decir a las organizaciones y trabajadores que no hay de que preocuparse, porque no los cuestionaremos, sino más bien reforzar, difundir y concientizar su importancia.