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Tropas retiradas de otras zonas avanzarían hasta elTerritorio separatista

Ucrania advierte que Rusia inició la ofensiva final contra el Donbás

Operación comenzó desde tres puntos y Kiev ya detectó un convoy militar ruso que viaja hacia Járkov. El Gobierno de Zelenski, sin embargo, cree que Moscú no tiene los hombres suficientes para vencer.
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Por Agencias

Ucrania aseguró ayer que Rusia ya inició la ofensiva final contra la región del Donbás, en el este de su territorio. Según fuentes de Kiev, tropas enemigas intentaron romper las líneas de defensa con una maniobra envolvente desde la región de Járkov al norte, la ciudad portuaria de Mariúpol al sur y la región de Lugansk al este del Donbás.

"Han comenzado a apretarnos con mucha fuerza desde el sur y también desde el norte. El plan de cercar nuestras fuerzas lo intentan llevar a cabo por todas partes", dijo ayer el asesor presidencial de Ucrania, Oleksii Arestóvich.

Hace dos semanas el Ejército ruso anunció el repliegue de sus militares desde la región de Kiev, del norte del país y también de la zona de exclusión nuclear de Chernóbil, y ayer Ucrania reportó el inicio de la ofensiva rusa, pese a que indican que Moscú carece de los hombres suficientes para conquistar el Donbás.

De esta forma, la "liberación" de esta región implicará el empleo de aviación, artillería y misiles, como ocurrió el viernes en la estación de trenes de Kramatorsk, bastión donde murió medio centenar de personas.

El asesor ucraniano admitió que las tropas rusas han avanzado en dirección a Kramatorsk y al nudo de comunicaciones de Sloviansk, donde estalló la sublevación prorrusa hace ocho años.

También reconoció que el enemigo cuenta con fuerzas varias veces mayores a las del Ejército ucraniano, aunque este lleva preparándose para este momento desde la firma de los Acuerdos de paz de Minsk de febrero de 2015: "Veremos cómo acaba esto, todo se decidirá en el campo de batalla".

En la embestida final participarán las tropas retiradas de Kiev, Chernígov y Sumi, y también un segundo convoy compuesto por diez batallones procedente del Lejano Oriente ruso, que aún no ha llegado a su destino, según Arestóvich.

Mientras, el jefe de la Administración Militar de Lugansk, Serguéi Gaidai, pronosticó que cuando las fuerzas rusas hayan mejorado su posición táctica, comenzarán a bombardear durante la noche a discreción y con todas sus fuerzas.

"Eso se prolongará durante varias horas en los territorios de Donetsk y Lugansk, y entonces comenzarán a avanzar con un gran número de tanques e infantería", dijo, aunque matizó que sólo lo harán cuando estén seguros "al ciento por ciento".

Convoy y bombardeo

Mientras el Ejército ruso insiste en romper las líneas enemigas en Izium, punto estratégico desde el que podría atacar las desguarnecidas posiciones ucranianas en Donetsk, el Estado Mayor General reiteró ayer que las fuerzas rusas no han logrado suficientes éxitos en Járkov como para sorprender a las tropas ucranianas.

Según las imágenes vía satélite de Maxar, un convoy ruso de unos 12 kilómetros de largo acaba de cruzar la frontera y se dirige hasta Járkov, la principal ciudad del este del país.

Asimismo, la artillería rusa sigue martilleando la ciudad de Severodonetsk, en Lugansk, clave en el avance ruso hacia Kramatorsk y donde la "infraestructura vital" ha sido destruida casi al completo.

Además, para evitar una contraofensiva ucraniana, la aviación rusa volvió a bombardear ayer el aeropuerto de Dnipro, dejándolo totalmente destruido, al igual que la infraestructura colindante, informaron las autoridades.

Nuevo general

Por su parte, EE.UU. advirtió ayer que el nuevo general ruso encargado de la guerra en Ucrania, Alexandr Dvórnikov, tiene un historial de "brutalidad contra civiles" en escenarios como Siria, y pronosticó que aplicará el mismo guión en territorio ucraniano.

"Podemos esperar más de lo mismo en este escenario", dijo Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de Joe Biden, y agregó que "será otro autor más de crímenes y brutalidad contra civiles ucranianos".

El nuevo general, a juicio de los expertos, es el actual jefe del distrito militar del sur, que incluye la anexada Crimea, y fue comandante del contingente ruso en Siria en 2015.

Dvórnikov tiene hasta el 9 de mayo, Día de la Victoria de la URSS sobre la Alemania nazi, para tomar el Donbás.

Sin embargo, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski volvió a advertir ayer en su mensaje diario que el objetivo de Rusia es "todo el proyecto europeo", y agregó que la tarea de la coalición antibélica es "muy clara": acabar ya con esta guerra iniciada por Rusia.

