Instalación de la Convención Constitucional
A las 10 horas de hoy, justo en el día en que se conmemoran los 210 años de la instalación del primer Congreso Nacional chileno, se dará inicio formal al funcionamiento de la Convención Constitucional, cuyos 155 miembros fueron elegidos en la elección del pasado 15 y 16 de mayo.
En el caso de la Región del Biobío, se trata de siete constituyentes del distrito 20 y cuatro del distrito 21, a quienes se suman dos representantes del pueblo mapuche con residencia en la zona. Todos ellos tienen la responsabilidad de contribuir a esta compleja e importante tarea con seriedad, ponderación e inclaudicable disposición al diálogo con todos los sectores de la Región y el país.
La de hoy es una jornada que ha sido calificada como histórica, pues por primera vez se comenzará a escribir una Carta Magna en un proceso caracterizado por la participación ciudadana, paritario y que se generó con el objetivo de encauzar de manera pacífica y democrática las protestas y escala de violencia generadas a partir del 18 de octubre de 2019. Se debe recordar que el denominado "estallido social" generado a partir de esa fecha llevó a la suscripción del denominado "Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución" el 15 de noviembre del mismo año, donde un amplio espectro de representantes de partidos políticos acordaron "una salida institucional cuyo objetivo es buscar la paz y la justicia social, a través de un proceso inobjetablemente democrático".
Fue aquello lo que llevó a realizar un plebiscito el 26 de abril de 2020, donde la ciudadanía optó por amplia mayoría por la redacción de una nueva Constitución y se definió que una Convención Constitucional -elegida íntegramente en una votación especial y sin participación de parlamentarios en ejercicio- sea el ente encargado de esa labor.
En el acuerdo de noviembre de 2019 se dejó claramente establecido que el órgano constituyente "tendrá por único objeto redactar la nueva Constitución, no afectando las competencias y atribuciones de los demás órganos y poderes del Estado y se disolverá una vez cumplida la tarea que le fue encomendada. Adicionalmente no podrá alterar los quórum ni procedimientos para su funcionamiento y adopción de acuerdos". Asimismo, se estableció que "deberá aprobar las normas y el reglamento de votación de las mismas por un quórum de dos tercios de sus miembros en ejercicio".
En ese contexto, se debe enfatizar que resulta preocupante que algunos convencionales constituyentes hayan planteado en el último tiempo no respetar las bases fundamentales que han derivado en el hito que se vivirá la jornada de hoy.
En concreto, por ejemplo, pretender cambiar decisiones judiciales a partir de la percepción subjetiva o incentivar la movilización en el entorno de la Convención con el objetivo de "seguir ejerciendo presión sobre nuestras demandas", como lo señaló textualmente una declaración de la Lista del Pueblo, son señales que han generado justificada inquietud en las horas previas a esta jornada.
Por ello, se debe enfatizar en la necesidad de fomentar un clima democrático -donde predomine el diálogo y el debate de ideas- y no una extensión de las manifestaciones que pudieran derivar en expresiones de violencia en los alrededores de la Convención. Aquello, por supuesto, es muy distinto a que se puedan realizar actos públicos, tomando en cuenta las precauciones sanitarias del caso, sin que estos afecten la adecuada puesta en marcha del trabajo ni supongan una cierta "presión" a la hora de la necesaria deliberación que se llevará adelante durante el periodo de funcionamiento de este órgano.
En relación a las primeras tareas que deberá acometer la Convención, es importante destacar las palabras del académico Jaime Arancibia Mattar, quien en entrevista con este medio explicó que la elaboración del reglamento de la instancia "debe asegurar el fin de la Convención, que no es otro que la elaboración de un texto constitucional por los representantes del pueblo elegidos libremente, que sea fruto de una deliberación independiente, pacífica y sujeta a plazos determinados. Por tanto, el reglamento debería asegurar no sólo un debate democrático asistido por conocimientos técnicos y participación ciudadana, sino también una organización eficiente del trabajo para que sea eficaz".
El docente de la Facultad de Derecho de la Universidad de Los Andes e integrante del cuerpo de investigadores del Observatorio Constitucional de la misma casa de estudios detalló que si un convencional intenta forzar los límites de las atribuciones de los convencionales, el mecanismo fundamental para enfrentar esa situación "será el voto mayoritario de los miembros de la Convención. Si la extralimitación es más numerosa, podría ser reclamada ante la Corte Suprema en los términos del artículo 136 de la Constitución".
Es innegable que hay dudas en torno al desarrollo de este inédito proceso constitucional. Pero es de esperar que a poco andar éstas se disipen y predomine el espíritu democrático, de paz, diálogo y respeto que fue la principal motivación para el acuerdo transversal que hoy suma un nuevo paso en su trayectoria.
La de hoy es una jornada que ha sido calificada como histórica, pues por primera vez se comenzará a escribir una Carta Magna en un proceso caracterizado por la participación ciudadana, paritario y que se generó con el objetivo de encauzar de manera pacífica y democrática las protestas generadas a partir del 18 de octubre de 2019.