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Situación genera tensión en Jerusalén

Familia palestina con orden de desalojo "hará explotar" su casa

Los 15 miembros están atrincherados con balones de gas y combustible. La municipalidad les confiscó sus tierras para construir una escuela.
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Por Efe

La familia palestina Salhiya se mantiene desde el lunes atrincherada con balones de gas y combustible en su casa de la Jerusalén ocupada, ante una orden de desalojo por parte del municipio, luego de que sus tierras fueran confiscadas para construir una escuela.

El propietario de una de las viviendas, Mahmud Salhiya, dijo a la agencia Efe que se trata de "una excusa" para expulsarlos del lugar y advirtió de que harán "explotar la casa" si se ejecuta el desalojo, después de que el lunes las autoridades israelíes lograron derribar parte de la parcela.

"Ahora su excusa es construir colegios, pero lo que quieren es tomar el control total del barrio de Sheij Yarrah", un céntrico vecindario en el que al menos 70 familias palestinas, según Salhiya, estarían bajo órdenes de desalojo similares.

Son más de 200 en todo Jerusalén Este ocupado, porque organizaciones colonas reclaman la propiedad de sus viviendas de antes de 1948 en pos de servicios públicos como parques y escuelas, o por haber construido ilegalmente, por lo que muchos derriban sus propias casas para no tener que asumir el costo de la demolición, medida que evita que lo pierdan todo.

EL CASO DE SALHIYA

"Quieren que los residentes judíos (más de 200.000) sean más que los residentes árabes (370.000)", aseguró Mahmud sobre el objetivo en esta zona ocupada, tras la orden de demolición que recibió a principios de este mes. La casa colindante, la de su madre, también tiene que ser expropiada para la construcción de la escuela.

La policía israelí llegó el lunes sobre las siete de la mañana y acordonó la calle, mientras que la familia se atrincheró en el tejado con balones de gas y depósitos de combustible.

Tras el derribo de parte de la parcela, incluido un vivero, la policía dejó el lugar por la noche, pero ayer los materiales para supuestamente "incendiarla" seguían allí.

Agencia Efe consultó a la municipalidad por la situación del desalojo, que delegó en la policía de distrito, y esta a su vez en la alcaldía, por lo que no ha trascendido información oficial sobre una posible negociación para detenerlo.

Mahmud cree que las autoridades israelíes volverán, porque el largo proceso judicial sobre su desalojo, que comenzó en 2017, continúa abierto.

El inminente desalojo de otras cuatro familias de este mismo barrio, que visibilizaron los jóvenes gemelos Mohammed y Muna al Kurd, generó tal movimiento de protestas el año pasado que derivó en la escalada bélica con las milicias palestinas de Gaza en mayo.

"Ya fuimos desplazados de Ein Karem (una villa de la parte oeste de Jerusalén) en 1948 y luego en 1967 y no volveré a ser expulsado. ¿Adónde debemos ir mi familia y yo?", reclamó Mahmud.

"Hace tiempo sí tuvimos miedo, cuando nuestras familias fueron expulsadas. Ahora quieren volver a hacerlo en 2022, como lo que ocurre en Jerusalén y Cisjordania", dijo Mahmud, extrapolando su caso a la larga historia entre palestinos e israelíes y al incremento de desalojos y demoliciones de los últimos años.

LAS CIFRAS SEGÚN LA ONU

El año pasado, más de 902 estructuras fueron derribadas, sin contar las que los propios palestinos demuelen cuando reciben órdenes de desalojo de edificaciones construidas ilegalmente.

Según la ONU, 54 palestinos destruyeron sus propiedades solo en 2021. Las organizaciones internacionales denuncian que no consiguen permisos israelíes cuando los solicitan para poder edificar sus viviendas según las normas.

"Llevo años en las cortes, las cortes de la injusticia. Los tribunales israelíes pertenecen a los colonos. Consiguen lo que quieren", dijo Mahmud.

Su falta de perspectiva a futuro dadas las condiciones, lo llevó a amenazar con hacer explotar su casa con sus 15 miembros dentro.

