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Según el último reporte del Servel, en la zona votaron 182.436 personas

Participación alcanza el 13,7% y cae en 367 mil votantes en relación a la primera vuelta

El poco interés, el mal clima y los problemas en la locomoción serían factores que explican la baja.
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Por Nicolás Álvarez Arrau

Distintos analistas lo habían anticipado: la segunda vuelta de la elección de gobernador regional convocaría una baja cantidad de personas. A eso de las 20 horas de ayer, el Servicio Electoral (Servel) confirmó una proyección muchísimo peor e informó que en Biobío participaron 182.436 votantes, es decir, el 13,7% del padrón habilitado, que era de 1.333.847.

Los factores que marcaron este escenario tienen que ver, principalmente, con el desconocimiento que genera esta nueva figura política, el bajo alcance de las campañas, el interés mayor ante procesos liderados por los constituyentes y los candidatos presidenciales, los problemas en el flujo de locomoción colectiva y el mal tiempo que se hizo sentir durante la jornada a lo largo del territorio.

A eso del mediodía, distintas comunas del sur de la Región comenzaron a recibir las primeras gotas de lluvia que había anticipado la Dirección Meteorológica, situación que agudizó la débil afluencia. Eso sí, hubo puntos en los que sí se observaron aglomeraciones, pero en ferias libres y otros recintos dedicados a la venta de alimentos.

El porcentaje de concurrencia es cerca de tres veces menor al 41,3% obtenido en los comicios municipales de 2016 y se establece como el más débil desde la implementación del voto voluntario. En comparación a la primera vuelta de mayo, el actual porcentaje decayó en 27,5 puntos porcentuales, es decir, se registraron 367.532 votantes menos.

Con las últimas cifras publicadas, de los 182.436 votos escrutados, un total de 178.940 fueron válidamente emitidos (98,1%), mientras 2.585 (1,4%) y 911 (0,5%) correspondieron a nulos y a blancos, respectivamente.

CONSTITUCIÓN DE MESAS

Así como provocaba temor la mermada participación de los electores, horas antes de iniciado el proceso también había inquietud por la asistencia de los 21 mil vocales designados por el Servel, sobre todo en atención a que, a diferencia de otras instancias, esta vez bastaba con que dos miembros acudieran para conformar las mesas.

Aun así, un total de 13.761 vocales llegaron hasta los locales de sufragio, lo que dio un promedio de 3,3 vocales por las 4.227 mesas que se constituyeron en los 267 establecimientos de las tres provincias. A nivel país, Biobío fue la segunda región con mayor cantidad de mesas y vocales, después de la Metropolitana, en esta elección.

Pamela Manríquez, jefa de Operaciones del Servel Biobío, destacó la rapidez con que se establecieron los equipos en cada uno de los recintos. "Todo esto fue bastante rápido. Alrededor de las 10:20 horas de este domingo ya teníamos el 100% de las mesas listas acá en la Región, y eso es bastante positivo", enfatizó.

En este contexto, la delegada del Colegio La Providencia de Concepción, Carolina Sanhueza, comentó que "es sorprendente cómo hoy (ayer) logramos constituir, pues lo hicimos en su totalidad, aunque solo hubo una mesa en la que llegó una persona (…) A las 09:58 horas teníamos lista la última".

CONTEO DE VOTOS

Si en la elección del 15 y 16 de mayo el conteo de votos se extendió varias horas, en esta oportunidad los resultados se conocieron mucho más rápido. El hecho de elegir entre dos candidatos y la poca cantidad de sufragios recibidos significó culminar el conteo, incluso, solo minutos después de cerradas las urnas en ciertos lugares.

De acuerdo al relato de algunos vocales, hubo mesas que con suerte recibieron un quinto de los votos estimados. En Florida, por ejemplo, Patricia Echaiz comentó que durante toda la mañana se recibieron 16 preferencias en la mesa que presidió, un número mínimo si se considera que en esta comuna rural las primeras horas son siempre en las que más electores hay.

En paralelo al cierre del proceso, el intendente Patricio Kuhn dijo que "el balance es positivo porque no hay novedades ni contingencias importantes que contar (…) Esto demuestra la cultura cívica de la gente que se apostó a votar hoy".

En tanto, el jefe de la Defensa Nacional en Biobío, contraalmirante Jorge Parga, puntualizó que la "novedad más relevante" del domingo correspondió a una vocal de Los Ángeles que se retiró de su local, hecho que motivó un procedimiento con el Ministerio Público.

Opinión

Desafíos de la descentralización

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En este último proceso electoral, por primera vez, la ciudadanía ha elegido el cargo de gobernadores regionales y, si bien ya se ha empezado a discutir la necesidad de ampliar sus atribuciones a futuro, los principales desafíos que presentará Rodrigo Díaz y los demás gobernadores se relacionan principalmente con su relación con el delegado presidencial regional. La nueva institucionalidad busca, por un lado, avanzar en la descentralización efectiva y, por otro, que el proceso de toma de decisiones en algunos aspectos se elabore a partir de la realidad local.

