"El emprendimiento
El gerente general de Essbio asumió el liderazgo de la Corporación Industrial para el Desarrollo Regional. Aboga por la articulación público-privada y por preservar libertad de emprender.
Cuando la Corporación Industrial para el Desarrollo Regional -Cidere Biobío- fue creada, en 1965, el grupo de empresarios impulsores planteó que su principal foco de preocupación sería contribuir a "terminar con la pobreza en la zona". Esto, a través del desarrollo de iniciativas que apoyaran -desde el mundo empresarial- a que más personas pudiesen "cumplir sus sueños y ayudar al desarrollo productivo de la Región".
Más de 55 años después, su recientemente electo presidente del directorio -Cristian Vergara Castillo, gerente general de Essbio- asegura que esa misión fundacional sigue intacta. Y cómo no, si ante la crisis económica derivada de la pandemia la pobreza pasó de 12,1% en 2017 a 13,2% en 2020 a escala regional según la encuesta Casen, lo que a su juicio obliga a fortalecer la articulación público-privada para hacer frente al complejo presente.
-¿Qué puede hacer en concreto hoy una corporación como Cidere Biobío para contribuir a un objetivo tan difícil como reducir la pobreza en la Región?
-Creo que una misión muy importante de Cidere es hacer tangible lo que las empresas hoy hacemos en los territorios; es un vehículo para mejorar la relación con ellos. Porque una cosa que logra la corporación es la articulación público-privada en beneficio de los territorios. Ese es el punto de encuentro que -por ejemplo- tiene Essbio con Cidere y que explica que en lo personal esté muy contento de haberme incorporado al directorio y ahora asumir la presidencia.
LA CONTINGENCIA
-¿Qué cree que distingue a Cidere de otros organismos empresariales de la Región?
-Cidere, a través de todos estos años, ha sido capaz de adaptarse a las contingencias por las que atraviesa el país. Nació como un mecanismo de lucha contra la pobreza regional y después se fue transformando en una instancia para generar capacidades del capital humano. Y así, por ejemplo, en 1971 se logró una asociación con la Universidad Técnica Federico Santa María para poder desarrollar capital humano para la Región. Hoy, sin duda más que nunca, necesitamos generar un trabajo colaborativo para ir en ayuda de las personas. Los asociados que están hoy en Cidere comparten la vocación por vincularse con los territorios y eso se reflejó en la última asamblea, donde se preguntó cuál debía ser el eje más importante de la labor y esta idea fue mayoría absoluta, asociada al aporte de generación de valor en la zona a través de un trabajo colaborativo.
-¿Qué significa asumir la presidencia de esta corporación en un momento tan complejo?
-Sin duda que es un tremendo desafío, porque no estamos en cualquier momento, sino en uno muy especial donde la Región y el país necesitan las mejores capacidades, competencias y disponibilidad para generar un mejor tejido para el desarrollo económico y social de las regiones. Y eso es lo que hace Cidere. Por lo tanto, si acepté asumir la presidencia (luego de una votación en el directorio) es con un compromiso total para liderar la labor de la corporación hacia adelante, continuando la labor que Alvaro Hillerns (expresidente) y Macarena Cepeda (exvicepresidenta) realizaron con mucho éxito.
DEBATE CONSTITUCIONAL
-¿Qué presencia busca tener Cidere Biobío en el debate que se inicia -con la labor de la Convención Constitucional- en torno a una nueva Carta Magna para Chile?
-Cidere es un organismo por esencia técnico y hoy lo que más nos interesa en el marco de la discusión constitucional es que se preserve el derecho de las pymes a poder desarrollarse y a la libertad de emprender. Y en cualquier discusión que se tenga -con la Convención constituyente, con el Gobierno o en el Congreso- tiene que estar presente eso, porque ahí está la base de la economía y el desarrollo, particularmente en regiones, donde son pocas las empresas grandes que tienen una gran cantidad de recursos y generación de valor. Y por lo tanto es en regiones donde más se percibe el aporte que entregan las pymes y los microempresarios al desarrollo.
-¿Cree que hay interés por temas como la innovación para el desarrollo o la libertad de emprendimiento en la Convención? Al menos no han figurado en los debates previos entre candidatos o en los primeros días de trabajo del órgano constituyente.
-Creo que efectivamente no son temas que están puestos en primer orden, pero sí pienso que hay conciencia de que son materias que subyacen. Cuando los constituyentes hablan de que hay que buscar un país más justo o que hay que generar condiciones para que como sociedad crezcamos, sin duda que el emprendimiento y la innovación son elementos que fortalecen la justicia social. Y por eso nosotros estamos conscientes de que puede que no sean un titular en la discusión de la Convención, pero sí un tema que subyace y tiene presencia, que en algún momento aparecerá como elemento necesario de discusión. Y cuando así sea, vamos a estar disponibles como organismo técnico para contribuir al conocimiento de estas realidades regionales.
-¿Cómo cree usted que la pandemia -con la consiguiente urgencia de la transformación digital- ha golpeado a las empresas en Biobío?
-Creo que hay dos realidades y lo que esta pandemia ha hecho es acelerar la brecha digital entre ambas. Las grandes empresas, como Essbio, estábamos trabajando en la digitalización y la pandemia aceleró ese proceso. Esta empresa tiene capacidades, recursos y las espaldas necesarias para poder ponerse a tono con ese desafío. Pero el primer mundo que no tiene un plan al respecto y necesita con urgencia avanzar en esa línea son las pymes, porque la emergencia sanitaria amplió la brecha digital y aquellos que no se subieron al carro y no pudieron digitalizar su negocio, quedaron fuera, tuvieron que cerrar, porque no fueron capaces de adaptarse al ritmo que impuso la emergencia. Y aquello ya lo hemos recogido en la Mesa de Innova y tenemos un Programa de Pyme Digital Biobío, mediante el cual junto a Corfo y, en colaboración con Hibring Ingeniería y el Gobierno Regional, queremos impulsar el desarrollo de la digitalización y de acortar la brecha digital en las pymes. Otra acción relevante es poder generar transferencias tecnológicas desde las propias empresas. Y eso se hace también a través de la Mesa Innova, donde -por ejemplo- se pone en común una problemática de una empresa y cómo puede ser resuelta a través de la innovación y el trabajo conjunto de los asociados. Y una particularidad de Cidere es que la academia está representada, por lo tanto están sentados en la misma mesa, vinculándose, el mundo de la academia y la empresa. Eso es algo que Cidere sabe hacer y tenemos que potenciar hoy más que nunca.
y la innovación fortalecen la justicia social"
LA RENOVACIÓN DE LOS LIDERAZGOS EMPRESARIALES
En relación a la repetición de nombres en los cuadros directivos de gremios y organizaciones empresariales de la Región, Cristian Vergara planteó que "es una realidad que hay que asumir y tiene que ver con que las grandes empresas tienen una vinculación mucho más temprana con estas entidades, lo que hace que los rostros se vayan repitiendo". Por ello, planteó que se debe incentivar la incorporación de nuevas miradas. "Las pymes tienen que estar y la equidad de género es también una materia que tenemos que trabajar con más fuerza y hacerla realidad en los directorios de las organizaciones".