Regalemos corresponsabilidad
Lissette Wackerling Patiño, Directora Regional SernamEG Biobío,
Sabemos que hoy se conmemora una fecha importante para las mujeres. Un día que, a nivel general, simboliza el amor y la entrega hacía el otro. Las eternas noches de desvelo y de cuidado, los sabores únicos de esa comida especial que solo te prepara ella… y así con un montón de situaciones y frases que por más cliché que suenen, representan lo que para la mayoría son las madres.
Desde siempre acostumbramos a llenarlas de regalos: partimos con manualidades y cartas, más tarde fueron las flores o los chocolates, y si el bolsillo lo permitía, una salida a comer. Pero ¿reflexionamos sobre lo que les regalamos día a día? ¿Estamos conscientes de que, cuando "ayudamos" en los quehaceres del hogar, solo cumplimos con nuestra responsabilidad colectiva?
Ellas son las que llevan el peso de cargar con una vida no tan solo los nueve meses de gestación, sino con una responsabilidad que dura para siempre.
Las madres son personas que intentan cumplir su doble función día a día, con largas horas de trabajo doméstico, dentro y fuera de casa, que lidian con la crianza y la carga mental de llevar un hogar, y que, en muchos casos, tienen una demandante vida laboral remunerada, lo que se conoce como doble y hasta triple jornada de trabajo. Convalidan sus vidas tal como un rompecabezas, no porque sean súper mujeres, sino porque no tienen más opción.
Hoy, con la pandemia que actualmente afecta tanto al país como al mundo entero, las más perjudicadas siguen siendo las mujeres. Quienes muchas de ellas perdieron sus trabajos, y se encuentran sin la posibilidad de salir al mundo laboral, ya que, no cuentan con una red de apoyo en la crianza de sus hijos e hijas y cuidado de personas dependientes. Otras mujeres han tenido que lidiar con el teletrabajo y la educación desde el hogar. Siendo madres, estudiantes, profesoras, psicólogas y trabajadoras al mismo tiempo. Todo esto sumado a la carga doméstica que han desarrollado desde siempre, lo que les ha terminado por generar un estrés significativamente más alto del que ya tenían.
Como Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género, les invitamos a "regalar" corresponsabilidad: a parar un minuto y a concientizarnos sobre todas las actividades que realizan día a día nuestras progenitoras. A preguntarnos si les estamos apoyando como corresponde. En si valoramos toda la valentía y el empeño que miles de mujeres le otorgan al cuidado de otros, intentando mantener su propio autocuidado.
Es importante brindar el apoyo necesario que las madres requieren, y generar instancias de sensibilidad que permitan revalorar su labor, y no seguir normalizando el extremo cansancio que las mujeres puedan sufrir. Para que así, en un futuro construyamos un mundo más equitativo y con una perspectiva sobre la igualdad de género.