Prevención de incendios forestales
Las autoridades de la Región del Biobío han realizado un llamado a la ciudadanía para prevenir los incendios forestales. La preocupación es muy procedente considerando que un siniestro de bosques en Castro ha destruido más de 140 construcciones, entre casas, locales comerciales y una iglesia, y se ha evacuado a unas 500 personas.
Las estimaciones de los expertos indican que la próxima temporada de incendios forestales una vez más podría ser complicada, considerando que ha habido pocas lluvias, el país enfrenta una prolongada sequía de más de doce años y que se prevé una primavera y verano con altas temperaturas y viento cálido.
Por ello, con anticipación el Gobierno ha presentado el plan nacional 2021-22 de protección contra los incendios forestales, destinando a la vez los recursos con que contarán las instituciones públicas encargadas del control del fuego. Para el período de mayor ocurrencia de los siniestros, el Gobierno aprobó un presupuesto de 68.801 millones de pesos, unos 88 millones de dólares. Asimismo, las empresas forestales han destinado para este período 97 millones de dólares para la prevención y combate de incendios, un 12% de aumento respecto a la temporada anterior.
En lo que va de la presente temporada 2021- 2022, se han registrado 424 siniestros en la Región del Biobío, lo que representa un 38% menos que el período anterior. La superficie afectada alcanza las 687 hectáreas, un 6% menos que la temporada pasada. La Corporación Nacional Forestal (Conaf), ha desarrollado un programa que apunta a disminuir el impacto social, ambiental y económico que generan los incendios de bosques, sobre todo aquellos que se registran cercanos a las viviendas. En el marco de este programa, hace unos días las autoridades regionales de las regiones del Biobío y de Ñuble, participaron en un operativo carretero en el peaje Queime, entre Florida y Quillón, para reforzar el mensaje preventivo a los automovilistas.
El director regional de Conaf, Francisco Pozo, ha señalado que reforzar el mensaje preventivo es primordial para evitar que aumenten las cifras de número de incendios y superficie. Ha recordado que Florida experimentó incendios muy destructivos en el pasado, y hay que preocuparse de que no se vuelvan a repetir.
En Chile operan dos sistemas de protección contra esos incendios, aunque el trabajo es complementario. La acción del Estado, a través de Conaf, resguarda a pequeños propietarios y las áreas protegidas, como parques nacionales, reservas y monumentos naturales. El otro sistema de protección corresponde al de las grandes empresas, que resguardan con sus propios recursos más de un millón y medio de hectáreas de plantaciones forestales, desde la Región del Maule hasta La Araucanía. Los recursos de Conaf permitirán contar con 62 aeronaves y casi 3.500 brigadistas en 270 brigadas, distribuidas entre las regiones de Atacama y Magallanes. Estos combatientes conformarán brigadas y además, se cuenta también con vehículos especiales para el control del fuego, como camionetas lanzaespuma retardante, puestos de mando móvil satelital para la planificación y coordinación del combate; camionetas cisterna de ataque inicial, skidders y drones.
Con un fuerte foco en medidas de prevención y reducción de riesgos, las empresas forestales agrupadas en la Corporación Chilena de la Madera (Corma), han redoblado los esfuerzos para prevenir los incendios que se han comenzado a manifestar tempranamente en todo el país, poniendo una voz de alerta sobre la temporada estival 2021-2022 que se avecina. Las empresas han dispuesto una flota de 60 aeronaves, incluyendo 3 helicópteros Chinook y 4 Kamov de gran capacidad, que se enfocarán fundamentalmente en proteger las zonas de interfaz cercana a los centros poblados, y 3.350 brigadistas. Se han destinado 12 millones de dólares a un plan intensivo de mantención de más de 20 mil kilómetros de cortafuegos, construcción de otros 377 kilómetros, despeje de caminos y limpieza en zonas urbano-rural.
En lo que va de la presente temporada 2021- 2022, se han registrado 424 siniestros en la Región del Biobío, lo que representa un 38% menos que el período anterior. La superficie afectada alcanza las 687 hectáreas, un 6% menos que la temporada pasada.