Región del Biobío ha perdido a más de la mitad de sus taxistas
Pese a las circunstancias, desde la Asociación Gremial de Taxistas del Biobío plantean que se han resistido a susbir las tarifas a los usuarios que regularmente utilizan sus servicios.
Primero fueron las aplicaciones de transporte, luego la pandemia y, finalmente, las alzas en el combustible producto del conflicto en Ucrania. Todo esto está terminando de sepultar a quienes por años se dedicaron al transporte privado de la Región.
Según dicen sus representantes, esta afectación se traduce en una menor cantidad de taxistas. Por lo mismo, dicen sentir "un total abandono" por parte de las autoridades, en especial durante el anterior gobierno.
Richard Montecinos, presidente de la Asociación Gremial de Taxistas del Biobío, confirma la difícil situación que viven y que los ha hecho absorber los costos por su cuenta para no subir las tarifas a los pasajeros.
"Desde el año pasado a esta fecha ha subido más de $400 el litro de bencina y eso significaría que nosotros tendríamos que estar subiendo más del 50% la tarifa. Por ejemplo, una carrera que costaba $3.000, ahora tendríamos que aumentarla a $4.500", detalla Montecinos.
Para poder sobrellevar el panorama, cuenta que algunos colegas han estado tratando de hacer convenios con empresas, pero que de igual forma eso se complica al momento de ver los precios, ya que "ellos (las empresas) ven la necesidad que tenemos y se quieren aprovechar, no quieren pagarnos un valor justo (...) Y por necesidad el taxista acepta trabajar por un valor mucho menor".
Este es un escenario que amenaza con sepultar al gremio con una retirada importante de los trabajadores, pues por vehículo se necesitan dos conductores, es decir, uno de día y otro de noche. De esa forma, al quitar un taxi, son dos familias las que quedan sin trabajo. "En este último tiempo hemos perdido entre un 50 y 60% de nuestros taxistas", agrega el dirigente.
"Expectativas de mejora no se tiene, se viene mal. Estamos sin conductores porque la empresa privada se los ha llevado a casi todos, tanto de micros como de taxis", señala.
Subsidio
Juan Pablo Cuevas, vicepresidente del mismo gremio, comenta que se dieron un conjunto de situaciones que los llevaron a este punto, como lo fueron las aplicaciones de Uber o Didi, la pandemia y ahora el aumento en el valor del combustible.
"Lo que más nos está complicando es el tema del combustible, ya que no existe ningún beneficio para nosotros, por lo que señala el decreto 212, que establece diferencia a los servicio de transporte público remunerado de modalidad colectiva con los individuales", plantea.
Agrega que "el de servicio colectivo goza de los beneficios de la ley de subsidio al transporte público, pero en el servicio individual, lamentablemente, no. Quedamos fuera por las características de la ley que pide rutas con tramos definidos", sostiene Cuevas.
Es por esto que denuncia un dejo del parte del gobierno, especialmente del anterior. Con el actual no han tenido todavía mayores acercamientos.
"En su momento solicitamos crear una glosa presupuestaria de la ley, pero quedamos con el apoyo verbal de la Secretaría General de la Presidencia cuando estaba Cristián Monckeberg , y la verdad es que por temas netamente de pandemia quedamos fuera y no se pudo llegar a ningún puerto como corresponde", explica.
Adelanta que está la idea de volver a intentarlo y que están a la espera de cómo trabajará este nuevo gobierno, "porque todavía estamos complicados y, por distintas razones, no nos hemos podido reunir con la autoridad para volver a presentar la propuesta".