Pese a no llegar a nivel de prepandemia, comercio celebra ventas navideñas
Desde algunos locales de la zona creen que la incertidumbre provocada por el covid-19 y el actual escenario político continuará en 2022.
En los días previos a la Navidad las calles de las principales urbes de la Región del Biobío se atestaron de gente. Hombres y mujeres que a última hora -y como es tradición- llegaron hasta los establecimientos detallistas y el retail para obtener un regalo, en medio de un tumulto que se vio acrecentado por las mesas y manteles que el comercio callejero ilegal instaló en la vía pública. Pese a todo, el ambiente auguraba un buen desempeño económico.
Y así fue. Consultados al respecto, comerciantes y dirigentes gremiales de la zona calificaron esta Navidad como una buena temporada en cuanto a ventas, sobre todo si se compara con el año anterior, cuando la Región atravesaba uno de sus peores momentos en materia sanitaria. En algunos casos, por ejemplo, los ingresos exhibieron un alza de hasta 10% en relación a 2020, según estimaciones de la Cámara de Comercio de Concepción.
El problema, sin embargo, es que, independiente de que hay menos restricciones y al gran poder adquisitivo de muchas personas, esta vez tampoco se recuperó la capacidad registrada en temporadas normales. En esa comparación, la baja llegó, incluso, al 30%.
"Nosotros nos hicimos expectativas, pero de acuerdo al tema de la pandemia y los aforos. Ahí estuvimos bien. Ahora, si evaluamos de acuerdo a la prepandemia, no", reconoció la vendedora y encargada de Importadora Phanter, Flor Reyes.
Aunque este lunes los centros comerciales aún no manejaban cifras exactas, aseguraron que el balance fue positivo a causa del respiro en la pandemia y la reactivación económica alcanzada en los últimos meses. "El flujo aumentó, así como también las ventas que tuvieron un repunte, superando el fin de año de 2020. Consideramos que el avance en la vacunación, la situación actual de la emergencia y las medidas sanitarias que aplicamos permitieron el retorno presencial de manera segura, potenciando así las ventas de nuestros locatarios", sostuvo Eduardo Gómez, gerente de Mall del Centro Concepción.
Dentro de las áreas más beneficiadas asoman ropa, juguetería y tecnología. En esta oportunidad, varios emprendedores debieron reorientar sus negocios y apostar por abastecedores nacionales, ya que la crisis logística mundial originó una escasez de productos que amenazó el stock de las tiendas chilenas.
CON MIRAS A 2023
El balance positivo que hacen los comerciantes de la Navidad invita proyectar un panorama auspicioso, al menos, de aquí a los próximos meses. Eso sí, hay quienes creen que de todas formas habrá que idear una nueva estrategia o reenfocar sus actividades. En Phanter, por ejemplo, prevén la compra de más productos electrónicos, a fin de capturar un público distinto que les permita sostener y potenciar el local en este período de incertidumbre.
En vista del covid-19 y el escenario político que enfrenta el país, los locatarios piensan que 2023 será el plazo definitivo en que se lograran los niveles que había antes de la crisis. Arturo Della Torre, director de la Cámara de Comercio penquista, dijo que a pesar de las proyecciones de crecimiento de los economistas para 2022 la realidad de los minoristas podría ser diferente.
"A veces, el crecimiento es más para las grandes empresas, el retail, los supermercados o las tiendas de e-commerce, no así para los detallistas. Nosotros no vamos de la mano con los números nacionales. Por eso vemos todo con incertidumbre y con mucha atención lo que suceda con el nuevo gobierno, pues todo influye", recalcó el dirigente gremial.
En tanto, el presidente del Gremio del Comercio Establecido de Talcahuano, José Alarcón, insistió en que de ahora en adelante se hace urgente luchar contra las ventas ilegales, fenómeno que, a su juicio, entorpeció en su comuna el acceso de clientes a los recintos.
"Las ventas estuvieron buenas, pero el comercio ilegal se desbordó acá. En dos cuadras había 145 vendedores, y eso aleja a la gente, que además anda con miedo de que le roben. Hay seguridad, aunque, lamentablemente, es la mínima", precisó Alarcón.