Nombramientos y renuncias
El próximo viernes 11 de marzo se realizará el traspaso de mando del mandatario saliente, Sebastián Piñera, al actual Presidente electo Gabriel, en una ceremonia llena de simbolismos, tradición y solemnidad. Es el momento en que unos cierran un ciclo a cargo de las decisiones para todo un país y otros las asumen como resultado de un proceso democrático que puso en sus manos las decisiones futuras.
En este proceso, el gobierno entrante tiene la responsabilidad de buscar a quienes ejercen las distintas labores con la perspectiva , el compromiso y la capacidad que ello requiere, además de tener presente que su llegada fue gatillada por la confianza de los votantes y las expectativas puestas en su desempeño. En la Región el primer nombramiento correspondió a la futura delegada presidencial Daniela Dresdner, así como a los delegados provinciales Sergio Pinilla, en Biobío, y Silvia Prieto en Arauco, ya que todavía no se ha dado a conocer el detalle de quienes asumirán en las secretarias regionales ministeriales, pese a que solo restan cinco días para que el nuevo gobierno asuma.
Las primeras designaciones locales no han estado exentas de polémicas. Ya que en menos de 24 horas desde el conglomerado Apruebo Dignidad surgieron cuestionamientos en torno al futuro delegado provincial de Biobío, debido a comentarios realizados hace un tiempo en redes sociales. Según la declaración dada a conocer por las dirigencias locales de los partidos, "reproducen el machismo, la homofobia, la cultura del patriarcado y la violencia de género, que son contrarios absolutamente a la perspectiva feminista del Programa de Gobierno".
El aludido desistió de asumir, acusando hostigamiento. Se trataba de una situación difícil, considerando que el propio Boric ha definido el feminismo como un pilar transversal de su futura gestión, declaración que fue ratificada el pasado viernes en reunión con quienes integrarán su gabinete y a la cercanía del Día de la Mujer.
A esto se suma la sorpresiva renuncia de Silvia Prieto, quien a través de una breve declaración, también en redes sociales, explicó que no podrá asumir la responsabilidad asignada debido a situaciones de salud, decisión que fue comunicada al Presidente electo. Se trata de una opción responsable y seria, que deja entrever una reflexión realista frente a la magnitud de la tarea.
En el otro lado de la situación, esta semana también se confirmó que dos seremis del actual gabinete regional optaron por presentar sus renuncias y dejaron sus cargos el último día de febrero. Según se señaló ambos asumirían nuevas funciones laborales, cuyas fechas de inicio les impedían cumplir con la totalidad del periodo correspondiente a la actualmente administración, por dimitir once días antes del término del mismo.
Las exautoridades que adelantaron su salida para el lunes pasado fueron la seremi de Cultura, Carolina Tapia, y de Educación, Felipe Vogel, cuya salida se produjo dos días antes del inicio del año escolar y el regreso a las clases presenciales. Desde la Seremi de Gobierno se señaló que "todos querían estar hasta el último día, pero sus nuevas labores les exigían entrar lo antes posible, y por más que quisieran estirar la fecha, es el futuro de cada uno", añadiendo que no es posible confirmar que no se produzcan nuevas renuncias en los días que quedan para concluir el plazo.
Más allá de las situaciones que han debido atravesar estos últimos días las autoridades regionales entrantes y salientes, y ad portas de un cambio de mando, es un buen momento para recordar la importancia de la función pública, la responsabilidad que ella conlleva y la confianza que deposita la ciudadanía en quienes ejercen estas funciones. Las decisiones que se toman en torno a las personas que conforman un gabinete son claves para la forma en que se desempeñará esta función pública, que debe tener por objetivo el bien común, el respecto a quienes conforman la sociedad y, por sobre todo, se debe buscar a quienes quieran aportar a la Región y entregar su mejor esfuerzo para su beneficio.
Más allá de las situaciones que han debido atravesar estos últimos días las autoridades regionales entrantes y salientes, y ad portas del cambio de mando, es un buen momento para recordar la importancia de la función pública, la responsabilidad que ella conlleva y la confianza que deposita la ciudadanía.