Peaje y segunda licitación de la Ruta Itata
El ministro de Obras Públicas, Juan Carlos García, se ha comprometido en su primera visita a la Región del Biobío a ver la posibilidad de rebajar el precio del peaje en la Autopista del Itata, que es uno de los más caros del país. El peaje en la plaza Agua Amarilla de la Autopista del Itata, que une las regiones del Biobío y de Ñuble, tiene una tarifa de 4.710 pesos y la autoridad, si bien no ha señalado cuál podría el precio de equilibrio, ha dicho que esos valores no deben ser abusivos con la ciudadanía, si se considera que la ruta no tiene obras tan complejas.
Además, el ministro ha descartado que la ruta pase a manos del Estado, sino que - por el contrario- se hará una segunda licitación de la concesión, para que la empresa que se la adjudique asegure su adecuada conservación con un contrato a largo plazo. En la Ruta Itata han ocurrido graves accidentes, en especial colisiones frontales que han costado vidas y que han dejado a personas lesionadas, porque la ruta carece en muchos tramos de barreras divisorias de las pistas en cada sentido. Si bien en los últimos años se han realizado mejoras, el alto valor que tiene el peaje Agua Amarilla no se condice con la poca seguridad y el estado de la calzada, que en largos tramos muestra parches y desniveles. A la vez, carece de cobro mediante Tag y los conductores están obligados a hacer el pago manual, lo que alarga el trámite y es especialmente preocupante cuando hay alto tránsito.
La historia de la Sociedad Concesionaria Autopista del Itata S.A. se remonta al año 1995 cuando el Ministerio de Obras Públicas, en el marco de la Ley de Concesiones, adjudicó una obra que crearía un camino de acceso norte a Concepción. Es dependiente de la empresa española Globalvia, de la cual también dependen las rutas Agua Amarilla-Rafael, y Costa Arauco.
El contrato de concesión de 28 años se encuentra en su etapa de explotación, la cual se extenderá hasta abril de 2023, aunque en el presente año se llamará a una nueva licitación. Las críticas a la ruta concesionada de 73 kilómetros se han mantenido por años, ya sea por las altas tarifas como por los problemas de seguridad que presenta y falencias como como anomalías en las pistas de aceleración, en las bermas y en los sistemas de contención. Hay algunos expertos que señalan que, en estricto sentido, ésta no puede considerarse una autopista, por carecer en muchos tramos de barreras que dividan el tránsito que circula en ambos sentidos. Es evidente que la Ruta del Itata debe actualizarse. Fue construida en 1995 y los estándares hoy son otros. Además de su mejoramiento, está prevista la construcción del enlace que va a conectar esta vía con la Ruta a Cabrero, la salida de Florida hacia Chillán y otras obras
En sus inicios, la ruta tenía defensas camineras en toda su extensión, sin embargo, la constructora Tribasa, que estuvo a cargo de las obras, las retiró para reinstalarlas en otras concesiones, cuando el grupo mexicano empezó a tener problemas económicos, que finalmente significaron su quiebra y abandono del país. Los expertos de seguridad dicen que la carretera debe tener franja divisoria y barreras de contención de hormigón, considerando que tiene riesgosas pendientes, curvas, mucha neblina, que especialmente con lluvia representa deficiencias de visibilidad. Del mismo modo, es fácil encandilarse con las luces de los vehículos que circulan en sentido contrario, debido a que no hay iluminación en la vía. Al existir barreras New Jersey de hormigón para separar las calzadas se evitaría la posibilidad de que -en caso de un accidente- los vehículos ingresen a otros carriles y colisionen de frente.
Esta ruta se enmarca dentro de un contrato, pero resulta que es uno de los peajes más caros de Chile y las condiciones de seguridad no se condicen con lo que se está pagando, por lo tanto, se hace imperioso que estos aspectos se consideren en la relicitación que se hará este año para operar desde abril de 2023.
El ministro de Obras Públicas se ha comprometido a ver la posibilidad de rebajar el precio del peaje en la Autopista del Itata, uno de los más caros del país. La concesión vencerá el 2023.