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Banda afina los detalles de su primer larga duración

Flor de Guayaba le imprime el poder femenino al son colombiano

Con más de cinco años de carrera, estas siete amigas han desarrollado una rica trayectoria inspirada en ritmos afrocolombianos.
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Por Nicolás Martínez Ramírez

Centradas en la investigación, interpretación y creación de música y danza del caribe colombiano, Flor de Guayaba es una agrupación que sale de lo típico en la "ciudad del rock".

Con una diversidad musical que cada vez se abre más a nuevos ritmos, las siete amigas, que conforman la banda, le dieron vida en el contexto del Festival Autogestionado de Agrupaciones de Mujeres en el Arte, realizado en la Universidad de Concepción, 2015.

Así Camila Moyano, Luna Hernández, Natalia Gutiérrez, Karina Torres, Viviana San Martín, Viera Contreras y Vanessa Llanos destacan por sus enérgicas presentaciones, mezclando lo musical con la danza. "Todas hemos trabajado con otras agrupaciones relacionadas a la danza, música e historia afrodescendiente como aprendizajes de Uruguay, Perú, Chile y Colombia. La música que interpretamos y fusionamos es el bullerengue, que refleja el sentir cotidiano, la vivencia misma de lo que ocurre en un hogar, barrio, país y penas varias", comentan.

A esto, señalan, le agregan el valor del aprendizaje de la cultura histórica. "Las voces ocultas tras este ritmo eran mayormente mujeres. A pesar de las adversidades de país y por género pudieron demostrar y decir en un canto", agregaron respondiendo en forma colectiva.

EN VIVO Y ONLINE

Finalizando el trabajo detrás de su primer disco, Flor de Guayaba inspira sus letras en vivencias cotidianas. "Así mismo, como se hace en lo tradicional, nos hemos enfocado en la naturaleza, problemáticas de género y sociales. La idea es utilizar la música como una herramienta de expresión y lucha", señalaron.

El septeto tiene maestras(os) colombianos como referentes en lo musical, cuidando siempre el mantenerse fieles a la tradición a la hora de interpretar y fusionar.

Con un alto ritmo de shows en vivo, la pandemia vino a modificar drásticamente su forma de trabajo. Si fue complejo en un inicio, según confiesan, con el tiempo lograron acomodarse a la "nueva normalidad" e ir aprendiendo.

"Hemos tenido conciertos en streaming, envío de videos grabado y en ocasiones -con todas las medidas sanitarias- hemos podido estar presencial, eso sí han sido pocas instancias", señalaron.

Con presencia online en eventos como el festival Rockódromo, las Sesiones Caracol del Parque Metropolitano Cerro Caracol o cápsulas para Balmaceda Arte Joven Biobío, además de lo realizado en sus propias redes sociales, el conjunto mantiene el vínculo con sus fans, pese a no poder presentarse en vivo.

EL PROCESO

A inicios de 2020 y luego de un viaje a Colombia en octubre de 2019, Flor de Guayaba comenzó a grabar su primer disco. Con 10 canciones -incluyendo las ya conocidas "Yo le canto", "Mujer", "No me voy a callar" y "Agua"- el larga duración se lanzará el 28 de mayo, luego de superar un año lleno de inconvenientes debido a la pandemia y sus restricciones.

"Siempre estuvo ese sueño de hacer algo tangible de lo que hacemos como agrupación, pero después de hacer el viaje a Colombia se nos brindó solo la oportunidad sin presionar nada y, obviamente, nos motivamos", contaron sobre el inicio de la ruta.

Con disponibilidad en las principales plataformas de streaming, por medio de CD Baby, la placa también tendrá una versión física con ilustraciones de Violeta Silvestre.

En tiempos donde la distribución de música se realiza principalmente a través de EPs y sencillos, Flor de Guayaba escogió el trabajo de un largaduración. Ello, indicaron, por su significado romántico y el poder marcar el hito.

"Tiene que ver con el trabajo colectivo, lo tangible y con el recuerdo. El guardar algo que, esperamos, sea lo primero de muchos más", resumieron, con deseos de que ésta sea una historia larga.

Comentario de arte

Humberto Maturana: la célula y la autonomía del arte

El cruce entre biología y la cuestión artística puede llevar a varios caminos posibles de lecturas y miradas.
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Por Edgardo Neira

En 1939, desconcertado ante el cuerpo de su abuela fallecida, Humberto Maturana se pregunta: ¿Qué de lo vivo muere cuando se muere? Tenía 11 años. Se trataba de una pregunta fundamental que ya anunciaba un proyecto de vida en que se dedicaría a preguntar (y responder) cómo es que lo vivo vive y qué sucede cuando cesa de hacerlo.

Es además interesante constatar que las culturas, sin excepción, se inician a partir de preguntas similares. De hecho, es la conciencia de muerte y su consecuente conciencia por la vida, el factor que, junto al lenguaje, provocan el impulso cultural.

