Kiev resiste embate enemigo y afirma que destruyó barco ruso
Capital de Ucrania soporta pese a cercanía de tropas de Rusia, mientras en el sureste, Mariúpol sigue asediada; Leópolis respira cierta normalidad.
Un mes se cumplió ayer desde que comenzó la invasión rusa el 24 de febrero y Ucrania mantiene una situación desigual en sus regiones. Mientras Kiev resiste pese a la cercanía de tropas rusas y se respira una relativa normalidad en ciudades occidentales como Leópolis, en el sureste Mariúpol soporta un duro asedio de casi dos semanas por parte de las tropas rusas.
Los combates directos se concentran en la mitad este del país y en las últimas horas el Ejército ucraniano detectó un aumento de las operaciones militares rusas en Kiev, Chernigov y Jarkov, que son ahora los principales objetivos, según un vocero militar, junto con Odesa en el sur.
En la capital, el Ejército ucraniano incrementó la presión en el noreste de la ciudad sobre las fuerzas rusas, que "enfrentan problemas de suministro y moral", según el ministerio de Defensa británico, que cree que las tropas de Ucrania han retomado Makariv y Moschun, a las afueras.
Por su parte, en la costa del mar de Azov, las tropas rusas mantienen el cerco sobre Mariúpol, donde se calcula que unas 100.000 personas aún permanecen sitiadas, encerrados en refugios ante los continuos bombardeos; y su alcalde estima las víctimas mortales en más de 3.000 civiles, un desastre humanitario de proporciones todavía desconocidas.
"Ahora en Mariúpol es muy peligroso. La gente allí no tiene nada, no tiene casa, no tiene agua, comida, electricidad, o internet. Nada", contó a la agencia Efe Alla (32), que consiguió llegar a Leópolis.
Precisamente la estación central de esta ciudad todavía recibe diariamente una decena de convoyes con miles de personas, procedentes no solo de Mariúpol, sino también de Zaporiyia, Jarkov, Lugansk o Kiev. Fuera de los alrededores de la estación de tren, donde se mantienen las carpas de numerosas ONGs, Leópolis se asemeja cada vez más a una ciudad normal, y con la amenaza de la guerra cada vez más lejana, sin que las sirenas antiaéreas hayan sonado en las últimas 24 horas.
Jarkov, en el este de Ucrania y cuyo centro fue devastado por bombardeos rusos a comienzos de mes, sigue bajo ataque ruso permanente.
NAVÍO RUSO
La marina ucraniana aseguró ayer haber destruido un buque ruso de desembarco de tropas atracado en el puerto de Berdiansk, en el sur del país, y controlado por el Ejército ruso.
En un comunicado, la institución militar sostuvo que se trató del buque de desembarco "Orsk" de la Flota del Mar Negro de la Armada Rusa.
Berdianks está 70 kilómetros al suroeste de Mariúpol, donde aún se libran combates y se espera un desembarco ruso, al igual que en Odesa.