Organizaciones de la diversidad esperan cambios para acogida legal y estatal a nuevas familias
Las principales problemáticas para las familias lesboparentales y homoparentales radican en la falta de reconocimiento legal y, en ciertos casos, la disyuntiva de renunciar a un derecho para obtener otro.
Diversas organizaciones de la región del Biobío que operan en apoyo de la comunidad LGTBIQ+ calificaron de forma positiva la promulgación del matrimonio igualitario, pero indicando que más allá de tratarse de una opción para las familias homosexuales representa un reconocimiento y la regulación de los derechos filiativos con los hijos. A esto se sumó la postura de que si bien la nueva ley es un logro, aún queda avanzar en otras materias, sobre todo en cuanto a la inclusión de la transexualidad.
Paola Laporte, abogada que hace años trabaja en la defensa y promoción de los derechos humanos de las personas LGBTIQ+ en el Biobío, e integrante de la Fundación Vanguardista Divergente (Fuvadi), indicó que el matrimonio igualitario constituye un avance significativo para todas las familias lesbomaternales y homoparentales, principalmente porque previo a la pandemia varias parejas llegaron a pedir asesoría pues tenían problemas con que sus familias no fueran reconocidas legalmente y que ello produjera, por ejemplo, la discriminación de sus hijos.
"Si bien la ley de Identidad de Género fue un muy buen avance, si las personas trans querían hacer el cambio de nombre y sexo registral tenían que divorciarse, entonces era como optar a dos derechos, el de la identidad o al matrimonio, algo que no corresponde y que ahora con esta ley de matrimonio igualitario se salvaguardan ambos derechos", indicó Laporte.
Por otra parte, en cuanto a la existencia del Acuerdo de Unión Civil (AUC) como una alternativa al matrimonio, la abogada explicó que se utiliza en su mayoría por parejas heterosexuales y cuyo principal objetivo es regularizar las uniones de hecho. "Entonces el AUC, si bien fue un avance, solamente regulaba las relaciones patrimoniales y dejaba afuera todas las relaciones familiares que son fundamentales".
CAMBIOS
Por otra parte, la encargada (s) de la Oficina de la Diversidad del municipio penquista, Magdalena Fabbri, indicó que el matrimonio igualitario es una demanda muy sentida por la comunidad y que más allá de la opción "se trata de una apertura de parte del Estado a recocer los derechos de comunidades que han sido históricamente oprimidas".
En este sentido, Fabbri indicó que consideran importante visibilizar cómo cambiarán los servicios públicos tras la implementación definitiva de la ley. "Pienso que quizás no existe dentro de los aparatos municipales a nivel nacional tanta conciencia de las necesidades sociales de las parejas homo o lesboparentales. En ese caso necesitamos, y ya estamos en proceso en la municipalidad, capacitar y sensibilizar a funcionarios y funcionarias del área social y de todas las áreas que intervienen con comunidades en la acogida a parejas del mismo sexo".
Sobre esto explicó que el municipio, al tratarse de una unidad social, prestan ayuda de este tipo a parejas, familias, madres solteras, entre otros, pero que con esta modificación esperan que se acerquen parejas homosexuales, con lo cual deberán modificarse ciertas políticas públicas que actualmente están diseñadas para parejas heterosexuales, por ejemplo, a la hora de pensar en las mujeres como principales cuidadoras de los niños, lo cual no aplicaría para parejas homoparentales.
Además, indicó que esto amerita que los focos de intervención de la oficina cambien, primero para que se acerquen familias homoparentales y no solo personas de la comunidad que se representen a sí mismos, además de conocer sus necesidades y trabajar en aspectos culturales en cuanto a la presencia de estos nuevos sistemas familiares que comenzarán a visibilizarse.
ASPECTOS LEGALES
Desde la Corporación de Abogadas Feministas (Corafem) del Biobío, que apoya a personas LGBTIQ+ de forma legal, explicaron que el matrimonio igualitario viene a regular una serie de aspectos a diferencia del AUC, tales como los patrimoniales, beneficios sociales y principalmente el cambio en términos de filiación. De esta forma, indicaron que el gran cambio radica en la igualdad y dignidad de los tipos de uniones, eliminando las de primera o segunda categoría.
Al respecto indicaron que "redefine la filiación de una forma más igualitaria y reconociendo las técnicas de reproducción asistida, lo que elimina la necesidad de esas familias lesbomaternales de concurrir a tribunales para regular sus derechos (…) junto con normas laborales para la protección de la red de cuidados de niños, niñas y adolescentes. Y otro punto importante es que ya no se produce el divorcio de forma automática cuando uno de los cónyuges se cambia el sexo registral, en virtud de la Ley de Identidad de Género".
Por otra parte, desde todas las organizaciones coincidieron en que aparte de esta ley, que comenzará a regir a mediados de marzo, el trabajo en defensa de la no discriminación, igualdad y equidad deberá continuar, así como potenciar aspectos educativos y culturales sobre la diversidad, y legislar en otros derechos vinculados a las personas trans en aspectos como el trabajo, la infancia, entre otros.
MATRIMONIOS Y AUC EN LA REGIÓN
Según datos del Registro Civil, la Región del Biobío es la que más matrimonios ha registrado durante los últimos tres años luego de la Región Metropolitana. De esta manera en 2019 se realizaron 5.598 matrimonios; en 2020 fueron 3.841; y durante este año han sido 4.205.
Por otra parte, en cuanto a los Acuerdos de Unión Civil el Biobío se posiciona como la tercera comuna con mayores registros luego de la Metropolitana y Valparaíso. Así es como 417 fueron realizados en 2019; disminuyendo a 308 en 2020; y aumentando a 392 durante este 2021, posicionándose además en este periodo como la segunda región con más registros a nivel nacional.