"¿Miedo a morir? Muero cada día. Nosotros morimos cada día. No puedo dormir, solo duermo los viernes porque los sábados (día de descanso judío) no hay tribunales israelíes o policía. Pero cada semana estoy lleno de ansiedad y miedo por lo que pueda pasar", expresó.

70 familias palestinas podrían enfrentar un eventual desalojo en el céntrico vecindario de Sheij Yarrah.

Gobierno emitió su primer comunicado

Tonga, un "desastre sin precedentes" tras erupción y tsunami con olas de 15 metros

Las imágenes aéreas muestran todo lo que antes era verde cubierto de cenizas. En Mango no quedó ninguna casa en pie y solo dos se salvaron en Fonoifua. Hasta ahora se reportan tres fallecidos y las islas del archipiélago siguen sin comunicación.
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Tras días de incertidumbre, el Gobierno de Tonga describió ayer como "un desastre sin precedentes" la erupción volcánica y el tsunami sufridos por este archipiélago del Pacífico Sur, donde se había confirmado la muerte de al menos tres personas.

En su primer comunicado oficial desde el desastre natural ocurrido el sábado, el Gobierno describe cómo la erupción del Hunga Tonga Hunga Ha'apai provocó un tsunami con olas de hasta 15 metros de altura que golpearon varias islas de las 169 de este archipiélago.

Las tres víctimas mortales confirmadas son una británica, otra mujer de 65 años de la isla Mango y un hombre de 49 de la isla Nomuka.

La catástrofe destruyó todas las casas en Mango, poblada por 36 personas, mientras que solo dos quedaron en pie en la isla Fonoifua, las dos más afectadas junto a Nomuka.

El Ejecutivo ordenó el despliegue de dos buques militares para llevar ayuda humanitaria a las zonas más afectadas, en unas condiciones difíciles por la destrucción en las costas y la densa capa de ceniza que cubrió este territorio.

AGUA CONTAMINADA

Uno de los problemas más graves es la escasez de agua potable, que se intenta subsanar con la ayuda de Nueva Zelanda y Australia, desde donde han zarpado navíos con 250.000 mil litros de afua y una planta desalinizadora, entre otros suministros, que también serán enviados en aviones C-130 Hércules.

La Cruz Roja calcula que unas 80.000 personas, de los 105.000 habitantes del país, fueron afectadas por esta catástrofe, y los expertos no descartan que se produzcan otros incidentes de actividad volcánica.

PAISAJE LUNAR

Las imágenes aéreas tomadas por vuelos de reconocimiento de las Fuerzas Aéreas de Nueva Zelanda mostraban un paisaje lunar, donde la ceniza cubre todo el terreno, e importantes daños en los edificios asentados en la isla de Tongatapu, donde se encuentra la capital, Nuku'alofa.

Otras islas como Uoleva y Uiha, además de Nomuka, muestran un escenario similar, con graves inundaciones y acumulación de ceniza, según imágenes del Centro de Satélites de las Naciones Unidas (UNOSAT).

El país estuvo prácticamente incomunicado debido a que el cable submarino por donde se conectan todas las comunicaciones telefónicas y de internet se rompió a unos 37 kilómetros de la costa. Según el Gobierno, las líneas telefónicas solo funcionan en las islas de Tongatapu y Eua.

Un vocero de la compañía responsable del cable submarino remarcó la enorme dificultad de los trabajos de reparación ante la incertidumbre por la actividad del volcán, y dijo que tardará semanas hasta que pueda llegar hasta la zona el encargado para estas labores.

EL VOLCÁN SUMERGIDO

La erupción del Hunga Tonga Hunga Ha'apai, que pudo escucharse a cientos de kilómetros y se apreció claramente desde el espacio, también provocó que el volcán desapareciera de la superficie marina.

Las imágenes revelan que a raíz de la erupción solo quedan dos pequeñas porciones de tierra sobre el nivel del mar. Unos días antes estas dos porciones que sobreviven -parte del cono del volcán submarino- eran mucho más grandes y estaban unidas por una lengua de terreno de 1,2 kilómetros de ancho.

La desaparición del volcán dificulta la tarea para controlar su actividad submarina, con un amplio historial de erupciones y que convirtió la del sábado en una de las más violentas en los últimos 30 años en el planeta.