CANCILLER AUSTRÍACO SE REÚNE HOY CON PUTIN

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El jefe del Gobierno austríaco, Karl Nehammer, se convertirá hoy en el primer líder de la Unión Europea (UE) en reunirse con el presidente ruso, Vladímir Putin, desde que lanzó la invasión de Ucrania, en un encuentro en Moscú con el que quiere, dijo, contribuir a la paz, pero también señalar los crímenes de guerra rusos. Indicó que la iniciativa partió de él y que informó tanto a la UE como a Volodimir Zelenski, a quien visitó el sábado en Kiev. El canciller señaló que está decidido a "hacer todo lo que esté su mano para garantizar que se den pasos hacia la paz".

Se realizará dentro de dos semanas

Macron y Le Pen disputarán la segunda vuelta en Francia

Ambos candidatos en un virtual empate técnico hicieron un llamado a los votantes para apoyarlos en el balotaje del 24 de abril, que repetirá el final de 2017.
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El liberal Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen se jugarán la Presidencia de Francia en la segunda vuelta, como ya sucedió hace cinco años, tras lograr los dos primeros lugares en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, después de que la primera ronda de este domingo dejara al presidente saliente con un margen de ventaja algo mayor al previsto por las encuestas.

El anuncio de los resultados coincidió con llamado de la mayoría de los candidatos derrotados para establecer un nuevo "cordón sanitario" y evitar que la ultraderechista Le Pen alcance la jefatura del Estado en la segunda vuelta del 24 de abril.

Con el 96% de votos escrutado, al cierre de esta edición, pero aún sin contabilizar algunas de las mayores ciudades del país, Macron obtenía el 27,41% de los sufragios, contra el 24,03% de Le Pen, según datos del ministerio del Interior.

Es el mejor resultado de la historia de la ultraderecha en una primera vuelta presidencial.

Tras conocer los resultados, ambos salieron a pedir el apoyo de quienes no votaron por ellos, ante una segunda ronda que los sondeos anticipan que será mucho más reñida que la de 2017.

Macron tendió la mano "a todos" y se mostró dispuesto a "inventar algo nuevo para unir convicciones y sensibilidades diversas" de cara al balotaje.

Insistió, ante sus seguidores, en que su proyecto es "el único" que puede responder a los retos que afronta el país, como la defensa del poder adquisitivo de los ciudadanos o la lucha contra el cambio climático.

"Su confianza me honra y me compromete (...) No nos equivoquemos. Nada está decidido y el debate que tendremos en los próximos 15 días es decisivo para el futuro de Francia y de Europa", agregó.

Le pen

En cambio, una exultante Le Pen aseguró que el presidente y ella representan "dos visiones diferentes de la sociedad" por lo que hizo un llamado a la unidad en torno a sí misma: "Todos los que no han votado a Macron están invitados a sumarse a esta unificación".

Detrás de los dos vencedores de la primera vuelta quedó el veterano líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon (21,57%), que de nuevo vio frustrado lograr el voto útil de todas las candidaturas de izquierda y ecologistas para intentar llegar a la segunda ronda.

Los principales derrotados fueron los dos grandes partidos tradicionales de la Quinta República, el conservador LR y el socialista PS, que cosecharon los peores resultados de su historia: Valérie Pécresse (LR) se quedó en el 4,75% y la socialista Anne Hidalgo, alcaldesa de París, se hundió hasta el 1,74%.

Frenar a ultraderecha

De cara a la segunda vuelta, Macron recibió casi inmediatamente el apoyo de otros candidatos para frenar a la ultraderecha: Pécresse, Hidalgo, el ecologista Yannick Jadot (4,49%) y el comunista Fabien Roussel (2,33%) dijeron que votarían por él o pidieron directamente a sus seguidores que respalden al presidente.

Le Pen borrará a Francia "de la escena internacional" y "traería el caos", alertó Pécresse. "No deben dar ni un voto a Le Pen", proclamó por su parte Mélenchon entre las ovaciones de sus seguidores, aunque sin pedir expresamente el voto para Macron.

Le Pen recibió el apoyo del también ultraderechista Éric Zemmour, que tras un ascenso meteórico hace pocos meses se quedó en el 6,97%, y también del soberanista Nicolas Dupont-Aignant (2,1%), que ya la había respaldado hace cinco años.

En 2017, Macron casi dobló en votos a Macron (66-34%), pero los sondeos realizados hoy entre los electores apuntan a un margen mucho más estrecho dentro de dos semanas: Ipsos da ganador al presidente por un 54-46%, el mismo margen que OpinionWay, mientras que Ifop estrecha más la ventaja: 51-49%.

La participación de ayer se situó en torno al 74,84%, la más baja en una primera vuelta presidencial moderna desde el récord de 2002 (71,6%), pero lejos de los temores de que hubiera una abstención histórica.