Pero a la vez, también surgen dudas en torno a los desafíos que deberán enfrentar las nuevas autoridades. En los últimos días, la discusión se ha centrado en temas domésticos, como quién utilizará las dependencias del edificio del Gobierno Regional. Sin embargo, esto también pone de manifiesto un fenómeno interesante que empezará a ser habitual en las próximas semanas a nivel nacional: la cohabitación política. Que en este contexto implica, la relación que se da cuando representantes de dos partidos o conglomerados políticos opuestos deben gobernar. En este caso un gobernador regional electo democráticamente y, por otro, el delegado presidencial, quien es designado por el Ejecutivo. Allí será vital un camino de diálogo y búsqueda de consenso teniendo en cuenta la diversidad de los proyectos políticos que puedan estar presentes y además cuales serán los proyectos emblemáticos que se puedan desarrollar a nivel regional. Teniendo en cuenta además que deberán de convivir en el proceso de toma de decisiones con diferentes funcionarios designados por el poder central como otros que han sido electos, como además con los alcaldes de cada una de las comunas para poder elaborar planes de desarrollo regional adecuados para las realidades particulares de las diferentes regiones de nuestro país.

Pero principalmente, uno de los temas fundamentales tiene que ver con las competencias y atribuciones que tendrá el nuevo cargo. Es de consenso que estas deberán ser ampliadas, especialmente en algunas áreas como la seguridad pública. Pero, cabe preguntarse ¿son suficientes? A primera vista, claramente no. La posibilidad de poder elaborar un proyecto de desarrollo regional va más allá de poder dialogar y buscar consensos entre autoridades designadas desde el poder central como con las autoridades electas. Además del traspaso de competencias autonómicas a las regiones especialmente que se vinculen al modelo productivo, y para ello es fundamental que se tenga en consideración la realidad social, económica y cultural. Si estos elementos son dejados de lado, probablemente nos encontremos, nuevamente, con proyectos elaborados desde el poder central y donde la nueva autoridad regional solo deba ejecutar estas acciones.

Lesley Briceño Valencia

Docente UDD

Opinión

El camino de los gobernadores regionales

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Este domingo hemos asistido a un hito clave en la profundización de la descentralización de nuestro país. Se ha celebrado la consolidación de la elección democrática de los gobernadores regionales, con la realización de la segunda vuelta electoral, que ha definido a la máxima autoridad regional democráticamente elegida en las regiones donde ello no se definió en la primera vuelta electoral.

Constituye un hito, pues pasó largo tiempo para lograrlo, similarmente a lo que en su momento fue elección directa de los consejeros regionales y como todos los avances que se logran en descentralización, en un país de tradición centralista como Chile.

No obstante, como todo hito, esta elección sólo marca una meta intermedia en lo que a un proceso de descentralización se refiere. En efecto, viene un camino de consolidación de los gobernadores regionales, que estará marcado por tres factores críticos para el avance descentralizador.

El primero, dice relación con consolidar y profundizar la transferencia de competencias y recursos desde el poder central a las autoridades regionales, con miras a consagrar y fortalecer la autoridad regional, resguardando una transferencia de funciones frente a un poder central representado en la región por el delegado presidencial, en virtud de un mayor impulso de las regiones, que permitan abrir posibilidades de acción de los actores regionales para la gestión del desarrollo regional, sobre todo en lo que a definición y diseño de inversiones pertinentes para el desarrollo de los territorios, definidos con mayor participación de la ciudadanía local.

El segundo, dice relación con fortalecer la mirada de la descentralización como un proceso sistémico de gestión pública regional y no sólo en una mirada desde regiones hacia la región metropolitana y el poder central. En efecto, esto implica fortalecer una gestión regionalmente descentralizada, que propenda tanto al fortalecimiento de los gobiernos comunales como también a distribuir de manera más equilibrada los beneficios del desarrollo en todos los territorios de la región. De otro modo, en un país de tradición y cultura centralista, se arriesga a continuar extendiendo el centralismo, como un fractal de gestión, al interior de nuestros gobiernos regionales.

Y el tercero, señala el profundizar la asociatividad entre los gobiernos regionales de Chile y al interior de ellos con los gobiernos locales, en una comprensión de los desafíos del desarrollo territorial donde algunos temas estructurales encuentran mejor respuesta bajo una mirada de macro zonas territoriales y en otras, la mejor respuesta se encontrará en una mirada micro, focalizada en lo que ocurre en comunas y territorios específicos de cada región.

Estos tres elementos marcarán estas primeras instancias de la gestión de Rodrigo Díaz y el resto de los gobernadores, donde su adecuada gestión llevará a fortalecer a estas nuevas autoridades regionales, siempre con miras a un desarrollo territorialmente más armónico y equilibrado de Chile y sus regiones.

Ariel Yévenes

Economista Observatorio Corbiobío

Académico UBB