"Biobío tiene un déficit ocupacional de 45 mil personas por la pandemia"
La autoridad abordó los planes de reactivación laboral y cómo se está enfrentado la inclusión femenina y la escasez de mano de obra que se sufre a nivel local.
Transcurridos más de dos años de pandemia, la incidencia de la emergencia sanitaria en el mercado laboral es cada vez más clara. En conversación con EL SUR, el subsecretario del Trabajo, Giorgio Boccardo -sociólogo de profesión-, aborda las principales problemáticas y desafíos que enfrenta el país y la Región en materia de empleabilidad.
"El mercado laboral sufrió un shock bien importante en términos de pérdida de empleos, lo cual se vio reflejado en la disminución de la tasa de ocupación a nivel histórico, es decir, retrocesos de más de diez años en términos de participación del mercado laboral", detalla la autoridad.
En ese contexto, señala también que aún falta por recuperar cerca de 300 mil empleos y que se han producido fenómenos preocupantes en esta área. "Una parte de la recuperación se ha visto postergada, sobre todo en mujeres, jóvenes y mayores de 55 años. Por otro lado, parte de la recuperación de esas ocupaciones se ha dado en la informalidad", dice.
Región del biobío
Respecto a la situación local, el subsecretario sostiene que "Biobío tiene un déficit ocupacional cercano a 45 mil personas debido a la situación de pandemia, con una tasa de desempleo de un 7,1%. Es una cifra que nos permite saber el tamaño de la recuperación de empleos que necesitamos y, en ese contexto, la Región se encuentra un poco más baja que la media nacional".
Asimismo, enfatiza que la zona ha recuperado cerca del 68% de los empleos y espera que los incentivos actuales laborales permitan reactivar las tasas ocupacionales que había antes de la pandemia, además de revertir la situación de escasez de mano de obra.
--¿En qué medidas o incentivos se está trabajando para aumentar la mano de obra local?
-La clave en este punto es certificar ciertas habilidades, porque en algunos casos ocurre que tienes que entregar las competencias necesarias para asegurar ese personal. En otros casos, pasa que hay trabajadores de oficio que más bien su trabajo se da dentro de la experiencia y, por lo tanto, con algunas instituciones lo que estamos haciendo es certificar esas competencias para que se puedan insertar en las empresas.
-¿Qué sectores productivos se han visto más afectados en este sentido?
-La escasez se ha visto principalmente en algunas actividades industriales, algunas específicas de la construcción, en el sector agroindustrial, en las faenas agrícolas. En algunos casos ocurre por el envejecimiento de la población que se dedica a estas actividades y hay un déficit en este tipo de oficios. Esto puede estar dado por esta reactivación tardía post pandemia. En otros tiene que ver con que todavía hay un salario de reserva importante en las familias, o puede que haya un desequilibrio entre las expectativas salariales y lo que las empresas ofrecen. Se requiere de políticas de calificación laboral para ir reduciendo las brechas de stock de personas que trabajan en la materia, como por ejemplo en el área de los conductores, que es un caso muy emblemático.
-¿Cómo se está enfrentando la inclusión laboral femenina en este plan de reactivación?
-Estimamos que se podrían recuperar cerca de 190 mil empleos femeninos con esta política de extensión y aumento del IFE laboral. No obstante, sabemos que una parte importante de las mujeres de las que salen al mercado laboral tiene limitaciones vinculadas al trabajo del cuidado, que culturalmente se les ha asignado a ellas. Y es por ello que decidimos extender la cobertura del programa Chile Protege a mujeres que tienen hijos o hijas de dos hasta cuatro años, mujeres que se encuentran trabajando dependientes o independientes formales, con el objetivo de entregarles una ayuda concreta para disminuir un poco los costos que significa salir al mercado laboral, con tres pagos de $200 mil.
-Las pymes se han visto afectadas durante los últimos dos años. ¿Cómo se está trabajando el plan de reactivación en estos casos?
El plan Chile Apoya también tiene una preocupación particular por ir acompañando a las pymes y, particularmente, a las mipymes, a fin de ir reduciendo las brechas que tuvieron en la pandemia. Se van a fortalecer los planes de postulación a programas de Corfo y Sercotec, con especial énfasis en turismo, en actividades de la cultura y en otro tipo de actividades económicas que se vieron más afectadas durante la pandemia. Desde Corfo se va abrir una línea de crédito para pymes que no están bancarizadas y que podría llegar a beneficiar a cerca de 100 mil pymes. A eso se le agrega también un diseño que va a tener la política pública de salario mínimo que busca alcanzar los $400 mil durante 2022.