Innovando en las tradiciones republicanas
Dra. Jeanne W. Simon, Depto. Administración Pública y Ciencia Política,, Universidad de Concepción,
El cambio de mando de la presidencia de Gabriel Boric Font se destaca por un protocolo más ciudadano y menos tradicional que los anteriores. La suma de gestos y actos políticos busca rescatar la esencia republicana de la tradición chilena y generar mayor cercanía con la ciudadanía. Su discurso reconoce, agradece y pide paciencia y apoyo para poder hacer las transformaciones requeridas: "Vamos lento porque vamos lejos, no vamos solos, vamos con ustedes". De esta manera, el nuevo gobierno introduce nuevas prácticas para generar valor público. Es decir, se innovó en las tradiciones republicanas.
Su nuevo estilo se basa en su juventud y los aprendizajes del movimiento pingüino de 2006 y del movimiento universitario de 2011. En ambos momentos, los y las jóvenes lograron plasmar el anhelo de la educación para la equidad. Ahora, el nuevo gobierno intenta interpretar los múltiples esperanzas del Estallido Social, incluyendo las demandas feministas como también por una política más transparente. Las innovaciones responden principalmente a su electorado, pero también buscan sumar fuerzas a través de la colaboración republicana.
Sus discursos y gestos políticos transforman simbólicamente la manera de ejercer el poder presidencial. Vivirá en el Barrio Yungay. Se reúne con las y los dirigentes sociales en Cerro Castillo. En el juramento, toma el micrófono y mira a las cámaras para prometer al pueblo y a los pueblos de Chile. Corre para escuchar a niños y niñas, y saluda a casi todo el mundo. De esta manera, establece un relato que genera identificación emocional con el nuevo gobierno y su proyecto político. Con una baja representación en el Congreso, será clave contar con este colaboración transversal.
Para innovar, designar a Manahi Pakarati como jefa de protocolo fue un acierto. Su conocimiento plurinacional y experiencia diplomática orientó al presidente en su intento de reducir la distancia de las autoridades con la ciudadanía. El no uso de la corbata, poner mujeres como conductora y edecán, y la rogativa de los pueblos originarios son algunas innovaciones significativas que reducen el carácter excluyente de la política chilena.
Estos cambios son coherentes con un país que forma parte de la economía global y la sociedad internacional de Estados. Se mostró al mundo que el nuevo gobierno es de Siglo XXI: globalizado, feminista y plurinacional. Su manera más abierta de ejercer poder genera la expectativa de un Estado colaborador que protege los derechos humanos, que fortalece el sistema democrático y que trabajará con todos y todas para lograr mayor equidad en Chile. No será fácil, pero su estilo auténtico y emotivo puede generar el apoyo requerido para las transformaciones prometidas.