"En el tema del conflicto creo que, por supuesto, el sector forestal tiene parte de responsabilidad"
El presidente del gremio local dice que las empresas ya efectúan cambios para enmendar el rumbo y relacionarse mejor con las comunidades. Sin embargo, aclara que en el origen de la violencia "no nos sentimos responsables".
El ingeniero forestal y actual gerente de Patrimonio y Protección de CMPC Celulosa, Alejandro Casagrande, asumió en mayo la presidencia de la Corporación Chilena de la Madera (Corma) Biobío-Ñuble, cargo que encabezará hasta 2023. En su primera entrevista con un medio local, el nuevo mandamás del gremio maderero plantea que con su gestión buscará llevar adelante una serie de tareas asociadas a potenciar la vinculación con las comunidades, a enfrentar el cambio climático y a enfatizar el relacionamiento con los demás entes productivos de la zona.
A eso suma el lograr un trabajo con las pymes a través de la innovación y la tecnología, iniciar el aumento de la participación laboral femenina a un 20% en el sector dentro de un período de cinco años y fijar alternativas que permitan disminuir la violencia que golpea a la Provincia de Arauco.
Justamente, este último punto adquiere hoy una atención mayor debido a los hechos negativos que se han suscitado en el territorio durante estas semanas.
-Trabajadores de Curanilahue fueron atacados y heridos por desconocidos hace unos días. ¿Hasta qué punto puede resistir el sector forestal este nivel de violencia?
-Nosotros estamos para quedarnos, no para entrar y salir. Estamos disponibles para enfrentar el conflicto que existe con el pueblo mapuche y para ver cómo se soluciona el tema de la violencia, que son dos cosas diferentes. En relación al conflicto, creemos que el diálogo es el camino y eso hay que fomentarlo entre los diferentes actores.
-¿Tiene confianza del rol que cumplirá el Centro Nansen para la Paz y el Diálogo de Noruega en materia de diálogo?
-Vemos con muy buenos ojos la llegada del Centro Nansen. Estamos disponibles a sentarnos y hablar sobre cualquier tema (...) El diálogo puede transformar y generar confianzas y abrir los caminos para solucionar el conflicto. Tenemos que estar sin dogmas, sin paradigmas y ser muy carismáticos y abiertos.
-¿Cómo es posible continuar una actividad tan relevante cuando sus trabajadores ven amenazadas sus vidas?
-Es cada vez más difícil, porque lo más importante aquí son los trabajadores y las personas. Ahora, no hay que circunscribir el problema de la violencia al sector forestal. La violencia hoy afecta a todas las personas, emprendedores y empresas que están en ciertos territorios. Por eso es importantísimo aislarla. En esos sectores se está perdiendo la libertad de vivir y creemos que hay grupos delictivos que utilizan la violencia y se aprovechan del conflicto. La solución debe ser institucional.
-¿Por qué no hay resultados positivos?
-La violencia que estamos viviendo también uno la ve en otras partes del país. El problema es que hay ciertos actores que, de alguna manera, no castigan la violencia o la justifican.
-¿Y qué grado de responsabilidad asume su sector en relación a lo que ocurre hoy en la zona? ¿Hay alguna autocrítica?
-Por eso digo que hay que separar el conflicto de la violencia. En el tema del conflicto creo que, por supuesto, el sector forestal tiene parte de responsabilidad (...) En algún momento nos salimos de los predios y ahí habría un grado de responsabilidad, en la calidad de relacionamiento que tuvimos con nuestros vecinos, pero eso lo hemos estado cambiando en los últimos años. Sin embargo, también hay muchos otros actores responsables del conflicto, porque hay un tema de reconocimiento cultural y otra serie de causas. El tema de la violencia es otra cosa, pues en eso nosotros no nos sentimos responsables. El Estado y sus instituciones son los llamados a detenerla.
-Acerca del conflicto, ¿qué acciones puntuales pudo haber realizado el sector forestal para encontrar alguna solución?
-Va por el lado de la forma de relacionarse con los vecinos, considerando que tienen características culturales diferentes y generando mayor desarrollo con ellos. Eso podría haber ayudado a no generar conflicto. Las empresas hoy están trabajando intensamente en el reconocimiento cultural, están preparando a sus ejecutivos, creando valor compartido con las comunidades y están trabajando en la mitigación de impacto de sus operaciones.
-En términos económicos, ¿qué afectación han percibido en la Provincia de Arauco a raíz de la violencia?
-Desde el punto de vista económico, hay empresas que están saliendo y vendiendo sus activos. También puede haber, porque no lo sé, empresas que no van a invertir directamente en estos sectores.
CAMBIO CLIMÁTICO
-Según la ONU, ya no hay margen para evitar un escenario peligroso respecto a la crisis climática. ¿Qué medidas está dispuesto a hacer suyas el sector forestal para contribuir a evitar este problema?
-El panel de expertos intergubernamentales del cambio climático de la ONU dijo que el sector maderero y los bosques son parte de la solución (...) Diría que estamos en un proceso de traspaso desde una economía basada en productos fósiles hacia una economía basada en la naturaleza, lo que se conoce como bioeconomía. Ahí nos estamos encontrando con la bioenergía, la biomasa o los biomateriales, por ejemplo.
-¿Cuál es el rol que cumplirá Biobío en todo esto?
-Biobío es la capital forestal del país. El 36% de las plantaciones forestales están en Biobío-Ñuble y el 70% de la industria está acá. Por eso esta revolución que estamos viendo impactará a la industria maderera local.