De ahí que las tumbas, los mitos y sus ritos, la momificación misma, se hallan constituido en las primeras manifestaciones artístico-culturales de la humanidad.

Muerte, vida, lenguaje, son temas que cautivaron al biólogo devenido sabio. Eso hasta su reciente disrupción, como le gustaba denominar a la muerte.

Al expandir esas ideas, podemos inferir que antes de la aparición de lo vivo, no pudo existir lo muerto. El cosmos era como una gran nube inerte, una "nada" sin finalidad ni significado alguno. Los griegos lo llamaron Kaos.

Pero en algún momento habría ocurrido que ciertas moléculas se encerraran en una cápsula a producir metabolismos; así se produjeron las primeras células vivas.

Desde lo bioquímico, las células son estructuras autogestionadas que, estratégicamente envueltas por una membrana, son capaces de generar autonomía. Es lo que Maturana denomina autopoiesis.

CÉLULA Y ARTE

Fue esa autonomía la que vino a alterar el equilibrio inerte en que se había mantenido aquella nada. Con esto estamos delatando que ya en las primeras organizaciones celulares existe un "deseo terrible", el de fugarse de lo inerte.

Además, en ese deseo de autonomía viene prefigurado el espíritu de la libertad. Por consiguiente, la espiritualidad humana, por sublime y sutil que sea, necesita de un cuerpo material, vivo y autónomo al cual espiritualizar.

Tal autonomía tiene poco o nada que ver con aislamiento, anarquía o autosuficiencia indiferente. Por el contrario, como todos los elementos que hay dentro de cada célula (agua, sales, oxígeno) están también fuera de ella: su éxito y vitalidad dependen de la porosidad de sus límites. En la célula el exterior está dentro, tanto como el interior está fuera, no hay encierro posible.

En el arte ocurren relaciones similares. No sólo porque su condición antropológica le conecta con vida y muerte, sino, por la manera como procesa aquello que llamamos "Verdad objetiva".

Por las neurociencias sabemos que tal tipo de verdad no es posible, y que sólo captamos aquello que nuestros dispositivos neurológicos necesitan para que funcionemos adecuadamente.

Así tampoco el arte puede aspirar a tal Verdad, pero al estar liberado de ella, puede proponer y hacer visibles las infinitas realidades que permanecen latentes en el nicho ecológico, el cual, a diferencia de la célula, carece de límites, espaciales ni temporales.

A máxima osadía: el arte, desde su autonomía, hace posible que el citado nicho ambiente se focalice en uno de sus infinitos y cambiantes aspectos y los haga conscientes en lo humano.

Una obra pictórica, por ejemplo, funciona como una célula, obedece a un deseo de fuga tendiente a reorganizar el kaos, es autónoma en su proceso y posee un marco que le pone borde.

Pero ese borde no la aísla, sólo la distingue de su medio de origen. En su caso será la historia de la obra, la subjetividad de quién la ejecuta y la contempla, la luz que la hace visible, su grado de contingencia o de universalidad.

Todo aquello, dice Maturana, ocurre coordenadamente en la inmanencia del presente. Pero, se pregunta : ¿cuánto dura el presente de la vida?

Agenda remota Regresa "Idomeneo". Manuela Infante dirige este concierto hablado y electrónico protagonizado por Paulina García. A partir del mito griego, la obra explora las ideas de sacrificio, poder y tragedia. Desde el 21 de mayo, a través de redes sociales del GAM. Valor de las entradas $ 3.000.

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Teatro Digital


Galería Virtual


Artistas del Acero presenta la muestra "Acción extrema", de Kareen Labbé, la cual contempla tres años de trabajo e investigación del video performance. La acción consiste en clips que indagan diversas temáticas.

Disponible hasta el 21 de mayo, en artistasdelacero.cl.


Conversatorio


Como parte de su nueva programación online, Artistas del Acero presenta el conversatorio de actualidad cultural. Conducido por Arnoldo Weber, el espacio contará con Pamela Uriarte de Fundación Cepas.


Martes, 18 horas, por el Instagram y una hora más tarde por Facebook live de la entidad.


Rendez Vouz


Voces emergentes de Francia y Chile se reúnen mes a mes en este ciclo de conciertos en línea. Trabajo colaborativo y una transmisión conjunta vía Facebook Live del Instituto Francés de Chile, Teatro Regional del Maule, Teatro Biobío (TBB) y Matucana.


Hoy, hasta las 20 horas, en las redes sociales del TBB


Historia Natural


El Museo de Historia Natural de Concepción, conmemorando el Día Internacional de los Museos, dialogará en torno a los retos del presente para estos lugares del mañana. Todo en una conversación con personalidad del espacio cutural penquista.


Martes, a las 16 horas, por el canal de YouTube del Museo.