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PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS
Para poder llegar a estos funcionarios, la Unidad de Psicotrauma capacitó a personal de los distintos recintos de salud en lo que se denominó "primero auxilios psicológicos", es decir, aquellos que dan a los equipos la primera contención, la primera ayuda y herramientas para dar un refuerzo emocional en los casos en que no sea necesaria una terapia. Y estos profesionales no necesariamente son médicos ni psicólogos, sino más bien personal capacitado para reaccionar ante una emergencia, pero en vez de ayudar a evacuar un edificio, afrontan la salud mental.
Provoste sentencia que para este sistema de intervención se priorizaron las unidades que podrían estar más sobrecargadas por la pandemia: UCI, Samu, Medicina Interna, Laboratorio, Urgencia y el Traumatológico.
Karen Bermedo es trabajadora social de la Unidad de Psiquiatría del Hospital Regional de Concepción y es una de las personas capacitadas para realizar primero auxilios psicológicos. "Podemos hacer reuniones grupales o individuales, tenemos un orden interno administrativo y los funcionarios pueden ser derivados por sus jefaturas o ellos haber solicitado el apoyo, pero siempre todo voluntario", cuenta.
Se trata de tres o hasta cuatro sesiones en los que Karen debe entregar esta primera contención, que puede consistir sólo en escuchar al funcionario y que él se sienta acompañado. En caso de que necesite una intervención mayor, es derivado a un especialista que puede iniciar una psicoterapia o un tratamiento.
Hay instancias grupales, de no más de cuatro personas, del mismo estamento y unidad, donde previa coordinación con la jefatura se reúnen a conversar sobre cómo están viviendo la pandemia y son espacios de descompresión del estrés, analizan cómo les ha afectado en su trabajo, si hay estrategias de autocuidado, qué hacen para sobrellevar la carga y se les entregan sugerencias de qué hacer.
Karen Bermedo indica que las instancias grupales "son espacios para conocer cuál es el estado de los funcionarios, pero también hay que pensar que no todas las personas tienen facilidad para contar lo que les pasa en grupo y necesitamos un espacio más privado para pedir ayudar, también está el que no quiere mostrar que no está bien frente a los demás".
Provoste complementa que, por ejemplo, en la UCI se dieron espacios de 45 minutosa a una hora para hacer estas intervenciones. "Llegamos a hacer seis grupos a la semana, por turnos y estamentos. Al principio hubo una suerte de no saber de qué se trataba, no tenían este cariño de que viniera alguien a preguntar cómo estaban, sino que acostumbraban solo a funcionar. Y algunos grupos tuvieron más resistencia que otros, pero al final lo visualizaron como compartir lo que les estaba pasando".
PILOTO AUTOMÁTICO
Una de las principales problemáticas que les ha afectado a los funcionarios es la extensión de la incertidumbre porque no se sabe cuándo va a terminar y eso va a acompañado de la alta carga laboral que se mantiene latente. "Ven que, pese a que se avance en las vacunas, por ejemplo, el escenario es persistente", indica Bermedo.
Asimismo, el estrés no sólo es a nivel laboral. "Impacta a las relaciones familiares, personas que vivían solas o con un hijo y que ahora con la pandemia se quedaron sin redes de apoyo porque el hijo lo cuidaba un adulto mayor. Eso también genera tensión y agrega otras situaciones de estrés que tienen que resolver con herramientas que no tienen", puntualiza la trabajadora social.
El doctor David Provoste recalca que "hay que reconocer que hay reacciones que son normales y comprensibles, incluso esperables y que no es necesario una terapia. Todos estamos ansiosos, medios irritables, con una sensación de estar sobrepasados, una sensación de encierro. Eso es comprensible, pero seguimos siendo funcionales".
Cuando perdemos esa funcionalidad, dice el especialista en Psiquiatría, "es cuando aparecen los trastornos ansiosos, del sueño, adaptativos. Y nuestra tarea es que, por ejemplo, el funcionario pueda conciliar el sueño, también puede ingresar a una terapia más psicológica y tener herramientas para la solución de su problema".
Y en las áreas priorizadas para los primeros auxilios psicológicos, indica el jefe de la Unidad de Psicotrauma, es donde han encontrado el mayor compromiso de parte de los funcionarios. Son, además, las labores más especializadas y donde un reemplazo no se puede realizar con cualquier otro profesional y los más antiguos han tomado el rol de acompañar a los nuevos que han llegado por la pandemia, como es el caso de la UCI.
Provoste recalca que "estamos frente a un fenómeno bien interesante sobre los perfiles de funcionarios. Tenemos personal muy comprometido, que puede emocionarse y afectarse con lo que está relatando, pero por otro lado está este fenómeno de anestesia emocional, donde hay una especie de disociación con la parte emocional que sucede a mi alrededor. Desde el punto de vista de la productividad funciona, pero a corto o mediano plazo, porque en algún momento ese funcionario va a generar otra sintomatología y va a explotar".
Precisa el experto que si bien lo que se espera en una atención en salud es una empatía con el paciente, "cuando tengo que hacerme cargo de lo que a mí me pasa y además debo entregar atención, no es fácil hacerlo".
Bermedo agrega que, en lo que ella le ha tocado intervenir, ha visto funcionarios que "relatan harto sobre la carga emocional de los pacientes con covid internados, que les afecta al ver a tanta gente joven o cómo fallecen en este espacio de soledad donde no pueden estar acompañados, eso les impacta".
Por eso el doctor David Provoste lamenta que el foco esté puesto en que faltan camas UCI, "cuando detrás de cada uno de esos ventiladores hay un equipo que hace que esto funcione y es la comunidad que tenemos que cuidar, es la que está haciendo la pega".
Recalca que "cuando estamos en una catástrofe, como es el caso, todo es insuficiente, va a existir escasez de recursos, desorganización social, problemas comunicacionales. Quisiéramos tener un profesional por cada funcionario o intervenciones todos los días, pero no podemos. Pero con lo que hemos hecho, las jefaturas sí nos han indicado que han visto un impacto positivo en sus equipos".
Lo que más han valorado los funcionarios, indica el jefe de la Unidad de Psicotrauma, es que sienten que existe una preocupación por ellos y que pese a esta frustración por no ver que la ciudadanía se esté cuidando, se han generado estos espacios de contención.
El jefe de la unidad recalca que hay reacciones normales en pandemia, como una mayor irritabilidad, ansiedad y cansancio.