Alerta con las estafas informáticas
La PDI ha advertido la semana pasada que la población debe estar alerta sobre nuevos método de estafa que se han detectado en la Región del Biobío, como es el caso de la "la estafa de los seis números", que permite a los autores apoderarse de la cuenta de WhatsApp de la víctima y, por consiguiente, de su identidad, para poder cometer otros delitos.
La Brigada Investigadora del Cibercrim en Concepción ha indicado que con este procedimiento los antisociales no sólo se apoderan de la cuenta de WhatsApp, sino también de las fotos, videos y contactos que puedan tener registrados en ella, con el fin de obtener, mediante engaño, dinero de parte de los contactos de la víctima. Por otra parte, se ha llamado a las familias a preocuparse de que las cuentas de sus hijos escolares -que en pandemia y sin clases presenciales pasan más horas conectados- no sean intervenidas por personas que pudieran enviarles mensajes con contenidos inconvenientes.
También ha aumentado la distribución de correos en línea en los cuales supuestamente los bancos e instituciones financieras anuncian a las personas que tienen créditos aprobados y piden que el interesado ingrese todos sus datos y claves para actualizar la información e iniciar el proceso de entrega del dinero. Obviamente se trata de las ya conocidas estafas informáticas, que se han incrementado debido a que, por la cuarentena del coronavirus, los clientes no realizan trámites presenciales en las instituciones, sino por medio de Internet. No obstante que se trata de un mecanismo de estafa conocido y respecto del cual se han hecho las advertencias correspondientes, siempre hay personas que caen en la trampa.
Esta práctica de los mails fraudulentos es una de las formas como se expresa el phishing, una modalidad de estafa diseñada con la finalidad de robar la identidad a las personas. El delito consiste en obtener información tal como números de tarjetas de crédito, contraseñas, información de cuentas u otros datos personales por medio de engaños. Este tipo de fraude se recibe habitualmente a través de mensajes de correo electrónico o de ventanas emergentes.Es similar a las estafas que se realizan por teléfono, pero en este caso es a través de la red. Los delincuentes utilizan en forma fraudulenta el nombre de entidades bancarias o financieras para engañar a los clientes.
Un informe dado a conocer por la empresa de seguridad Symantec, ubica a Chile en el quinto lugar de los países latinoamericanos más propensos a los ciberdelitos, luego de Brasil, México, Venezuela, Argentina. Pero el ataque más recurrente en Chile es el ransomware, una técnica utilizada por los hackers para bloquear dispositivos bancarias y exigir un rescate a cambio de recuperar el acceso. Nuestro país se ubica en el tercer lugar en Latinoamérica y es número 10 del mundo entre los que más sufren ataques por ransomware. La segunda amenaza recurrente en Chile es el phishing o robo de información personal, como contraseñas o datos de tarjetas de crédito, que perjudica principalmente actividades y clientes del sistema financiero, multitiendas y empresas de servicio. En tercer lugar, están los ataques web, donde Chile ocupa también el tercer lugar en Latinoamérica y 40 en el ranking global por esta amenaza.
Desde hace tiempo que se viene planteando que en nuestro país hay falencias en la seguridad de los datos bancarios y comerciales. Este tipo de ataques no sólo en Chile, sino que a nivel mundial, son provocados por bandas organizadas y con conocimientos, lo que obliga a tener una actitud proactiva y continua en cuanto a la protección de datos para mitigar los riesgos. Las instituciones realizan fuertes inversiones cada año para protegerse de esos ataques, pero también se requiere que las personas sean cuidadosas, considerando que esas entidades financieras nunca les pedirán que den a conocer sus claves.
La PDI en Concepción, ha indicado que con este procedimiento, los antisociales no sólo se apoderan de la cuenta de Whatsapp sino también de las fotos, videos y contactos que puedan tener registrados en ella, con el fin de obtener, mediante engaño, dinero de parte de los contactos de la víctima.