Natalicio de Arturo Merino Benítez
Maximiliano Díaz Soto, Presidente, Corporación "Escuadrilla Aérea Biobío-Ñuble",
Hace 133 años nace en la ciudad de Chillán, un 17 de mayo, don Arturo Merino Benítez, el padre de la Aeronáutica Nacional. Don Enrique Campos Menéndez en el libro sobre la vida del fundador de las principales instituciones aeronáuticas de nuestro país señala: "La historia no ha incluido oficialmente, dentro de su solemne ámbito de mármol, a los pioneros de la aviación chilena".
Recordar a los hombres que con impulso generoso, plenos de heroísmo, con clara visión del porvenir, ofrecieron vida, salud y energías en pro de una causa trascendental y justa, constituye un sagrado deber, señala en su obra "Historia Aeronáutica de Chile" el coronel Sr. Enrique Flores Alvarez.
Arturo Merino Benítez, es uno de los ilustres personajes a quien más debe nuestra aviación.
Militar de carrera, artillero para ser más preciso, tuvo que comandar a los oficiales de Ejército que se dedicaban a esta nueva rama de nuestra defensa nacional. Así, a los cuarenta años, comprendiendo que sólo se puede mandar con autoridad moral y cuando se conoce el quehacer de los subordinados, siguió un curso de piloto aviador, dice la historia.
Al recordar en esta fecha, es necesario señalar la magna tarea de bien público emprendida por este insigne aviador, las cuales marcaron un hito en el desarrollo y crecimiento de la aeronáutica nacional, y por cierto en el desarrollo y crecimiento de nuestro país, la creación del Club Aéreo de Chile el 5 de mayo del año 1928, la Línea Aéropostal Santiago-Arica el 3 de marzo de 1929 y la Fuerza Aérea de Chile, el 21 de marzo de 1930.
En su natalicio cómo no mencionar las palabras del comandante en jefe subrogante, general de Aviación Sr. Joaquín García Suárez, con motivo de su fallecimiento: "No es solo el hombre, auténtico de esta causa que hemos abrazado con orgullo y emoción. No es solo el forjador de pasajes históricos que viviera el país, con otros personeros de importante gravitación política. Es también el realizador de la unión de todo Chile con la formación de la Línea Aérea Nacional y sus modernas proyecciones internacionales.
Es el hombre bondadoso, que tiende su mano generosa a la Zona Austral, amalgamándola personalmente en un vuelo de gran repercusión. Es el hombre idealista, que sueña con su Chile realizado, libre de la miseria, de la ignorancia del olvido.
Lo recordamos alto, fuerte, recio. Admiramos su inteligencia, su estampa soberbia de caballero del aire y aquellas virtudes que poseen algunos para convertirse indefectiblemente en verdaderos líderes. Porque nacieron por expreso mandato del Supremo Hacedor para dirigir hombres, guiar voluntades y señalar oportunamente con precisión y acierto, el mejor rumbo hacia el progreso, hacia un mejor destino".
El Comodoro Arturo Merino Benítez marcó una senda con su ejemplo de servicio impersonal, de sacrificio, honestidad, y franqueza.