Obesidad, alcoholismo y trastornos del sueño: las amenazas que trajo consigo la pandemia del covid-19
Estudios recientes muestran que el estrés acumulado tras un año de pandemia, está generando trastornos y cambios de hábito altamente riesgosos para la salud.
Con algunas semanas de diferencia, el mundo acaba de cumplir un año conviviendo con el covid-19. A punta de ensayo y error, los sistemas sanitarios de los países han intentado sortear las distintas olas de contagios y ahora los gobiernos apuestan por la titánica tarea de vacunar a la mayor parte posible de su población.
Pero, en paralelo, las autoridades de salud buscan enfrentar la otra pandemia que amenaza el bienestar de la población: el daño a la salud mental, ya sea por los prolongados confinamientos o bien por la incertidumbre que el virus cierne en casi todos los planos de nuestra vida.
Aunque todavía la evidencia científica es limitada, los expertos coinciden en que el estrés es una de las consecuencias más generalizadas, que puede derivar en otras enfermedades o alteraciones, como aumento de peso, mayor consumo de alcohol y trastornos del sueño.
Así lo plantea un estudio de la Asociación de Psicología de Estados Unidos (APA, en inglés), realizado en febrero en base a una encuesta aplicada a más de tres mil adultos en ese país.
"La encuesta Stress in America revela una crisis de salud pandémica secundaria; padres, trabajadores esenciales y comunidades de color son más propensos a experimentar consecuencias de salud física y mental", dice la investigación.
Según el sondeo, un 31% de los consultados afirma que su salud mental ha empeorado y ese porcentaje es mayor en los grupos que han sufrido más el estrés creado por una situación fuera de lo normal.
LOS EFECTOS
En un país donde la obesidad es un problema de salud pública, el 61% dijo que cambió de peso, siendo más los que engordaron que los que adelgazaron. El promedio fue de 6,81 kilos, pero un 42% subió 13 kilos y un 10% lo hizo en casi 23 kilos.
Estos cambios de peso "conllevan importantes riesgos para la salud, incluida una mayor vulnerabilidad a enfermedades graves", dice la APA en su estudio.
En cuanto al consumo de bebidas alcohólicas la encuesta reveló una importante alza, ya que el 23% reconoció haber bebido más alcohol para hacer frente al estrés. Al mismo tiempo, el dormir adecuadamente se hizo más difícil: el 67% dijo estar durmiendo más o menos de lo deseado.
GRUPOS VULNERABLES
Así como en otros problemas sociales, las consecuencias del estrés afectan con mayor fuerza a ciertos grupos, como los hispanos, los afroamericanos, los padres con hijos menores de edad y los trabajadores esenciales.
Un 78 % de los hispanos encuestados experimentó cambios en el sueño, más que los afroamericanos (76 %) y los blancos (63 %). Lo mismo pasa con los cambios de peso: 71% hispanos, 64% afroamericanos y 58% blancos.
El subdirector ejecutivo de APA, Jaime Díaz-Granados, explicó a Efe que en el caso de los hispanos, el hecho de que muchos no tengan el inglés como primer idioma es un factor determinante para que sufran más. "Tienen un círculo de soporte más pequeño que otros grupos por ese motivo", señala el especialista.
Respecto a las familias, un 47% de las madres que tienen niños con clases online dicen que su salud mental ha empeorado y el 30% de los padres coinciden. El 55% de los hombres con hijos dijo haber ganado más peso del deseado y el 48% reconoció haber tomado más alcohol de lo habitual para lidiar con el estrés.
Además, la encuesta reveló que la mayoría de los trabajadores esenciales (54 %), como los funcionarios de la salud, han adquirido hábitos poco saludables. El 29% aseguró que su salud mental ha empeorado, mientras que el 75% afirmó que podrían haber necesitado más apoyo emocional del que recibieron.
El estudio de APA es una radiografía reciente para un fenómeno cuyo alcance aún es desconocido. Díaz-Granados cree que el estrés del coronavirus podría durar años, sin que exista claridad sobre los efectos a largo plazo en la salud mental de las personas.
LOS CHILENOS SE SIENTEN AGOBIADOS
En nuestro país también se están desarrollando estudios para medir el impacto del coronavirus en la salud mental. En agosto del año pasado el "Termómetro de la Salud Mental en Chile" elaborado por la UC y la AChS reveló que el 54,8% de los chilenos se siente más agobiado que lo habitual. De acuerdo al sondeo, el 49,4% de las personas considera que su estado de ánimo es peor o mucho peor que antes de la pandemia y el 48,9% declara que las preocupaciones le han hecho perder sueño más que de costumbre.
3.000 adultos de EE.UU. fueron encuestados los la Asociación de Psicología de ese país para conocer el impacto de la pandemia.