Alcaldes dicen que es necesario enfocarse en los problemas que llevan a los hechos de violencia
A pesar de mejorar la sensación de seguridad y la disminución de los hechos de violencia, los administradores municipales apuntan a la necesidad de un trabajo integral para reinstalar la paz social en la zona.
Pese a los resultados positivos que advierten en materia de seguridad que ha generado el estado de excepción constitucional en las dos provincias de la Región del Biobío donde rigen, desde las municipalidades indican que más allá de la medida transitoria, se requiere la disposición para trabajar a largo plazo con las necesidades de los territorios, sobre todo en la Provincia de Arauco, donde estiman que las situaciones estructurales generan un escenario propicio para los delitos que allí se cometen.
Mañana se cumplen 15 días en que el decreto presidencial permitió el despliegue de las Fuerzas Armadas, principalmente de la Marina, en las provincias de Arauco y Biobío para apoyar tanto a Carabineros como la Policía de Investigaciones en la prevención de los hechos de violencia. Ante esta situación, el diagnóstico que alcaldes de ambas provincias realizan sobre su efectividad es dispar, principalmente porque los escenarios en que se aplican son diferentes.
PROVINCIA DE ARAUCO
Desde la Provincia de Arauco, el alcalde de Lebu y presidente de la Asociación de Municipalidades Arauco 7, Cristian Peña, explicó que si bien el estado de excepción aumentó la presencia militar en el territorio, así como los patrullajes conjuntos con las policías, y se generó una disminución en los hechos de violencia graves, no se ha logrado terminar con ellos y mantener la situación controlada.
Entre el 1 de 13 de octubre, periodo en que no regía ningún tipo de medida extraordinaria para la provincia, se registraron numerosos hechos violentos, tales como asaltos y ataques armados en rutas críticas como la P-72-S (que une Cañete y Tirúa), así como diferentes siniestros que afectaron a viviendas particulares, maquinaria forestal, entre otros. Tras ello, y con la instauración del decreto presidencial, los hechos de estas características disminuyeron de forma considerable, pero de igual forma se registraron eventos de este tipo.
Peña explicó que más allá del estado de excepción, a los alcaldes de la provincia les preocupa que se visibilice como único problema la violencia y los delitos que tiene lugar en la zona, pero no a las circunstancias que generan dichas situaciones.
"Aquí hay una situación grave en el sur de la Provincia de Arauco, de violencia extrema, de temor y terror, donde las personas y familias viven con ello, porque no hay seguridad, no se puede trabajar, en donde sin duda hay un escenario que además se ha hecho propicio para el delito organizado, el robo de madera, de vehículos. Es un territorio que se siente abandonado por el Estado y ese abandono es el que nosotros esperamos que termine", explicó Peña.
"No solo teniendo una acción policial mucho más efectiva, que el Gobierno ha entendido a través de un estado de excepción, sino además en forma integral hacerse cargo de lo que realmente tiene sumergido en la marginalidad y en la pobreza y vulnerabilidad a este territorio", continuó.
Y agregó que en reiteradas oportunidades se ha solicitado a las autoridades de Gobierno que se dialogue con las comunidades, que se atiendan las políticas sociales y relacionadas a las tierras para devolver la paz social y que se practique una real responsabilidad de la seguridad.
"Mientras no se aborde eso no habrá paz social en la Provincia de Arauco, y no lo digo yo, es cosa de ver cómo se ha incrementado esto en el tiempo. Por eso más que concentrarnos en si se aprueba o no nuevamente el estado de emergencia, o si es que están o no los votos en el Congreso, por favor que el Gobierno escuche a la gente de la Provincia de Arauco", finalizó.
EN BIOBÍO
Mulchén y Cabrero son dos de las comunas que la Ruta 5 atraviesa y donde parte del contingente está realizando patrullajes preventivos. Jorge Rivas, alcalde de Mulchén, explicó que la situación de seguridad es muy similar a la que existía previo al estado de excepción, pese a este refuerzo de personal, y manifestó estar disconforme por no mantener diálogo con las personas a cargo, al menos para estar informados del trabajo realizado en la comuna.
"Si bien ha habido algunos hechos violentos, principalmente quema de maquinarias en sectores rurales, ha sido bastante menor en comparación a La Araucanía o Arauco incluso antes de este estado de excepción. Lo único que se han intensificado probablemente los controles en el peaje de Las Maicas, que es el que divide a la Región del Biobío y la Araucanía", detalló.
El alcalde de Cabrero, Mario Gierke, manifestó que si bien toda medida que busque entregar tranquilidad a los territorios es buena, el hecho de que el estado de excepción sea prorrogable y posteriormente discutido en el Congreso implica que no se está buscando una solución efectiva a los problemas, ya que "está el temor de que esto se politice y que no existan acuerdos para que la intervención militar esté en los territorios y volveremos a cero sin ningún avance".
Aseguró que se necesita una estrategia de diálogo a largo plazo y en vista de que en la comuna de Cabrero no se han registrado hechos violentos, no es posible evaluar la medida.
"Yo le propuse al gobernador Rodrigo Díaz formar una comisión de trabajo de las 33 comunas del Biobío, donde existe un profesional representado del municipio para generar y presentar una agenda corta al Gobierno para buscar una salida pacífica a este conflicto que aqueja a miles de personas", agregó.
14 de octubre comenzó a regir la disposición del estado de excepción en las provincias de Arauco y Biobío, además de La Araucanía.